sábado, 31 de diciembre de 2016

Principios rosacruces para la educación de los niños


PRINCIPIOS ROSACRUCES
PARA LA EDUCACIÓN DE LOS NIÑOS

CAPÍTULO I
EDUCACIÓN DEL NIÑO


Quizá no exista problema más importante que la educación de los niños. En primer lugar, los padres conscientes que anhelan proporcionar a sus hijos el máximo de ventajas, comienzan antes del nacimiento y aun antes de la concepción, a dirigir sus pensamientos amorosos hacia la misión que van a cumplir en este sentido. Tienen especial cuidado en que su unión, que ha de brindar como resultado la generación de un nuevo ser humano, se efectúe bajo las influencias estelares más propicias, o sea cuando la Luna pasa por un signo que facilite la construcción de un cuerpo fuerte y saludable, teniendo de antemano sus propios organismos en la mejor condición física, moral y mental. Luego, durante la época de la gestación mantienen constantemente en su imaginación la idea de una fuerte y útil vida para el ser esperado.

Tan pronto como les es posible, después del nacimiento, efectúan el horóscopo del niño, “pues los padres prudentes son también astrólogos”. Pero si desgraciadamente no son capaces de realizar este estudio por sí mismos, de una manera completa, deben por lo menos, estudiar las influencias planetarias por cuyo medio comprendan perfectamente lo que el astrólogo les pueda decir, pero de ningún modo deben consultar a un astrólogo profesional para que les aconseje, uno de esos que prostituyen esta divina ciencia por dinero, sino que deben buscar el consejo de un astrólogo espiritual aunque tengan que buscarle y esperar durante algún tiempo. En el mapa natal del niño pueden verse las fortalezas y debilidades de su carácter, y de este modo los padres se verán en la posibilidad de estimular las buenas cualidades y tomar las medidas necesarias para contrarrestar las malas tendencias antes de que se conviertan en realidades, y consecuentemente ayudarán en gran escala al nuevo espíritu para vencer sus defectos.

Después los padres deben tener por entendido que lo que comúnmente llamamos nacimiento no es más que la venida al mundo del cuerpo físico visible, el cual nace y presta su alto grado de eficiencia mucho antes que los vehículos invisibles del ser humano, debido a la sencilla razón que aquél lleva mucho más tiempo de evolución. Lo mismo que el feto está escudado contra los impactos del mundo visible por el protector vientre de la madre durante el proceso de gestación, asimismo están protegidos por envolturas de éter y de materia de deseos los vehículos sutiles, las cuales le protegen hasta que se hallan en estado de madurez y capacidad para enfrentarse con las condiciones exteriores del mundo.

Durante los primeros años las fuerzas que actúan mediante el polo negativo del Eter Reflector están activas en extremo. Los más puros de nuestros niños son clarividentes hasta este día, permaneciendo en un estado inocente exento de pecados.

Así fue con los lemurianos, que eran todavía inocentes y puros y poseían una percepción interna que les daba una oscura idea del contorno externo de los objetos, pero que les iluminaba mucho más claramente su naturaleza interna, sus cualidades anímicas, por una percepción espiritual nacida de su inocente pureza. Del mismo modo, en sus primeros años, los niños pueden “ver” los mundos suprafísicos, y muy a menudo charlan acerca de lo que ellos ven, hasta que la burla y el ridículo de los padres, o el castigo por “decir tonterías” les obliga a callar.

Es verdaderamente deplorable que los pequeños se vean reducidos a mentir (o al menos negar la verdad) debido a la incredulidad de sus “sabios” mayores. Asimismo, las investigaciones de la Sociedad de Estudios Psíquicos (Society for Psychical Research) han dado por resultado el descubrimiento de que los niños, frecuentemente, tienen compañeros invisibles, que les visitan a menudo hasta que alcanzan algunos años de edad. Durante estos años la clarividencia de los niños es, lo mismo que la de los médiums, de carácter negativo.

Lo mismo ocurre con las fuerzas que trabajan en el cuerpo de deseos. La pasiva facultad del sufrimiento del dolor físico se halla presente en ellas, mientras que el sentimiento de emoción está casi por completo ausente. El niño, por supuesto, exteriorizará su emoción a la menor provocación, pero la duración de tal sentimiento es sólo momentánea. Todo está en la superficie. De este modo podemos ver que todas las cualidades negativas se hallan latentes en la entidad recién nacida, pero antes de que sea capaz de utilizar sus diversos vehículos, las cualidades positivas deben madurar. 

El niño posee el eslabón de la mente, pero es casi incapaz de mostrar ninguna actividad individual de pensamiento. Es excesivamente sensitivo a las fuerzas que actúan sobre el polo negativo de la mente, y por lo tanto es imitador y enseñable.
No debemos imaginarnos, por lo tanto, que cuando el pequeño cuerpo de un niño ha nacido, el proceso del nacimiento ha terminado. El espíritu, habiendo construido ya muchos cuerpos físicos, los construye muy rápidamente, pero el cuerpo vital es una adquisición posterior del ser humano. Por esta razón, no estamos tan especializados en la construcción del último vehículo Por consiguiente necesitamos más tiempo para construir el cuerpo vital de los materiales no utilizados en la delineación del arquetipo y no viene a la vida hasta la edad de siete años, o sea el período en el que el niño echa su segunda dentición. El cuerpo de deseos es aún una adquisición posterior del complejo hombre y no es traído al nacimiento hasta la edad de catorce años, es decir, la edad de la pubertad; y por último, la mente, que hace al hombre lo que es: “Hombre”, no tiene lugar su nacimiento hasta los veintiún años. Según la ley ésta es la edad reconocida como la más temprana para que el individuo esté capacitado para ejercer sus derechos civiles.

Respecto a la influencia que el nacimiento de los diversos vehículos tiene sobre la vida, podemos decir: aunque los órganos han sido formados a la hora en que el nuevo ser viene a la vida, durante el tiempo del nacimiento a los siete años, o cambio de los dientes, las líneas del crecimiento del cuerpo físico se determinan. Los órganos de los sentidos toman formas definidas, las cuales nos dan las tendencias de su estructura e inician una u otra dirección en su desarrollo. Después aumentan de tamaño, pero todo su crecimiento sigue las líneas determinadas en estos siete primeros años, y las equivocaciones o negligencias de las oportunidades de este período no podrán ser rectificadas después en la vida. Si los miembros y órganos han tomado la conformación debida, el cuerpo total después de su desarrollo completo será armonioso; pero si ha habido alguna deformación, entonces el cuerpo físico de la persona será más o menos desproporcionado. Es un deber del pedagogo y educador proporcionar al niño la debida atmósfera en este período, según la naturaleza lo hace antes del nacimiento, pues solamente esto puede dar al sensitivo organismo la dirección justa y tendencias apropiadas de crecimiento.

El sonido tiene poder constructor en ambos sentidos, para lo pequeño y lo grande, y por lo tanto podemos imaginarnos que el ritmo debe tener una influencia enorme sobre el organismo del niño en crecimiento. El apóstol San Juan, en el primer Capítulo de su evangelio expresa esta idea, místicamente, en las bellísimas palabras: “En el principio era el VERBO... y sin Él nada de lo que ha sido hecho fue hecho... y el VERBO se hizo carne.” El VERBO es un sonido rítmico, el cual, emitido por el Creador, resuena por todo el Universo y moldea a incontables átomos en múltiple variedad de figuras y formas que vemos a nuestro alrededor. La montaña, la margarita, el ratón y el hombre son todos la encarnación de la gran Palabra Cósmica, la cual resuena en todo el Universo silenciosamente; y qué silenciosa construye y edifica aunque no sea oída por nuestros groseros oídos. Pero aunque nosotros no oigamos este maravilloso sonido celestial, podemos trabajar sobre el diminuto cuerpo del niño por medio de la música terrestre. Los arrullos de las niñeras no tienen sentido, pero sin embargo, están dotados y llevan en sí un ritmo hermosísimo, y cuanto más se enseñe y diga al niño que los repita, los cante, que baile y marche a su compás, cuanta más música se incorpore en la vida cotidiana del niño, más saludable y fuerte será el organismo de este ser en los años venideros.

Hay dos lemas que tienen aplicación durante este período, uno para el niño y el otro para los padres: ejemplo e imitación. Nada hay bajo el firmamento que sea tan imitativo como un niño pequeño, y su conducta en los años posteriores dependerá en mucho del ejemplo dado por sus padres en los primeros años de su vida. Todo en su alrededor deja su huella, ya sea bueno, ya sea malo, en la mente del niño, y debemos, desde luego, concebir y comprender que la acción más insignificante puede producir daño o buenaventuras incalculables en las vidas de nuestros hijos, y que “nunca debemos hacer nada en presencia del niño que no deseemos perfectamente que él lo imite”. Está fuera de lugar el pretender a esta edad enseñarle a pensar o moralizar, puesto que todavía no tiene mente, no posee razón aún. El ejemplo es el único maestro que el niño necesita y que acepta. Es para él tan imposible dejar de imitar como lo es para el agua el dejar de correr cuesta abajo, porque éste es el único método de desarrollo a esta edad. La enseñanza de la moral y de razonamiento vendrá después y el pretender imponérselas a esta edad, es igual que el pretender extraer del vientre de la madre un niño prematuramente.

