lunes, 29 de febrero de 2016

La voz de la conciencia


LA VOZ DE LA CONCIENCIA

Aunque aún no hemos llegado al capítulo donde analizaremos lo que ocurre después de la muerte, es conveniente dejar claro respecto a lo que estamos tratando, qué es lo que, normalmente, llamamos “voz de la conciencia”. Por lo general, la mayoría de las personas no admiten que por encima de nuestra mente concreta haya un “ser” que pueda ser quien verdaderamente renazca, siembre y coseche, pero lo cierto es que es así. Cuando decimos que nos habla “la voz de la conciencia” estamos hablando como de otra persona pero como si estuviera más evolucionada que nosotros y, por tanto, como si fuera más sabia y lo cierto es que, como ya hemos explicado, así es y nosotros somos su personalidad aquí en la Tierra. Nosotros somos instinto, deseos, sentimientos, emociones y razonamiento pero ese otro Yo, el verdadero ser superior a nosotros, se manifiesta en nosotros como conciencia, voluntad, discernimiento, a veces profecía y otras como poderes ajenos al hombre.

Ese Yo superior o Ego del que estamos hablando es algo así como el representante del verdadero Espíritu diferenciado EN y POR Dios; es el Alma como resultado de las experiencias de la Vida Divina en los mundos inferiores; es el que recoge la quintaesencia de cada vida o renacimiento gracias a lo cual el hombre tomará conciencia de Él a la vez que Él (el Ego) se identifica cada vez más con el Espíritu. Por tanto, es un ser divino en su esencia pero pendiente del desarrollo necesario que le haga tan puro y perfecto como para identificarse con Dios. Su desarrollo depende de las experiencias que obtenga en sus cuerpos físicos y superiores a través de los mundos donde experimenta y desarrolla sus poderes latentes pero, normalmente, se le identifica como pensamiento individual o como el pensador. Sin embargo, su situación está por encima de la mente concreta con la que razonamos, el Ego está en las regiones superiores o abstractas del Mundo del Pensamiento y por eso, el hombre, la personalidad razonadora, anhela la unión con algo superior que, además de con nuestro Padre, también lo es con nuestro Ego. Según se desarrollan los poderes del Espíritu más se vive la vida interna y más se anhela la verdadera unión espiritual, de ahí la oración y la aspiración del hombre que ya ha tenido algún vislumbre de lo que es la vida superior. La unión con Dios en cada uno de nosotros (con nuestro Ego o Yo superior) es similar a la unión que debe conseguir el Ego respecto al Espíritu, pero nada de eso se conseguirá sin el esfuerzo, sacrificio y buena voluntad por parte nuestra.

Lo que nosotros creemos que somos como verdaderos Egos es una pequeñísima parte de lo que en realidad es el Ego en su propio plano, lo que ocurre es que aún no hemos desarrollado su conciencia en nosotros. Por eso no deberíamos pensar en elevarnos hacia Él sino de abrirnos a su influencia puesto que somos Él. Deberíamos actuar como Egos sabiendo que, cuando tengamos plena conciencia de él, será como haber desarrollado el Cristo en nosotros; deberíamos actuar como que nuestra vida es su vida y como que, lo que entendemos por conciencia, es su conciencia y voluntad. La meditación, la oración, la contemplación y la adoración entre otros ejercicios hacen que la conciencia del Ego se manifieste en el cerebro. Es una tarea muy larga, de varias vidas, pero progresivamente, se va percibiendo su influencia porque con dichos ejercicios se va abriendo cada vez más el canal de comunicación y transferencia.

El hombre basa sus acciones en su experiencia y en sus pensamientos, por eso se identifica plenamente con su forma de pensar y con sus deseos, sentimientos y emociones después de morir su cuerpo. Sin embargo, cuando alcanza las regiones superiores del Mundo del Pensamiento, ya no es ese hombre o personalidad sino la reencarnación del Ego, el cual, en los más atrasados, no comprende aún el sentido de la evolución ni de su ser.

