miércoles, 11 de marzo de 2015

.... Y las enseñanzas cubrirán el mundo.

           



…Y LAS ENSEÑANZAS CUBRIRÁN EL MUNDO
 
            Max Heindel tuvo una visión que le permitió contemplar multitudes acudiendo a Mount Ecclesia, en busca de la luz de las Enseñanzas. Pero, ¿cuándo ha de ocurrir eso? En la Era de Acuario, que se aproxima rápidamente, o antes, como preparación para esa época que se nos promete llena de consecuciones espirituales?

           La ciencia ya ha empezado a responder a la influencia de su zona de penumbra, su orbe, desde mediados  del siglo XX. En  efecto:  en sólo cincuenta  años, nos hemos tenido que familiarizar con la televisión, los satélites, los viajes espaciales, el agujero de ozono,  el  rayo  láser,  la  informática,  los  trasplantes  de  órganos,  la  clonación  de  seres vivos,  la  telefonía  móvil,  internet,  la  energía  atómica,  los  vuelos  supersónicos,  la manipulación genética e infinitos etcéteras en todos los terrenos imaginables.

            Pero, ¿y el espíritu? ¿Es cierto que, en el aspecto espiritual nos hemos quedado atrás, que el hombre ha sido desbordado por sus propias creaciones? No. Rotundamente, no. Desde el punto de vista espiritual hemos progresado, como especie, mucho más que desde el  de la  técnica  y el  de  la  ciencia.  Porque:  hemos  generalizado  la  aceptación  e inclusión en la conciencia colectiva, de: los Derechos Humanos, los del Niño, los de la Mujer,  los  del  Inmigrante,  la  abolición  de  la  pena  de  muerte,  la  asistencia  social generalizada,  la  escolarización  obligatoria,  el  asentamiento  de  la  democracia  como sistema de gobierno, la familiarización con los conocimientos astrológicos y ocultos, la necesidad y utilidad  de  las ONG,s,  de la  ecología,  de  la  finalidad  pacificadora  de  los ejércitos, etc. 
            Por  otra  parte,  quienes  nos  dedicamos  especialmente  a  la  vida  del  espíritu,  a facilitar  el  despertar  de  las  almas,  estamos  comprobando  a  qué  velocidad  y  con  qué avidez  la  gente  busca  y  responde  a  las  Enseñanzas  de  nuestra  filosofía.  Cómo  su 
impacto produce comprensión de la existencia, tranquilidad, devoción, fe, elevación de miras,  cambio  de  vida,  deseo  de  compartir,  tolerancia,  altruismo,  ampliaciones  de conciencia, felicidad interna… Porque son bien recibidas por el espíritu, tienen sabor a algo  intuido  o  deseado  o  soñado  o  incluso  conocido,  algo  que  nos  resulta  familiar  y esclarecedor y entrañable y nuestro. Son unas Enseñanzas que marcan para siempre  a quien las  recibe, que ya no será el  mismo,  porque siente  que ha iniciado  un viaje sin retorno, cuya meta es el cielo.

          Y esto está cundiendo a nivel mundial. En progresión geométrica. Y cada escrito y  cada  conferencia  y  cada  libro  y  cada  cassette  y  cada  palabra  y  cada  oración,  van incrementando e intensificando los efectos de las Enseñanzas y atrayendo a más gente, 
ávida de luz, en todos los países.
            Es maravilloso contemplar este despertar del espíritu, esta imparable oleada  e hambre del alma, que nos está exigiendo a todos el máximo esfuerzo.

            Pocas veces en la historia ha habido mejor ocasión de servir a la Humanidad, en el más amplio sentido  de  la  palabra. Y cada  día  está  más  próxima  la asunción por el hombre de su propia evolución y la consiguiente liberación de Cristo.

          Unamos  nuestros  esfuerzos  a  los  Suyos  que,  en  el  Equinoccio  de  Otoño  ha iniciado,  una  vez  más,  su  penetración  en  la  Tierra  y  que,  en  el  Solsticio  de  Invierno
elevará  otro  poco  la  vibración  del  Planeta,  al  entregarnos,  por  casi  dosmilésima  vez,  toda Su vida.

                 Y esforcémonos. Es nuestro turno. Y es nuestra ocasión. Y nuestra prueba.

Boletín Nº 37 AÑO 2.000 - CUARTO TRIMESTRE 
(Octubre-Diciembre) FRATERNIDAD ROSACRUZ  MAX HEINDEL (MADRID) 

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