Si cualquiera pretendiese extraer a la fuerza un niño de la matriz protectora de su madre, el ultraje produciría su muerte, porque el niño no ha llegado aún a la madurez debida para sufrir los impactos del mundo físico. En los tres períodos septenarios que siguen al nacimiento, los vehículos invisibles están todavía en la matriz de la Madre Naturaleza. Si enseñamos a un niño de tiernos años a que recuerde o piense, o si nosotros excitamos sus sentimientos y emociones, estamos, en efecto, abriendo el vientre protector de la Naturaleza, y los resultados son igualmente desastrosos al respecto como el forzar un nacimiento prematuro. Los niños prodigios se convierten generalmente en hombres y mujeres de menos que mediana inteligencia. Por otra parte, no debemos oponernos a que el niño piense o aprenda “de su propia voluntad”, sino que lo que no debemos hacer es estimularles e importunarles como hacen algunos padres y parientes o conocidos, con demasiada frecuencia, para satisfacer su propia vanidad.
Todo lo que el niño sea capaz de adquirir de pensamientos, ideas o imaginación, “vendrá por sí mismo”, en la misma forma que los ojos u oídos se desarrollan antes del nacimiento físico.

Deben dársele al niño juguetes con los cuales pueda ejercitar su facultad imaginativa, “algo con vida”, o bien una muñeca con articulaciones para que pueda ponerla en posiciones diferentes, y dejar a la niña, en este caso, que la vista y adorne por sí misma. De este modo ella ejercitará su poder formativo en una manera apropiada.
Demos al niño herramientas y modelos, moldes y yeso. “Nunca debe darse al niño nada completamente terminado”; nada con lo que no tenga que hacer otra cosa que contemplarlo, pues esto no deja al cerebro lugar de desarrollo y lo que precisamente debe ser el anhelo del educador a esta edad, es el facilitarle los medios y procurar que los órganos físicos se desenvuelvan armónicamente. 

Respecto al alimento, debemos tener un gran cuidado a esta edad, pues un apetito bueno o malo en la vida subsiguiente, dependerá de la forma que lo eduquemos o acostumbremos en la primera septenaria época. En esto también el ejemplo es el gran maestro. Los platos sazonados excesivamente estropean el organismo. Cuanto más sencillo sea el alimento y más necesaria su masticación, más promueve un buen apetito que conservará el hombre durante toda su vida y le dará un cuerpo sano y una facilidad y lucidez de pensamiento que es desconocido del gastrónomo. Para ello no debemos tener un plato para nosotros y otro diferente para el niño, pues de este modo evitamos que el niño tome determinados alimentos cuando niño, o ya mayorcito en casa, pero generamos en él un deseo que buscará satisfacción, cuando, ya adulto, pueda ejercer su libre voluntad. La facultad imitadora se manifestará por sí misma; por lo tanto debe imprimirse fuertemente en la mente de todo padre, que hay unos ojos curiosos e inteligentes posados sobre él, desde la mañana hasta la noche, aguardando ver lo que él hace para seguir su ejemplo.

En cuanto al vestido asegurémonos de que todas las prendas del niño son de un tamaño completo, y substituirlas antes de que se hagan tan pequeñas que le molesten y le irriten. Muchas naturalezas inmorales que han estropeado una vida fueron despertadas por el roce de una prenda demasiado estrecha o apretada, especialmente en el caso de los muchachos. La inmoralidad es una de las peores y más tenaces plagas que manchan nuestra civilización. Para salvar a nuestro hijo atendamos a este punto escrupulosamente, y procuremos por todos los medios de que no se haga consciente de sus órganos sexuales antes de los siete años. El castigo corporal es también uno de los factores que acarrea frutos más deplorables por el efecto que tiene sobre el anticipo o forzamiento de la naturaleza del sexo (el cual es quizá de por sí, superior a la fuerza de control del hombrecito en ciernes), por lo tanto nunca será lo suficientemente combatido el brutal castigo del palo.

Acerca de la educación del temperamento, debe tenerse en cuenta que los colores son los que ejercen más influencia y consecuentemente son de mayor importancia, aunque el asunto envuelve no solamente un conocimiento del efecto de los colores, sino particularmente también de los colores complementarios, pues son estos últimos los que actúan sobre el organismo del niño.

Alrededor de los siete años el cuerpo vital del niño ha alcanzado la suficiente perfección para poder hacer frente a los impactos del mundo externo. Entonces se quita su protectora cubierta de éter y comienza su libre actuación. Y entonces llega el momento para que el encargado de su educación pueda actuar sobre el cuerpo vital y ayudarle a formar la “memoria”, conocimiento, buenas costumbres y un temperamento armonioso. AUTORIDAD Y DISCIPULADO son las palabras que envuelven las bases para esta época de la vida, en la que el niño debe aprender el significado de las cosas. Si tenemos un niño precoz no debemos pretender que siga un curso de estudio que requiere el empleo de una enorme cantidad de esfuerzo mental. Los niños prodigios, como hemos dicho anteriormente, se convierten en seres de mentalidad por debajo de la normal. Al niño debe consentírsele que siga su inclinación propia en este sentido. Debe cultivarse su facultad de observación, educándole especialmente con ejemplos vivientes. Hágasele ver al borracho y a dónde le ha conducido tal vicio y después indíquesele el ejemplo dé una persona moral y póngasele enfrente de ideales elevados. A esta edad debe preparársele para gobernar la fuerza que acaba de manifestarse en él, la cual le capacitará para fomentar la especie al finalizar el segundo período septenario. No se debe dar lugar a que se inicie en los misterios de la generación; a que adquiera conocimientos sexuales de fuentes sucias o de prostíbulos porque los padres eviten la responsabilidad de enseñarle estas cosas por un equivocado sentido de inmodestia o de inmoralidad. Constituye el más elemental deber del preceptor la iluminación propia del niño. El no hacer esto es igual a colocarle con los ojos vendados entre múltiples hoyos, con la advertencia o mandato de que no tropiece o se caiga. Arrójese por lo menos la venda, pues aún sin ella se verá sobradamente apremiado.

Puede tomarse una flor como motivo para enseñarle esta lección, par medio de la cual, todos los niños, desde el mayor al más pequeño, recibirán la más bella instrucción en la forma de un cuento de hadas. Se les puede decir que las flores son como las familias, sin fastidiarles con términos botánicos, pues es suficiente conque los padres tengan un conocimiento elemental de botánica. Preséntese a los niños algunas flores y dígaseles: aquí tenemos una familia de flores en la que todas son del género masculino (muchachos), o sea una flor de estambres y aquí hay otra flor en cuya especie todas son del género femenino (niñas), o sea una flor de pistilos, y por último ved otra flor en cuya especie todas tienen ambas propiedades, pertenecen al género masculino y femenino (muchachos y niñas), de la clase de pistilos y de estambres. Enséñeseles el polen en las anteras y dígaseles que las flores de estambres (muchachos) desempeñan un papel entre la familia de las flores como los niños en las familias humanas; que tienen también gustos aventureros y quieren ir a recorrer el mundo para combatir y hacer frente a los embates de la vida, mientras que las flores de pistilos (niñas) se quedan en casa.

Luego indíqueseles cómo las abejas llevan en sus patas las cestitas para el polen; cómo las flores masculinas cabalgan en estos alados grifones, como los caballeros de la antigüedad, y se aventuran en el mundo en busca de la princesa encarcelada en el castillo mágico (el óvulo oculto en el pistilo); cómo el diminuto polen, los caballeros de la especie masculina de las flores, fuerzan su paso a través del pistilo para penetrar en el óvulo (el castillo). Entonces dígaseles cómo aquello significa que el caballero y la princesa se casan; que viven felices desde entonces en adelante y tienen muchos hijos que son las flores de todas las especies.”

Cuando los niños hayan digerido esto comprenderán también la generación en los reinos animal y humano, porque no existe ninguna diferencia; siendo una tan pura, tan casta y tan santa como la otra, y los pequeños que sean enseñados de este modo conservarán siempre una poética idea del acto sexual que conducirá a reverenciar la función creadora, sentimiento que no se podrá infundir mejor de ningún otro modo.
Esta narración puede variarse y embellecerse a gusto del preceptor y puede completarse con cuentos que se refieran a los pájaros y a los animales. Esto despertará en el entendimiento del niño una concepción de la génesis de su propio cuerpo que investirá el cuento de amor de papá y mamá con todo el romanticismo de las flores machos y hembras y obviar el más ligero pensamiento de aversión relacionado con el nacimiento, en la mente infantil. Cuando un niño ha sido equipado de este modo se halla fortificado para el nacimiento del cuerpo de deseos a la edad de la pubertad.

Sin embargo, con objeto de que el niño ya mayorcito alcance todo el beneficio de la instrucción de sus maestros y padres, es por supuesto, necesario, que tenga por ellos la mayor veneración y respeto, y confianza en su sabiduría. Esto nos exige a nosotros el que nos comportemos siempre de modo que los niños conserven tales sentimientos acerca de sus padres o profesores, pues si ellos vieran en nosotros frivolidades, oyeran conversaciones ligeras y observaran una conducta impropia, se verían privados de la mayor fortaleza de su vida, o sea la fe y confianza en los demás.
Durante esta edad es cuando se generan los cínicos y escépticos. Como quiera que somos responsables ante Dios de las vidas confiadas a nuestro cuidado, tendremos que responder de nuestra conducta ante la ley de Consecuencia si olvidamos, mediante una conducta equívoca, la gran oportunidad que se nos ha facilitado en guiar los primeros pasos de un ser humano a lo largo de un sendero recto y honrado, y debemos pensar siempre que el ejemplo es superior al precepto.