En sentido general, se dice que la voluntad representa al Ego porque es una cualidad suya, es la energía que el Ego (como pensador) manifiesta hacia el exterior o mundo físico creyendo, a veces, el hombre que es él mismo. Esta voluntad está determinada o condicionada por la razón, por las experiencias pasadas, por conclusiones, etc., pero no hay que confundirla con los deseos, los que están condicionados desde fuera y dependen de los cuerpos inferiores. El deseo, es la energía del Ego (también como pensador) dirigida hacia afuera pero condicionado por los objetos, por eso, cuanto más atrás en la evolución de la humanidad, el deseo dominaba a la razón y el Ego apenas podía manifestarse. Actualmente hay una lucha en los que comenzamos a ver el verdadero sentido de la vida y deseamos terminar cuanto antes con los renacimientos; en el futuro el Ego impondrá su voluntad sobre el cuerpo de deseos y solo “deseará” lo que sabe que necesita para acelerar la unión con el Espíritu.

Para que algo exista ha debido ser creado y debe tener un origen, así, todo lo creado por el hombre ha tenido su origen en su mente; el verdadero Yo, el Ego, crea la idea que se manifiesta como una forma de pensamiento, la cual formamos después con materia física. Pero, en realidad, el Ego, como resultado de la evolución de la vida a través de la forma, no es normalmente un creador en el sentido que normalmente entendemos. El creador de los Mundos donde evolucionamos (Dios) también tiene Su Mente y es de esta Mente de donde surge el Mundo del Pensamiento, de donde, en realidad, nuestro Ego capta las ideas o arquetipos existentes en las regiones superiores. Todo el Plan de Dios se encuentra en esos arquetipos creados por las Jerarquías superiores que colaboran con Él (los Siete Espíritus ante el Trono) por tanto, todo el desarrollo pasado y futuro de la humanidad y todas sus creaciones tienen su origen en la mente Creadora de Dios. Por consiguiente, aunque el Ego envíe un sinfín de vibraciones mentales desde estas regiones arquetípicas o abstractas del Mundo del Pensamiento, el cerebro solo puede o suele reproducir una pequeña cantidad para luego darles forma con la mente concreta y crear las formas físicas. Por lo general, solo los cerebros muy activos y receptivos suelen captar mayor número de “ideas” dando así muestras de poder mental y genialidad. Así es que, las facultades mentales de cada persona representan el grado de sensibilidad que tiene su cerebro respecto a las vibraciones mentales que su Ego envía. Podríamos decir que las palabras representan los símbolos de las imágenes mentales que forma el cerebro bajo la acción de la mente concreta, sin embargo, la mente abstracta, es decir, lo que expresa el Ego desde las regiones superiores del Mundo del Pensamiento, pertenece a la razón pura, y eso no se puede expresar con palabras.

Cuando llega el momento de la muerte, el Alma o Yo superior ve, a la vez que graba en los cuerpos invisibles, la película de su vida (la propia vida de la que nosotros somos conscientes ahora) gracias a la cual obtendrá un aumento de conocimiento que se convertirá en sabiduría cuando lo asimile como quintaesencia de las experiencias pasadas. Una vez desconectado el Alma definitivamente del cuerpo físico, pasa al Purgatorio que se encuentra en las regiones inferiores del Mundo de Deseos para sufrir el mal que hizo y grabar o asimilar los resultados. Esta grabación se hace sobre un átomo simiente que forma parte de cada cuerpo físico que utiliza el Alma para renacer y, por ser precisamente donde se graban los resultados de todos los sufrimientos o efectos del mal cometido, se suele llamar el “Libro de los Ángeles Archiveros”. Este átomo o libro del destino tiene principalmente dos funciones: 1ª. Sirve como base para ver qué causas o siembra hemos hecho en las vidas para que en las próximas tengamos que afrontar las deudas pendientes como efecto o cosecha que necesitamos experimentar para acelerar nuestro desarrollo y; 2ª. Como base de la memoria del Alma que nos hablará, como conciencia, cuando reconozca el mal que hagamos y cuando lo hemos hecho porque sabe que en el Purgatorio tiene unos efectos de sufrimiento. Dicho de otro modo, cuando en nuestra vida surgen tentaciones que deberíamos superar porque ya caímos y sufrimos en otra vida por ellas, ese mismo sufrimiento nos advertirá puesto que está en el átomo simiente del cuerpo físico precisamente para que no cometamos el mismo error. Esa es la “voz de la conciencia”. Cuando superamos esa tentación consciente y voluntariamente, significa que hemos aprendido la lección y que la conciencia ha hecho bien su trabajo.