También el aspecto del castigo debe merecer nuestra consideración, pues como es un factor importante en el despertar de la naturaleza sexual a todas las edades, el castigo corporal debe extinguirse. Constituye un crimen el infligir castigo corporal a un niño, sea cual sea su edad. La fuerza no es un derecho, y como más fuertes, los padres deben tener siempre compasión por el débil. No se encontrará un niño que sea tan refractario que no responda al método de recompensa por las buenas acciones y de restricción de privilegios como retribución por su desobediencia. Todos los padres debieran considerar esto desde el punto de vista del niño. ¿Nos gustaría a nosotros el vivir con alguien a cuya autoridad no pudiéramos escapar, que fuera mucho mayor que nosotros y que tuviéramos que sufrir sus golpes un día y otro? Así, pues, releguemos a un lado el palo, y muchas de las maldades sociales serán anuladas en una sola generación. Todos nosotros reconocemos el hecho que el palo agria el carácter de un perro, y nos lamentamos por que ciertas personas hayan cultivado un espíritu irascible e intolerante en vez de ser amables y atentas, o que estén faltos de buena voluntad. Mucho de ello es debido a los golpes administrados sin compasión en su infancia, pues es
verdaderamente deplorable el observar que algunos padres parecen considerar su misión paternal como si fuera la de destrozar el espíritu de sus hijos con el régimen del palo. En nuestra calidad de padres podemos remediar el mal en gran medida guiando las voluntades de nuestros hijos hacia tales inclinaciones que nuestro mayor raciocinio nos haya indicado, para que de este modo consigamos que los niños cultiven un espíritu de armonía y de tolerancia, contrario a aquél, con el cual, desgraciadamente, muchos de nosotros estamos afligidos. Así, PUES, NUNCA GOLPEE A UN NIÑO. Cuando el castigo sea necesario, la corrección útil es restringirles atenciones, favores o privilegios.

El cuerpo dé deseos nace sobre los 14 años de edad, o sea, a la edad de la pubertad. Cuando el Ego ha terminado su día en la escuela de la vida, la fuerza centrífuga de repulsión hace que al morir arroje de sí su cuerpo denso y a continuación el cuerpo vital que es el inmediato en ordinariez. Después en el purgatorio, la materia de deseos grosera acumulada por el Ego como incorporación de sus deseos inferiores es expurgada por la misma fuerza centrífuga. En los planos superiores la ley de Atracción tiene predominio y conserva lo bueno por la fuerza centrípeta, que tiende a atraer las cosas de la periferia al centro.

Esta fuerza centrípeta de atracción ejerce también predominio cuando el Ego viene hacia el renacimiento. Sabemos muy bien que podemos arrojar una piedra mucho más lejos que una pluma. Por lo tanto, la materia grosera es expulsada hacia fuera después de la muerte por la fuerza de repulsión y por la misma razón la materia grosera que trae al retornar el Ego y que envuelve la tendencia al mal es absorbida internamente hacia el centro, por la fuerza centrípeta de atracción, resultando que “cuando un niño acaba de nacer, todo lo que es mejor y más puro aparece al exterior”. Las tendencias viles y perversas no se manifiestan por regla general hasta que ha nacido el cuerpo de deseos y las corrientes del mismo comienzan a girar hacia el exterior desde el hígado.

Entonces es el momento en el que los sentimientos y pasiones empiezan a ejercer su poder sobre el adolescente, es decir, cuando se disipa la matriz de la materia de deseos que previamente había protegido el cuerpo de deseos naciente. Cuando los deseos y emociones están sin freno, entra el niño en el período más peligroso de su vida, la edad de la ardiente juventud de los 14 a los 21 años, pues entonces el cuerpo de deseos predomina y la mente no ha venido a la vida aún para actuar como freno de aquél. Éste es en muchos casos un período de prueba y para el joven que haya aprendido a reverenciar a sus padres y profesores, esta reverencia le servirá de áncora y de fortaleza contra el atolondramiento y violencia de los sentimientos. Si ha sido acostumbrado a tomar todas las cosas que sus mayores le dicen con la mayor confianza y éstos le han dado una educación discreta y prudente, habrá desarrollado para este momento un sentido inherente de amor a la verdad que actuará de guía seguro; pero en la medida que haya sido restringido en hacer su voluntad, así estará propenso a ser arrastrado por la corriente.

Durante los primeros años el niño se considera a sí mismo más como formando parte de una familia y que está subordinado a los deseos de sus padres, que después de los 14 años. La razón es ésta: En la garganta del feto del recién nacido hay una glándula llamada “thymus” {Timo} que es mayor antes del nacimiento, disminuyendo gradualmente a través de la infancia y finalmente desapareciendo con el transcurso del tiempo, variando conforme a las características del niño. Los anatomistas están confundidos con el funcionamiento de este órgano y no han llegado aún a una conclusión definitiva, pero se ha sugerido que previamente al desenvolvimiento de la médula roja en los huesos del niño no es capaz de fabricarse su sangre propia y que por lo tanto la glándula “thymus” contiene una sustancia, suministrada por los padres, de la cual el niño puede extraer durante su infancia y niñez los elementos necesarios hasta el momento en que puede fabricar su propia sangre. Esta teoría es cierta aproximadamente y como la sangre familiar fluye en el niño, éste se considera como una parte de la familia y no como un Ego. Pero en el momento en que comienza a manufacturar su sangre, el Ego se impone a sí mismo. Entonces ya no es el niño o niña de papá o mamá:
él tiene identidad propia, es un Yo, y entonces llega la crítica edad en la que los padres cosecharán lo que hayan sembrado. La mente no ha nacido aún; nada mantiene en jaque a la naturaleza de deseos y mucho, muchísimo, depende de cómo el niño haya sido educado durante su primera edad y el ejemplo visto en sus padres. A este momento de la vida la propia “aserción”, el sentimiento de “Yo soy yo mismo” es más fuerte que en ningún otro momento y en consecuencia la autoridad debe ceder el paso a la ADVERTENCIA Y AL SABIO CONSEJO. Este es el momento en el cual debe enseñarse al niño a que investigue las cosas por sí mismo para que de este modo forme conclusiones individuales. Imprimamos siempre sobre él la necesidad de que investigue y observe cuidadosamente antes de que juzgue, así como también el hecho de que “cuanto más fluidas sean sus opiniones, tanto más será capaz de examinar nuevos hechos y adquirir nuevos conocimientos”.

Durante el período de la adolescencia los padres deben practicar la mayor tolerancia, pues no hay momento de la vida en el que un ser humano se halle en necesidad de tanta simpatía como durante el lapso de tiempo que va de los 14 a los 21 años, cuando la naturaleza pasional es predominante y sin freno. En este período el niño que ha sido tratado en la forma que describimos, tendrá en sus padres una defensa para hacer frente a los peligros de esta época hasta el momento que esté totalmente desarrollado, a los 21 años de edad, cuando la mente nace.

Al seguir al espíritu humano a lo largo de un ciclo de vida, desde el nacimiento a la muerte y continuando hasta el siguiente renacimiento, vemos cómo está siempre acompañado por grandes y gloriosos seres que son ministros de Dios. Este conocimiento es de primordial importancia para los padres como una comprensión propia del desarrollo que debe tener lugar en cada una de las épocas septenarias, permitiéndoles el actuar inteligentemente con la Naturaleza y de este modo llenar más concienzudamente su misión que aquellos quienes están ignorantes de las Enseñanzas de los Misterios Rosacruces.


del libro Temas Rosacruces UNO 
 publicado por Estudiantes de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel


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De la consideración de sí mismo

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CAPÍTULO 5: DE LA CONSIDERACIÓN DE SÍ MISMO.


1. No debemos confiar de nosotros grandes cosas, porque muchas veces nos falta la gracia y la discreción. Poca luz hay en nosotros, y presto la perdemos por nuestra negligencia. Y muchas veces no sentimos cuán ciegos estamos en el alma. Muchas veces también obramos mal, y lo excusamos peor. A veces nos mueve la pasión, y pensamos que es celo.



2. El hombre recogido antepone el cuidado de sí mismo a todos los cuidados; y el que tiene verdadero cuidado de sí, poco habla de otros. Nunca estarás recogido y devoto, si no callares las cosas ajenas, y especialmente mirares a ti mismo. Si del todo te ocupares en Dios y en ti, poco te moverá lo que sientes de fuera. ¿Dónde estás cuando no estás contigo? Y después de haber discurrido por todas las cosas ¿qué has ganado si de ti te olvidaste? Si has de tener paz y unión verdadera, conviene que todo lo pospongas, y tengas a ti solo delante de tus ojos.

3. Mucho aprovecharás, si te guardas libre de todo cuidado temporal. Muy menguado serás, si alguna cosa temporal estimares. No te parezca cosa alguna alta, ni grande, ni acepta, ni agradable, sino Dios puramente, o lo que sea de Dios. Ten por vana cualquier consolación que te viniere de alguna criatura. El alma que ama a Dios, desprecia todas las cosas sin El. Solo Dios eterno e inmenso que todo lo llena, gozo del alma y alegría verdadera del corazón.

del libro "Imitación de Cristo", de Tomás de Kempis


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viernes, 30 de diciembre de 2016

La constitución de la Tierra y las erupciones volcánicas


Capítulo VII
LA CONSTITUCIÓN DE LA TIERRA
Y LAS ERUPCIONES VOLCÁNICAS

Aun entre los mismos ocultistas se considera como uno de los problemas más difíciles de investigar la misteriosa constitución de la Tierra. Todo ocultista sabe cuánto más fácil es investigar completa y correctamente el Mundo del Deseo y la Región del Pensamiento Concreto, trayendo los resultados de esas investigaciones al Mundo Físico, que investigar completamente los secretos de nuestro planeta físico, porque para poder hacerlo así completamente uno tiene que haber pasado por los nueve Misterios Menores y la primera de las Grandes Iniciaciones.

La ciencia moderna sabe muy poco acerca de este asunto. En lo que toca a los fenómenos sísmicos, cambian frecuentemente sus teorías, porque continuamente descubren nuevas razones que hacen sus teorías anteriores insostenibles. Han investigado, con su maravillosa precisión y escrupulosidad, la costra exterior, pero sólo hasta profundidades insignificantes. En cuanto a las erupciones volcánicas, tratan de entenderlas, como tratan de comprender todo lo demás, en una forma puramente mecánica, describiendo el centro de la Tierra como un horno ardiente y llegando a la conclusión de que las erupciones son el resultado de filtraciones de agua accidentales o de otras causas similares.

En cierto sentido, sus teorías tienen algún fundamento, pero en este caso, como siempre, se olvidan de las causas espirituales que el Ocultista considera las únicas verdaderas. Para el Ocultista el mundo no está “muerto”. Al contrario, toda grieta y hendidura está compenetrada por el espíritu, que es la levadura que produce los cambios en el planeta.

Las diferentes clases de cuarzos, los metales, la disposición de los diferentes estratos, todo tiene un significado muchísimo mayor que lo que el investigador materialista es capaz de imaginar. Para el Ocultista, la forma en que están dispuestos esos materiales tiene un significado muy profundo.

Ante la visión educada del Iniciado de los varios grados de los Misterios, la Tierra parece formada por estratos, algo así como una cebolla, estando cada capa recubriendo la anterior o más interna. Existen nueve estratos y el corazón central, siendo así diez en total. Estos estratos se le van revelando al Iniciado gradualmente. Cada estrato se le hace accesible con cada iniciación, de manera que al final de las nueve iniciaciones menores, él es el señor y maestro de todos ellos, aunque todavía no tiene acceso a los secretos del corazón central.

De acuerdo con el antiguo lenguaje estas nueve etapas se llamaban los “Misterios Menores”, los cuales llevaban al neófito conscientemente a través de todo lo relativo a su pasada evolución, merced a las actividades de la existencia involuntaria, de manera que entonces puede comprender la manera y el significado de la obra que entonces realizó inconscientemente. Así se le muestra cómo la nónuple constitución actual (el triple cuerpo, la triple alma y el triple espíritu) fue traída a la existencia; cómo las grandes Jerarquías trabajaron el espíritu virginal, despertando en él el Ego y ayudándolo a formar el cuerpo; y también el trabajo que él mismo ha realizado, extrayendo del triple cuerpo tanta triple alma como actualmente posee. Se lo lleva, una grada a la vez, por las nueve de los Misterios Menores, los nueve estratos.

Cuando el hombre en su marcha ha pasado por las nueve iniciaciones menores, obteniendo así acceso a los nueve estratos, aún tiene que ganar el acceso al corazón central. Esta puerta le es abierta por la primera de las Cuatro Grandes Iniciaciones, en la que aprende el misterio de la mente, esa parte de su ser que comenzó en la Tierra.

Cuando está pronto para la primera Gran Iniciación ha desarrollado su mente hasta el grado que todos los seres humanos alcanzarán hacia el final del Período Terrestre. En esa Iniciación se le da la clave de la próxima etapa, y todo el trabajo que haga el iniciado desde entonces será similar al que hará la humanidad en general en el Período de Júpiter, por lo que no nos concierne actualmente a nosotros.




El diagrama de esta página (6) nos dará una idea de la disposición de los estratos terrestres, omitiéndose el corazón central para indicar con más claridad la forma de lemniscata de las corrientes en el noveno estrato. En el diagrama aparecen los estratos como si fueran del mismo grosor, aunque en realidad algunos son mucho más delgados que los otros. Empezando con el más exterior, aparecen en el orden siguiente:
(6)
Este diagrama ha sido reproducido de la obra de Max Heindel Concepto Rosacruz del Cosmos, figurando como “Diagrama 18”.

1. La Tierra Mineral: ésta es la costra pétrea de la Tierra, de la que se ocupa la geología hasta donde logra penetrar.

2. El Estrato Fluídico: la sustancia de este estrato es más fluídica que la costra externa, pero no es como el agua, sino más bien como una pasta espesa. Tiene la cualidad de la expansión, como la de un gas extremadamente explosivo, y se mantiene en su lugar gracias a la enorme presión de la costra externa. Si se sacara la costra externa, todo el Estrato Fluídico desaparecería en el espacio con una formidable explosión. Corresponde a las Regiones Química y Etérica del Mundo Físico.

3. Estrato Vaporoso: en el primer y segundo estrato no existe realmente vida consciente, pero en este estrato hay una vida pulsante y fluyente, como en el Mundo de Deseos que rodea e interpenetra nuestra Tierra.

4. Estrato Acuoso: en este estrato existen las posibilidades germinales de todo cuanto existe en la superficie de la Tierra. Aquí están las fuerzas arquetípicas que están tras los Espíritus-grupo o colectivos, así como las fuerzas arquetípicas de los minerales, porque éste es la expresión física directa de la Región del Pensamiento Concreto.

5. Estrato Germinal: Los científicos materialistas han fracasado en todos sus esfuerzos para descubrir el origen de la vida, esto es, cómo vinieron primeramente a la existencia las cosas vivientes surgiendo de la materia muerta. En realidad, de acuerdo con las explicaciones ocultas de la Evolución, la pregunta debería referirse a cómo se originaron las cosas “muertas”. La Vida estaba allí antes que las formas muertas.

Formó sus cuerpos con la tenue sustancia vaporosa, antes de que ella se condensara en la sólida costra terrestre. Sólo cuando la vida había abandonado las formas, pudieron éstas cristalizarse y convertirse en cosas duras y muertas. El carbón mineral no es otra cosa que el cuerpo cristalizado de los cuerpos vegetales, lo mismo que el coral es la cristalización de las formas animales. La vida deja las formas y las formas mueren. La vida nunca vino a una forma a despertarla y animarla. Fue la vida la que se retiró de las formas y las formas murieron. Así es como aparecieron las cosas “muertas”. En este quinto estrato está la fuente primordial de la vida de donde surgió el ímpetu que construyó todas las formas de la Tierra. Corresponde a la Región del Pensamiento Abstracto.

6. Estrato Ígneo: Por extraño que parezca, este estrato posee sensación. El placer y el dolor, la simpatía y la antipatía tienen su efecto aquí en la Tierra. Se supone generalmente que la Tierra no puede tener sensaciones de ninguna especie, sean cual fuera las circunstancia. El Ocultista, sin embargo, mientras observa la siega del grano maduro o la recolección de las frutas en el Otoño, o el corte de las flores, conoce el placer que experimenta la Tierra con ello. Es un placer similar al que siente la vaca cuando el ternero chupa la leche de sus ubres repletas. La Tierra siente placer al haber proveído la nutrición necesaria para su progenie de formas, y este placer alcanza su culminación durante el tiempo de la cosecha.

Por otro lado, cuando se arranca a las plantas de raíz, es evidente para el ocultista que la Tierra siente un pinchazo de dolor. Por esa razón no quiere comer alimentos vegetales que crezcan bajo la tierra. En primer lugar, están llenos de energía terrestre y son escasos de fuerza solar, estando además emponzoñados por el hecho de haber sido arrancados de raíz. La única excepción a esta regla es la patata, que originalmente creció en la superficie de la tierra y que sólo en tiempos comparativamente recientes empezó a desarrollarse bajo el suelo. Los Ocultistas tratan siempre de nutrir sus cuerpos con frutos que crezcan al sol, porque contienen mayor cantidad de la superior energía solar y no han causado dolor alguno a la Tierra.

Podría suponerse que la miseria es algo muy penoso para la Tierra, pero ocurre justamente lo contrario. Cada desintegración de la costra dura le proporciona una sensación de alivio y cada solidificación y endurecimiento es una fuente de dolor.

Cuando un torrente de la montaña arrastra el suelo consigo y lo lleva hacia las llanuras, la Tierra se siente más libre; pero cuando el limo vuelve a depositarse otra vez, como ocurre en los bancos de la boca de los grandes ríos, se produce una sensación de molestia.

Como la sensación en los animales y el ser humano se debe a sus respectivos cuerpos vitales separados, así también las sensaciones de la Tierra son particularmente activas en este Sexto Estrato, que corresponde al Mundo del Espíritu de Vida. Para comprender el placer que siente la Tierra cuando los trabajos mineros desintegran las duras rocas, y el malestar cuando los depósitos se van juntando, debemos recordar que la Tierra es el cuerpo denso de un Gran Espíritu, el que, para suministrarnos un medio ambiente en el que podamos vivir y obtener experiencia, ha tenido que cristalizar su cuerpo hasta alcanzar su estado sólido actual.

Conforme prosiga la Evolución y el hombre aprenda las lecciones correspondientes a este punto máximo de concreción, entonces la Tierra se irá ablandando y su Espíritu se liberará más y más. Esto es lo que quería decir San Pablo cuando hablaba de que toda la creación está gimiendo penosamente, esperando por el día de la liberación.

7. Estrato Reflector: esta parte de la Tierra corresponde al Mundo del Espíritu Divino. Existen en la Ciencia Oculta lo que se denomina “Los Siete Secretos Indecibles”. Para los que no conozcan estos secretos o no tengan por lo menos una vislumbre de su importancia, las propiedades de este estrato deben parecerles peculiarmente absurdas y grotescas. En este estrato existen todas las fuerzas morales o más bien inmorales que conocemos como las “Leyes de la Naturaleza”. Al principio de la carrera consciente del hombre, estas fuerzas eran muchísimas peores que actualmente, pero parece que conforme la humanidad progresa éticamente, estas fuerzas mejoran correspondientemente, y cualquier relajamiento que se produzca en la moral tiene cierta tendencia a desencadenar estas Fuerzas de la Naturaleza, provocando caos terribles en la Tierra, mientras que el anhelo y la lucha ferviente por altos ideales convierte a esas fuerzas en menos enemigas del ser humano.