Como ya se ha dicho, el cuerpo físico se forma sobre un molde de materia etérica el cual tiene una relación directa con nuestro karma y con los Ángeles del Destino que son quienes lo administran sabiamente de acuerdo a nuestras necesidades evolutivas para la próxima vida. Pues similarmente, el Alma se esfuerza en cada vida porque el molde sea siempre superior en algún sentido, pues, mucho o poco, en cada vida extrae un beneficio que servirá como incentivo para hacer el bien. Así ha ido guiando el Alma al hombre desde sus primeros pasos y generación tras generación, con adelantos y retrocesos, disfrutando de los bienes celestiales y sufriendo de muy diferentes formas pero, al final, el hombre responderá a las vibraciones de su Ego, la voz de la conciencia.


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El Mundo Invisible del que habla usted ¿no es mucho más irreal e ilusorio que el mundo en que vivimos actualmente?


PREGUNTA Nº 152:  El Mundo Invisible del que habla usted ¿no es mucho más irreal e ilusorio que el mundo en que vivimos actualmente?

Respuesta: Dios es la Realidad Primordial. El mundo del Deseo y el Mundo Mental son dos etapas más cercanas a esa fuente central de energía y por eso son más reales. Por “real” presumimos que el preguntante entiende que en este mundo las formas son estables y no cambian fácilmente, mientras que en los mundos invisibles son más plásticas y cambian con la rapidez del pensamiento, pero la realidad está en la vida que encierran y no en la forma.
Estabilidad no es sinónimo de realidad. Todo cuanto hay ahora en el mundo no es más que la cristalización de lo que ya existió como condición plástica en los mundos invisibles.
Todo cuanto haya sido hecho por la mano del hombre fue primero una imagen mental en la mente de su constructor. Cuando un arquitecto desea construir una casa, primeramente piensa en ello.
Después trata de formarse una idea lo más clara posible de lo que la casa tenga que ser. Si los obreros pudieran ver esa imagen mental en la mente del arquitecto podrían hacer la obra sin necesidad de planos, pero la idea del arquitecto permanece oculta por los velos de la carne, y, por consiguiente, es necesario que el arquitecto traslade su idea al papel y haga los planos. Este es el primer estado de cristalización; después los obreros construyen la casa de hierro, madera, piedra, ladrillos, etc.
De acuerdo con las ideas de la mayoría esa casa es mucho más real que la imagen mental de la mente del arquitecto, pero en realidad no es así. La casa concreta puede ser destruida en un momento por un terremoto, por la dinamita o en otra forma cualquiera, pero la ideación de la mente del arquitecto durará tanto como viva éste y mediante ella podrán construirse tantas casas como se quieran en cualquier momento, aun después de su muerte, pues la casa existirá como modelo en el éter, y cualquier clarividente capaz de ponerse en contacto con los mundos invisibles y leer la memoria de la Naturaleza puede verla allí, aunque pasen millones de años.
Así que el mundo invisible es la fuente de todo cuanto hay aquí, conservando eternamente el recuerdo de todo cuanto ha sido, y, por lo tanto, es de realidad primordial.