Las fuerzas de este estrato son, en todo momento, un reflejo exacto del estado de la moral existente en la humanidad. Desde el punto de vista oculto, la “Mano de Dios” que castiga a Sodoma y Gomorra, no es una superstición estúpida, porque así como existe una responsabilidad individual para la Ley de Consecuencia que atrae a cada persona los justos resultados de sus obras, sean buenas o malas, así también existe una responsabilidad comunal y nacional, que atrae sobre los grupos correspondientes de seres humanos los resultados ineludibles de sus actos colectivos. Las fuerzas de la Naturaleza constituyen los agentes generales de esa justicia retributiva, causando inundaciones, terremotos o bien las provechosas formaciones de yacimientos petrolíferos o carboníferos para varios grupos, de acuerdo con sus merecimientos.

8. Estrato Atómico: éste es el nombre dado por los Rosacruces a la octava capa de la Tierra, que es la expresión del Mundo de los Espíritus Virginales. Parece tener la propiedad de multiplicar muchas veces las cosas que hay allí. Esto se aplica, sin embargo, solamente a las cosas que han sido definitivamente formadas. Un trozo informe de madera, o una piedra bruta, no tiene existencia allí, pero todo lo que ha sido esculpido o modelado o tiene vida y forma, como una flor o un cuadro, este estrato lo multiplica hasta un grado asombroso.

9. Expresión Material del Espíritu Terrestre: existen aquí corrientes lemniscatas (en forma de 8) que están íntimamente relacionadas con el cerebro, el corazón y los órganos sexuales de la raza humana. Corresponde al Mundo de Dios.

10. Centro del Ser del Espíritu Terrestre: nada más puede decirse acerca de éste, sino que es el estrato germinal ultérrimo de todo cuanto hay en la Tierra y corresponde al Absoluto.

del libro Temas Rosacruces UNO 
 publicado por Estudiantes de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel


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Del corazón puro y sencilla intención



CAPÍTULO 4: DEL CORAZÓN PURO Y SENCILLA INTENCIÓN

1. Con dos alas se levanta el hombre de las cosas terrenas, que son sencillez y pureza. La sencillez ha de estar en la intención y la pureza en la afición. La sencillez pone la intención en Dios; la pureza le reconoce y gusta. Ninguna buena obra te impedirá, si interiormente estuvieres libre de todo desordenado deseo. Si no piensas ni buscas sino el beneplácito divino y el provecho del prójimo, gozarás de interior libertad. Si fuese tu corazón recto, entonces te sería toda criatura espejo de vida, y libro de santa doctrina. No hay criatura tan baja ni pequeña, que no represente la bondad de Dios.

2. Si tú fueses bueno y puro en lo interior, luego verías y entenderías bien todas las cosas sin impedimento. El corazón puro penetra al cielo y al infierno. Cual es cada uno en lo interior, tal juzga lo de fuera. Si hay gozo en el mundo, el hombre de puro corazón le posee. Y si en algún lugar hay tribulación y congojas, es donde habita la mala conciencia. Así como el hierro, metido en el fuego, pierde el orín y se pone todo resplandeciente; así el hombre que enteramente se convierte a Dios, se desentorpece y muda en nuevo hombre.

3. Cuando el hombre comienza a entibiarse, entonces teme el trabajo, aunque pequeño, y toma con gusto la consolación exterior. Mas cuando se comienza perfectamente a vencer y andar alentadamente en la carrera de Dios, tiene por ligeras las cosas que primero tenía por pesadas.

del libro "Imitación de Cristo", de Tomás de Kempis


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martes, 27 de diciembre de 2016

Dos preguntas y sus respuestas


Capítulo VI
DOS PREGUNTAS Y SUS RESPUESTAS

Un estudiante pregunta: “¿No es la Naturaleza culpable de las deformaciones en el Reino Vegetal y Animal, lo mismo que en la raza humana? ¿Puede existir una inteligencia perfectamente equilibrada y sana juntamente con una voluntad poderosa en un cuerpo deforme?”

En primer lugar sería apropiado preguntar qué es lo que se entiende aquí por Naturaleza. Bacon dice que Dios y la Naturaleza se diferencian entre sí como el sello y su estampa. La Naturaleza es el símbolo visible de Dios, y en nuestra época tenemos una fuerte tendencia a pensar en la Naturaleza en forma muy materialista. Pero en toda manifestación de la Naturaleza existen fuerzas, no fuerzas ciegas, sino inteligentes, que son las que motivan la acción. Cuando hablamos de electricidad, de magnetismo, de expansión del vapor, etc., en realidad se trata de inteligencias invisibles para nosotros, que se ponen en operación cuando se establecen ciertas condiciones. Los Espíritus de la Naturaleza forman las plantas, los cristales de roca y juntamente con otras numerosas jerarquías están trabajando continuamente en torno de nosotros, aunque invisiblemente; sin embargo, están siempre ocupadísimos en hacer eso que llamamos Naturaleza.

Son seres evolucionantes, como nosotros, y por el hecho mismo de que estén evolucionando se ve que no son perfectos y que, por lo tanto, pueden cometer errores que resulten en deformaciones o malformaciones, de manera que puede decirse que las inteligencias invisibles que hacen lo que nosotros llamamos la Naturaleza, son culpables de frecuentes errores, lo mismo que nosotros.

En cuanto a la otra pregunta respecto a si puede existir una inteligencia sana y equilibrada, así como una poderosa voluntad en un cuerpo deforme, podemos contestar que sí, indudablemente, pero como la expresión de esa inteligencia depende de la eficiencia de su instrumento, puede encontrarse obstaculizada por la deformidad física, en la misma forma en que un hábil obrero puede encontrarse obstaculizado en su eficiencia por el estado de sus herramientas.

La siguiente observación es muy digna de tenerse en cuenta: se dice en la obra Concepto Rosacruz del Cosmos que la facultad de percibir el espacio está relacionada con el delicadísimo ajuste de los tres canales semicirculares del oído, que señalan tres dimensiones del espacio. El pensamiento lógico y el talento matemático están siempre en relación con la precisión de su ajuste.

“Parece que la percepción de la cuarta dimensión ha sido obtenida por matemáticos de alto grado. ¿Podríais indicarnos si ha habido algún cambio en la disposición de esos canales semicirculares o cuál es el proceso que nos lleva a la conciencia de la cuarta dimensión?

“Parecería que los Espíritus de la Naturaleza y los elementales tienen esta conciencia de la cuarta dimensión, la cual constituye un grado superior al que nosotros poseemos actualmente y quizá superior aun al que poseen las abejas o los caballos de Elberfeld. ¿Queréis proveernos del eslabón que falta? ¿Qué es lo que hace al hombre o a la humanidad superior a estos seres y cuál es la disposición de estos canales semicirculares en el caso de esos caballos excepcionales?”

Para la mayoría de la humanidad las cifras constituyen algo absolutamente seco; no sólo carecen de interés, sino que son completamente aburridoras, porque estamos acostumbrados a vivir una vida objetiva entre otras personas y amigos, y damos expresión a nuestros deseos, sentimientos y emociones, y cuanto más intensos son, tanto más interesante encontramos la vida, mientras que, por el contrario, las cosas que no nos ofrecen ninguna emoción, las consideramos aburridas y sin interés. Por consiguiente, la mayoría no se ocupa de las matemáticas ni de nada que agudice la mente, sin despertar simultáneamente la naturaleza emocional.

Sabemos que Dios geometriza, y que todos los procesos de la Naturaleza están fundados en un cálculo sistemático efectuado en la Mente Maestra. Por cuanto Dios, como Gran Arquitecto del Universo, ha construido todo el mundo de acuerdo con cálculos matemáticos, entonces sabemos que consciente o inconscientemente el matemático va dirigiéndose por un rumbo que eventualmente lo llevará a encontrarse frente a frente con Dios y esto en sí mismo supone una expansión de la conciencia. Si consideramos el hecho de que cada uno de los canales semicirculares es realmente un nivel suprasensitivo, ajustado para indicar a nuestra conciencia los movimientos de nuestro cuerpo en largo, ancho y alto, también comprenderemos que su ajuste de precisión es necesario para la percepción en el espacio. Si son exactos, entonces la percepción en el espacio de esa persona es perfecta, y si se entregara al estudio de las matemáticas sus teorías concordarían con lo que ve en el mundo, y sus hechos reales.

En algunas mentalidades elevadas se engendra cierto amor por las cifras y los números, de manera que pueden reposar en esa mentalidad, que para los demás es fuente de cansancio y fatiga, y entonces el amor por las cifras puede despertar en él las facultades latentes, pero no debido a ningún cambio en los canales semicirculares, porque estas estructuras óseas no se cambian fácilmente en el curso de una vida. No queda duda alguna, sin embargo, de que todo aquel que tenga vocación por la música o las matemáticas formará más tarde, en el Segundo Cielo, esos canales con mayor precisión y ajuste, en el período que va desde la muerte a un nuevo nacimiento.

Con respecto a la conciencia de los elementales o Espíritus de la Naturaleza, es correcto presumir que tienen lo que podría llamarse una conciencia cuadridimensional, porque además de la altura, largo y anchura, existe lo que podríamos llamar compenetrabilidad de los éteres. Con la visión etérica se puede ver a través de una montaña y si tenemos un cuerpo etérico como el que tienen los Espíritus de la Naturaleza, entonces podemos caminar a través de las rocas más duras del granito. No presentarán esas rocas a nuestra marcha más obstáculo que el aire a nuestra marcha en la tierra. Y en realidad ni siquiera eso, porque aquí a veces nos obstaculiza el viento.
Pero aun entre los Espíritus de la Naturaleza hay diferentes entidades y una correspondiente variación de la conciencia.

Los cuerpos de los gnomos están formados principalmente por éter químico, y de ahí que pertenezcan a la tierra y sean terrenos, esto es: uno nunca los ve volando con los silfos. Pueden ser quemados en el fuego. También se van volviendo viejos, en una forma no muy distinta a la de los seres humanos.

Las ondinas que viven en las aguas y los silfos del aire también están sujetos a la muerte, estando sus cuerpos formados por el éter vital y el éter luminoso respectivamente, lo que los hace mucho más longevos, de manera que mientras los gnomos no viven más que unos cuantos centenares de años, las ondinas y los silfos pueden vivir millares de años, y las salamandras, cuyos cuerpos están formados principalmente por el cuarto éter, se dice que viven muchos millares de años. La conciencia que anima y forma estos cuerpos pertenece a un número de jerarquías divinas que están obteniendo más y más experiencia de esta manera, y las formas que están construidas de materia y están así animadas, han alcanzado cierto grado de conciencia de sí mismas. Durante esas larguísimas existencias, tienen cierto sentido de su propia vida transitoria, y en rebeldía contra este estado de cosas se produce esa guerra de los elementos, notablemente entre el Fuego, el Aire y el Agua. Imaginándose que se los tiene en esclavitud, tratan de liberarse de sus grilletes por la fuerza, y como no tienen bastante sentido para guiarse por sí mismos, corren desordenadamente, en forma destructiva, lo que a veces puede producir grandes catástrofes. La conciencia de los gnomos es demasiado lerda para que sean capaces de tomar la iniciativa, pero frecuentemente se hacen cómplices de los demás Espíritus de la Naturaleza, abriéndose pasajes en las rocas, lo que favorece luego las explosiones.

Sin embargo, todo esto nada tiene que ver con los caballos de Elberfeld u otros animales prodigios. Estos constituyen la vanguardia de sus respectivos Espíritus colectivos o grupales, y probablemente es la última vez que se han encarnado en forma animal. Cuando se producen estos casos, esos espíritus son relegados al Caos, donde tendrán que esperar durante la Noche Cósmica, hasta que sus hermanos menos dotados lleguen al estado de desenvolvimiento necesario para comenzar su evolución humana en el Período de Júpiter.

del libro Temas Rosacruces UNO 
publicado por Estudiantes de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel

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Del hombre bueno y pacífico


CAPÍTULO 3: DEL HOMBRE BUENO Y PACÍFICO.

1. Ponte primero a ti en paz, y después podrás apaciguar a los otros.
El hombre pacífico aprovecha más que el muy letrado.
El hombre apasionado, aun el bien convierte en mal, y de ligero cree lo malo.
El hombre bueno y pacífico todas las cosas echa a la buena parte.
El que está en buena paz, de ninguno sospecha.
El descontento y alterado, con diversas sospechas se atormenta; ni el sosiega, ni deja descansar a los otros.
Dice muchas veces lo que no debiera, y deja de hacer lo que más le convendría.
Piensa lo que otros deben hacer, y deja él sus obligaciones.
Ten, pues, primero celo contigo, y después podrás tener buen celo con el prójimo.

2. Tú sabes excusar y disimular muy bien tus faltas, y no quieres oír las disculpas ajenas.
Más justo sería que te acusases a ti, y excusases a tu hermano.
Sufre a los otros si quieres que te sufran.
Mira cuán lejos estás aún de la verdadera caridad y humildad, la cual no sabe desdeñar y airarse sino contra sí.
No es mucho conversar con los buenos y mansos, pues esto a todos da gusto naturalmente; y cada uno de buena gana tiene paz, y ama a los que concuerdan con él.
Pero poder vivir en paz con los duros, perversos y mal acondicionados, y con quien nos contradice, grande gracia es, y acción varonil y loable.

3. Hay algunos que tiene paz consigo, y también con los otros.
Otros hay que ni la tienen consigo, ni la dejan tener a los demás: molestos para los otros, lo son más para sí mismos.
Y hay otros que tienen paz consigo, y trabajan en reducir a paz a los otros.
Pues toda nuestra paz en esta miserable vida, está puesta más en el sufrimiento humilde, que en dejar de sentir contrariedades.
El que sabe mejor padecer, tendrá mayor paz. Este es el vencedor de sí mismo y señor del mundo, amigo de Cristo y heredero del cielo.

del libro "Imitación de Cristo", de Tomás de Kempis

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lunes, 26 de diciembre de 2016

El espíritu de la Tierra


Capítulo V
EL ESPÍRITU DE LA TIERRA

La mayoría de nosotros marchamos sobre la Tierra y vemos sólo una masa muerta en apariencia, pero uno de los primeros hechos que se revelan a la conciencia del iniciado es la realidad viviente del Espíritu de la Tierra. Así como la superficie del cuerpo está muerta en comparación con los órganos internos, así también la envoltura exterior de la Tierra, encostrada, no nos da ninguna idea de la maravillosa actividad que hay en su interior.

En el sendero de la Iniciación se van revelando nueve estratos diferentes y en el centro mismo de esta esfera rodante encontramos al Espíritu de la Tierra frente a frente.

Es absolutamente cierto que “está gimiendo penosamente” en la Tierra para beneficio de todos, trabajando y esperando ansiosamente por la manifestación de los Hijos de Dios, de manera que, igual como el alma que busca y aspira a la liberación es liberada de su cuerpo denso, así el Espíritu de la Tierra pueda también ser liberado de su cuerpo de muerte, en el que está actualmente confinado por nosotros.

Por supuesto, no hay que pensar que el Espíritu de la Tierra sea un hombre más grande o que tenga una forma física diferente de la de la Tierra misma. El cuerpo vital de Jesús, en el que se focalizó el Espíritu de Cristo antes de su ingreso en la Tierra, tiene la forma humana corriente; ha sido conservado y se le muestra al candidato al llegar a cierto punto de su progreso. Algún día, en el lejano futuro, volverá a servir de albergue al benevolente Espíritu de Cristo cuando retorne del Centro de la Tierra, en tiempos en que todos nos hayamos vuelto etéricos y en que Él estará pronto para ascender a las Esferas Superiores, dejándonos para que seamos enseñados por el Padre, cuya religión será mucho más elevada que la Cristiana.

El mito de Fausto nos presenta una situación curiosa en el encuentro del héroe, que es el alma que busca la verdad, con diferentes clases de espíritus. El espíritu de Fausto, inherentemente bueno, se siente atraído hacia los órdenes elevados; se siente afín al benevolente Espíritu Terrestre, y se lamenta de su incapacidad para detenerlo y aprender de Él. Frente a frente con el Espíritu de la Negación, que sólo desea enseñar y servir, se encuentra en cierto sentido dueño de la situación, porque el Espíritu no puede salir pasando sobre el símbolo de la Estrella de cinco puntas en la posición en que ha sido colocada en el suelo. Pero tanto su incapacidad para detener al Espíritu de la Tierra y obtener enseñanza de ese exaltado Ser como su dominio sobre el Espíritu de la Negación, son debidas al hecho de que se ha puesto en contacto con ellos por casualidad y no merced al poder anímico internamente logrado.

Cuando Parsifal, el héroe de otro de esos grandes mitos anímicos, visita por primera vez el Castillo del Grial, se le pregunta cómo es que ha llegado allí, a lo cual contesta: “No lo sé”. Sencillamente ocurrió que entró en el lugar santo, de la misma manera en que un alma obtiene a veces vislumbres de los reinos celestiales en una visión. Pero no podía quedarse en Montsalvat. Se vio obligado a salir otra vez al mundo y aprender sus lecciones. Muchísimos años después volvió al Castillo del Grial, cansado y abatido por su búsqueda, y entonces se le hizo la misma pregunta: “¿Cómo viniste aquí?” Pero esta vez la respuesta fue distinta: “Vine sufriendo y buscando”.

Éste es el gran punto cardinal que señala la gran diferencia entre las personas que accidentalmente se ponen en contacto con los espíritus de los reinos suprafísicos o quienes, por pura casualidad, tropiezan con la solución de alguna ley de la Naturaleza, y aquellos que mediante una búsqueda diligente y en particular por vivir una vida de sacrificio, alcanzan la Iniciación consciente en los secretos de la Naturaleza. Los primeros no saben cómo emplear ese poder inteligentemente y se encuentran por lo tanto desvalidos. Los últimos son siempre dueños de las fuerzas que manejan, en tanto que los otros son simples muñecos para el que quiera aprovecharse de ellos.

del libro Temas Rosacruces UNO
publicado por Estudiantes de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel


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De la humilde sumisión



CAPÍTULO 2: DE LA HUMILDE SUMISIÓN.

1. No te importe mucho quién es por ti o contra ti; sino busca y procura que sea Dios contigo en todo lo que haces.
Ten buena conciencia, y Dios te defenderá.
Al que Dios quiere ayudar, no le podrá dañar la malicia de alguno.
Si sabes callar y sufrir, sin duda verás el favor de Dios.
El sabe el tiempo y el modo de librarte; y por eso te debes ofrecer a El.
A Dios pertenece ayudar y librar de toda confusión.
Algunas veces conviene mucho, para guardar mayor humildad, que otros sepan nuestros defectos y los reprendan.

2. Cuando un hombre se humilla por sus defectos, entonces fácilmente aplaca a los otros, y sin dificultad satisface a los que le odian.
Dios defiende y libra al humilde; al humilde ama y consuela; al hombre humilde se inclina; al humilde concede gracia, y después de su abatimiento le levanta a gran honra.
Al humilde descubre sus secretos, y le trae dulcemente a Sí y le convida.
El humilde, recibida la afrenta, está en paz; porque está con Dios y no en el mundo.
No pienses haber aprovechado algo, si no te estimas por el más inferior de todos.

del libro "Imitación de Cristo", de Tomás de Kempis


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domingo, 25 de diciembre de 2016

Astrología, filosofía y fisiología_9


ASTROLOGÍA, FILOSOFÍA Y FISIOLOGÍA 

Conferencia de Richard Koepsel 
vía Skype Viernes 2 de diciembre de 2016 

Leer un periódico es una experiencia muy diferente a leer a Platón. El periódico es somero y superficial, mientras que Platón es profundo y denso. El Concepto Rosacruz del Cosmos también es profundo y denso. Al leer el Concepto Rosacruz del Cosmos desarrollamos una apreciación por las cosas profundas y significativas. Desde esa apreciación, a veces, miramos para abajo las cosas livianas y superficiales. Es verdad que muchas cosas livianas y superficiales son huecas, sin embargo, no todo lo que es liviano y superficial es hueco. Hay algunas cosas que son valiosas en su simplicidad y claridad. A menudo son innegables y algunas veces esa habilidad de innegabilidad es necesaria. 

El sol está ahora en Sagitario, así es que veremos a Géminis, el signo opuesto. Géminis es el signo que más rige las cosas livianas y superficiales. A veces, parece que alguien que tiene mucho Géminis en su horóscopo puede hablar por horas acerca de casi nada. Si alguien prefiere las cosas profundas, esa habladuría le resultará molesta. Lo que más molesta a algunos es cuando se está discutiendo un asunto con alguien con mucho Géminis, ya que ese individuo puede y lo hará, argumentar por ambos lados del tema. Para alguien que quiere una sola verdad en todo, eso es frustrante. La habilidad de ver los dos lados de un asunto es regida por Géminis. Queremos explorar esa habilidad para ver los dos lados de las cosas en esta charla. Queremos entender los principios de esto y cómo funcionan en la Fisiología espiritual. 

En esta charla y en las próximas tres charlas, vamos a hablar sobre principios muy amplios. Entonces, tendremos una sesión de preguntas y respuestas y si continuamos más adelante, nos abocaremos a una Fisiología más técnica. Estudiaremos el cuerpo denso humano, sistema por sistema; probablemente, empezaremos por el sistema circulatorio, de la manera en que lo hizo Max Heindel. 

La palabra “Dios” es una palabra sobre usada. Las palabras que son excesivamente usadas pierden su potencia. La palabra “Dios” ha sido tan sobre usada que casi se ha vuelto profana y en algunos casos, sin sentido. Cuando leemos el Concepto Rosacruz del Cosmos notamos que Max Heindel usa muy poco la palabra “Dios”; en vez de ella, usa el término Espíritu Universal y ese es un término muy bueno porque apunta a la  naturaleza del Espíritu Universal. Y eso no nos da solo un nombre como lo es “Dios”. En la Biblia, Cristo dice: “Dios es Espíritu y debe ser adorado en espíritu y en verdad”. El término “Espíritu Universal” es otra manera de decir el “Espíritu Uno” o el “Espíritu de Unidad”, el cual es trascendental. Platón y los otros filósofos órficos, como los platónicos, le llaman “El Uno”. 

Los órficos fueron filósofos matemáticos espirituales. Por ejemplo, ellos veían en las fracciones - que eran divisiones - que el 1 podía ser dividido por cualquier número, sin perder su unidad. Así, decimos: una mitad, un cuarto, un octavo, etc… El 1 es dividido pero, el Espíritu Uno es indivisible, porque nunca pierde su unidad en las partes. El Uno es el Uno y en esa unidad, la universalidad y la unidad nunca se pierden en ninguna parte de sí. Cualquier número dividido por 1 permanece en sí mismo y mantiene su identidad, su unidad en sí mismo. Si 3 es dividido por 1, sigue siendo 3. Esto implica que hay un todo, un 1 que tiene 3 partes. Los órficos como Platón, se dieron cuenta que el 1 era un número especial. Era el número especial entre todos los números, era la fuente de todos los números; estaba más allá de todos los números. Sin embargo, si tenemos solo el 1, nada puede ser hecho. El 1 está contenido en sí mismo; sin embargo, el Espíritu Universal, el Uno, es creador, es generoso, es inquiridor. Así es que, con el objeto de crear, compartir e inquirir, se divide en sí mismo. Investiga en su potencial interno, comparte con todos los espíritus internos y crea otras interioridades potenciales. Esto quiere decir que se divide en sí mismo, consigo mismo y lo hace sin perder su unidad, sin perder su singularidad. Obviamente, hay una división simple entre lo conocido y lo desconocido, entre lo actual y lo potencial. 

Ahora, regresemos a las cosas simples, la simplicidad regida por Géminis. En matemáticas, la división más simple es la división por 2; la más simple, en objetos, es una cosa dividida en dos. En Cosmogénesis, la división más simple es cuando el Uno de divide en el Dos, dentro de sí. No es la única división de lo conocido y lo desconocido, es a través de todo el Espíritu Universal. Encontramos esto en todo el Concepto Rosacruz del Cosmos y en todos los escritos de Max Heindel. Hay una división entre el espíritu y la materia, entre la vida y la forma, entre lo abstracto y lo concreto y en el principio, entre la Voluntad y la Imaginación. Estas son divisiones fundamentales, son divisiones necesarias. La palabra “división” en inglés, literalmente significa “dos visiones” o “visión dividida”. Estas son divisiones simples, básicas y fundamentales, necesarias para la creación; sin estas divisiones no habría realización en la creación (realización significa hacer real). Sin realización, la creación habría sido un “hacer creer”, sería mera fantasía. Es la división interna y la lucha resultante lo que hace que lo real sea posible; esto es verdad tanto en el Macrocosmos como en el Microcosmos, que somos nosotros. Queremos verlo en el Microcosmos del cuerpo humano denso. 

En Fisiología, la división es vista en términos de polaridad. En la polaridad, los polos opuestos son necesarios el uno al otro. Son necesarios entre ellos para lograr realizar cosas, para hacer las cosas. Un ejemplo de polaridad es la ionización: los iones positivos y negativos interactúan para hacer cosas. Cuando estudiamos la absorción del agua en el intestino grueso, nos dimos cuenta de que era hecho, en parte, debido a la bomba iónica que reubicaba la polarización iónica. 

La ionización no es el ejemplo que estamos buscando, porque resuena más con Urano y Acuario que con Mercurio y Géminis. Sin embargo, hay un aspecto de esto que ilustra el principio que estamos estudiando: si tomamos un magneto, una simple barra magnética, tendremos un ejemplo de polarización. Un extremo de la barra se polariza positivamente y el otro extremo, negativamente. El extremo positivo atraerá los extremos negativos de otros magnetos y repelerá los extremos positivos de otros magnetos. Si cortamos la barra magnetizada por la mitad, tendremos dos nuevas barras magnéticas; el antiguo polo positivo aun será positivo, pero tendrá un nuevo polo negativo. Supongan que cortamos una rebanada muy delgada, de unos pocos milímetros - del polo negativo de la barra magnética - la cara de esa rebanada que fue el polo negativo aun permanecerá negativamente polarizada, pero la cara opuesta, la cara nueva que fue producida por la rebanada, que solo algunos segundos atrás era negativa, ahora será una nueva cara positiva. Esa es la naturaleza de la polarización. 

Una vez que la polarización queda establecida, los polos se necesitan mutuamente, tanto como se oponen entre ellos. El hecho de que la nueva cara positiva de la delgada rebanada fuera cambiada de ser negativa a positiva, aun es necesaria, es análoga a la manera en que Géminis cambia de lado en una discusión para mantener las cosas justas; para seguir adelante con el argumento, de manera que pueda ser aprendido mejor. Muestra los dos lados del asunto vivos y viables. Si estamos atados o aferrados a un lado del problema, si ambos lados son importantes, encontraremos que esto es molesto. Max Heindel dice que, como cristianos, no debemos ser patriotas. Podemos amar a nuestro país y podemos ser buenos ciudadanos, pero si nos volvemos patriotas tendremos enemigos que tenemos que odiar y eso no es cristiano. Como cristianos, vemos el magneto completo y si somos convocados por un lado del problema, cumpliremos vigorosamente con nuestro deber, lo que es vital para lograr cosas, pero no odiaremos a nuestros oponentes. Como dijo Cristo, en la Biblia: “Ama a tu enemigo”. 

Ahora veamos las necesidades creadas por las limitaciones de las polaridades en otra línea de la Fisiología.

En el símbolo de Géminis, las rayas verticales están limitadas o constreñidas por las rayas horizontales. Las verticales representan dirección para cosas altas o bajas. Si tuviéramos las verticales sin que  surjan limitaciones, como lo tenemos en el símbolo de las paralelas, no habría restricciones, en cuanto a qué tan alto o cuán bajo pudiéramos ir. 

En inglés tenemos un dicho para esa condición, decimos: “el cielo es el límite”. Porque no hay límite para el cielo; no hay límites pero, tampoco se realiza nada que sea práctico, porque no hay límites. Los límites, en el símbolo de Géminis, son horizontales, retienen la verticalidad del espíritu para que las cosas puedan ser hechas, son como capas o niveles. En la Ciencia o en la Economía se les llama tapas o techos y pisos o fundamentos. 

El lecho rocoso, del que hablamos en la charla de Tauro, es como la raya horizontal de abajo, es el fundamento. En simbología, una raya o línea vertical es como una declaración espiritual o una afirmación o la posesión de un principio, es como el báculo de Wotán, del cual habló Max Heindel en “El Misterio de las Grandes Óperas”; es el báculo de la Ley, es como la vara de Aarón, es como el báculo del pastor. Las verticales, en el símbolo de Géminis, están limitadas por las horizontales. Las limitaciones horizontales son negaciones para las verticales. Es como si las horizontales les dijeran a las verticales:”No puedes ir más alto ni puedes ir más bajo”. Observando el símbolo de Géminis, es importante saber que hay dos verticales que son limitadas. En el zodíaco pictórico, Géminis es el retrato de dos hermanos gemelos, tomados de los brazos. Son gemelos fraternos pero no idénticos. Al principio, uno era inmortal y el otro mortal; ellos estaban polarizados, siendo opuestos entre sí y porque se amaban, compartieron la inmortalidad y compartieron la mortalidad. De esa manera, cuando uno estaba vivo, el otro estaba muerto; lo cual es un perfecto relato para ilustrar la polaridad. En todo caso, estamos tratando de inducir una doble limitación para los actos gemelos (dobles). 

Para tratar de entender esto, tenemos que trabajar con algo que es muy difícil. Parte de la dificultad es lingüística. En español, una negación doble quiere decir que algo es doblemente negativo, el doble de malo. En inglés, en una doble negación, una cancela a la otra y el resultado es un positivo. Solo sé inglés, así es que, los intérpretes van a tener que trabajar muy duro para captar esta idea. Géminis y Mercurio siguen la lógica, son filósofos, filósofos académicos que profundizan muy hondo en la lógica; esa profundidad es regida por Saturno. Saturno es un planeta muy cauteloso y cuidadoso, así que estos “diplomados” son muy cuidadosos con la lógica y tienen algunas cosas prudentes que decir sobre la verdad. No es suficiente, para ellos, establecer que algo es verdad. Dicen esto porque, ante posibilidades ilimitadas, algo puede ser verdadero y también otra cosa al mismo tiempo. Para estar seguros, ellos establecen la verdad de una manera muy cuidadosa. Dicen algo como esto: “Algo es verdad si es cierto y no es incierto al mismo tiempo”. Pueden ver la limitación en que no puede ser ninguna otra cosa. Ahora, en esa definición de la verdad, nunca usamos la palabra “falso”, porque si usamos la palabra “falso”, estaríamos introduciendo un nuevo concepto, porque “incierto” no es lo mismo  que “falso”. 

Los lógicos, como Géminis, quieren las cosas simples y muy, muy claras. Géminis es un signo de aire y ellos desean una definición que sea hermética (air-tight). ¡Qué otra cosa esperarían de Géminis! Esta definición de la verdad funciona en Fisiología en maneras que son maravillosas; se manifiesta en cada paso que damos, no podemos caminar sin esta lógica. Todos sabemos que Mercurio rige a los nervios, de la misma manera que a la lógica. En el cuerpo humano denso, los nervios estimulan a los músculos. Los nervios estimulan o relajan la contracción de los músculos como otro doblete geminiano.

Los músculos son, primariamente, proteína y son regidos por Marte, porque sabemos por Max Heindel, que los músculos son consolidaciones del deseo. Debido a esto, podemos ver que siendo los músculos estimulados por Mercurio, son un microcosmos de la mente que es regida por Mercurio, estimulando las acciones en el cuerpo de deseos, cuya motivación a la acción es inducida por Marte. Cuando caminamos, el impulso nervioso impele a los músculos para mover la pierna hacia adelante. Sin embargo, eso no es todo lo que está pasando. La pierna, antes de la estimulación, no está colgando al aire, sino que está firme en su lugar. La razón por la que estaba firme es porque otro conjunto de músculos la mantiene en su lugar. Antes que el primer conjunto de músculos pueda moverla hacia adelante, el otro conjunto debe relajarlos; esto significa que un impulso nervioso está relajando la pierna de su posición firme, al mismo tiempo y en armonía, con otro impulso que está moviéndola a una nueva posición. Así es que, un impulso dice “quiero moverme”, el otro está diciendo “nada de eso será posible a menos que entregue el control”. Así, podemos ver que los nervios funcionan de acuerdo a las más rigurosas reglas de la lógica. El trabajo en conjunto, de los impulsos nerviosos, que es como uno de los mellizos muriendo y el otro naciendo, se llama “coordinación”. 

Esto es lo que estábamos aprendiendo cuando dimos nuestros primeros pasos en la infancia. Si se observa cuidadosamente, uno puede ver que parte de la coordinación está incompleta cuando un niño se cae. La aplicación directa de este conocimiento no es tan fácil como las otras cosas que hemos estudiado. Este principio se aplica a cualquier habilidad motora voluntaria que quisiéramos desarrollar. Si, por ejemplo, vamos a tocar un instrumento musical, nos tomará tiempo desarrollar la coordinación de las fases neuromusculares. Si se está desarrollando nuevos músculos, a menudo toma más tiempo del que esperamos. Algunas veces, las habilidades de la nueva neuromusculatura parecen imposibles al principio, pero con persistencia, tratando de hacerlo y practicando, esa aparente imposibilidad se supera y se hace más fácil. Ese es el valor de la repetición geminiana. 

La Astrodiagnosis y la curación no son fáciles. Supongan que alguien tiene a Marte  opuesto a Mercurio; eso puede significar problemas neuromusculares, pero también podría significar otras cosas, tales como erupciones, impétigo y atolondramiento. Habiendo tantas posibilidades, los astrólogos, a menudo, enfrentan este tipo de dilema, por lo que la Astrodiagnosis debería estar unida al diagnóstico médico, siempre que sea posible. Si se ha determinado que hay un problema neuromuscular, eso es algo serio que puede ser tratado a través de hierbas o masajes o por los auxiliares invisibles que pueden entrar en el cuerpo y cambiarlo, pero más probablemente, no sea fácil de superar. Los auxiliares invisibles pueden o no ser capaces de corregirlo, pero dan la mejor oportunidad para curarse, si saben lo que están operando. Las aplicaciones indirectas de los principios geminianos, aquellos principios geminianos que estamos viendo, son másfavorables. En el Himno de Apertura (en inglés) encontramos las palabras: “con la antorcha de la razón buscamos la verdad”. Más adelante dice:”La antorcha de la razón es la mejor herramienta”. Esto nos dice que aprender las cosas por la razón, como lo estamos tratando de hacer ahora, es de mucha importancia. Dado que todos somos buscadores de la verdad y desde que estos principios geminianos se aplican a la razón, es verdad que es beneficioso para nosotros el aplicarla a lo que aprendemos. Algunas veces, como verdaderos buscadores, encontramos cosas que aparentan ser verdaderas. En estos casos, es sabio asegurarse que tampoco sean inciertas porque, muy bien puede ser verdadero y algo más, algo que no es lo que necesitamos o lo que estamos buscando. 

Durante los últimos minutos daremos un vistazo muy breve a otro aspecto de la polaridad geminiana. La polaridad binaria, que significa dos polos, se manifiesta en ciclos – ciclos de estados opuestos – tales como: día y noche, invierno y verano, etc… Los estados opuestos son muy diferentes entre sí y cuando los comprendemos los podemos usar para nuestro beneficio. Por ejemplo: no plantamos nuestras semillas en otoño, esperando cosecharlas en invierno, sino que las plantamos en primavera, esperando cosecharlas en verano. 

En el cuerpo humano físico denso, algunos de estos estados y ciclos son obvios simultáneamente. Un buen ejemplo es la respiración: en la inhalación la sangre es oxigenada, con la exhalación se expele el dióxido de carbono. No siempre somos conscientes de los cambios en nuestra consciencia debido a la oxigenación o carbonación, incluso no somos muy conscientes de nuestra respiración. Sin embargo, hacemos cosas muy diferentes en la inhalación y en la exhalación. Un ejemplo muy claro es el hecho de que no podemos hablar o cantar durante la inhalación. Por otro lado, es mucho más difícil flexionar nuestros músculos o respirar durante la exhalación, porque la exhalación es un estado de relajación. Durante la mayor parte de nuestra vida, no somos conscientes de nuestra respiración, cuando sería beneficioso ser conscientes. No estamos hablando de ejercicios respiratorios para sacarnos del cuerpo ni ninguna cosa como esa; solo estamos hablando de dos estados de consciencia que parecen sutiles y obvios  simultáneamente. Si estamos teniendo una tensión durante una situación crítica, sea un problema familiar o algo como eso, es importante mantenerse relajado y reducir la tensión innecesaria, observando nuestra respiración; especialmente la exhalación es importante en ello. 

Si seguimos el Concepto Rosacruz del Cosmos, el primer paso en esos asuntos es la observación y el siguiente paso es la discriminación. Si solo observamos y vemos con claridad la diferencia entre estos dos pasos, ese es un paso adelante. Nuestra intuición puede decirnos qué hacer con ese nuevo conocimiento que hemos adquirido. Las experiencias, en adelante, nos traerán más discriminación para mejorar la eficiencia de aquello que hacemos con ese conocimiento. 

Traducido por Ximena Herrera Larenas 
Centro Fraternal Rosacruz “Max Heindel” 
Santiago, Chile


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