Max Heindel
FILOSOFÍA ROSACRUZ EN PREGUNTAS Y RESPUESTAS TOMO PRIMERO


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domingo, 28 de febrero de 2016

¿Qué valor tienen los ejercicios respiratorios en el desarrollo del cuerpo y de la mente?



PREGUNTA Nº 151:  ¿Qué valor tienen los ejercicios respiratorios en el desarrollo del cuerpo y de la mente?

Respuesta: El valor de los ejercicios respiratorios depende del conocimiento que tenga la persona que los da. Los ejercicios respiratorios que se dan en los libros o por los llamados instructores, que anuncian cursos de desarrollo psíquico, son extremadamente peligrosos y muchas personas están hoy en los manicomios, debido a haberlos practicado, o han muerto de consunción. Todo ser humano es un individuo que necesita ejercicios individuales. Los ejercicios convenientes sólo puede darlos una persona clarividente, que pueda además seguir atentamente el crecimiento de ciertos órganos etéricos en el cuerpo físico de su discípulo. Debe también saber cómo debe realizarse ese crecimiento en cada caso individual. Pero un instructor de esta clase jamás anuncia desarrollo psíquico a tanto la lección. Esos ejercicios nunca se venden: son siempre la recompensa del mérito.
La razón es evidente. El que posee la facultad de la clarividencia a voluntad tiene un poder enorme; si se emplea mal puede hacer más daños que ninguna otra calamidad en la tierra podría producir. Puede producir pánicos en los mercados del mundo, guerras y enemistades entré los pueblos, en cualquier momento y en todas partes, así que se convertiría en una maldición para la sociedad, salvo que el que posea dicha facultad no la emplee jamás más que para el bien. Los poderes que están tras la evolución, los Hermanos Mayores de la humanidad, que han desarrollado esos poderes y son capaces de enseñar a desarrollarlos,
tienen sumo cuidado de que nadie los obtenga, a menos que haya dado pruebas de desinterés y que se haya limitado por votos restrictivos. Por consiguiente, puede decirse que nadie debe hacer ejercicios respiratorios, salvo que sean dados por un instructor calificado, no siendo necesario absolutamente el correr por el mundo en busca de tal instructor. El aspirante deberá más bien tratar de hacer todo el bien que pueda empleando las facultades que ya posee en el alrededor ambiente en que ya está, pues esos son los pasos preliminares
y esenciales para llegar a los poderes superiores. Cuando se haya preparado suficientemente, el instructor aparecerá en su vida y entonces no tendrá la menor duda respecto a la genuinidad de las enseñanzas que entonces se le darán. En este respecto podemos citar un poemita hermosísimo:

‘Don’t waste your time in longing
For bright, impossible things,
Don’t sit supinely waiting
For the sprouting of angel wings,
Don’t scorn to be a rushlight,
Everyone cannot be a star;
But brighten some of the darkness
By shining just where you are.
There’s need of the tiniest candle
As well as the garish Sun,
And the humblest deed is ennobled
When it is worthily done;
You may never be called on to brighten
Darkened regions afar,
So fill day by day your mission
By shining just where you are” .


1-No malgastéis vuestro tiempo en ansiar
/ Cosas deslumbrantes e imposibles;
/No os sentéis negligentemente a esperar
/ El nacimiento de las alas de ángel,
/No desdeñéis ser la luz de una bujía,
/No todos pueden ser una estrella;
/Pero brillad un poco en las tinieblas,
/Brillad precisamente allí donde estáis
./Hay tanta necesidad de la más pequeña bujía
/ Como del deslumbrante Sol,
/Y la más humilde tarea es ennoblecida
/ Cuando es dignamente ejecutada;
/Quizás nunca se os llame para iluminar
/ Oscuras y lejanas regiones,
/ De modo que
/cumplid, un día tras otro, vuestra misión
/ Brillando allí donde estáis.

Max Heindel
FILOSOFÍA ROSACRUZ EN PREGUNTAS Y RESPUESTAS TOMO PRIMERO


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sábado, 27 de febrero de 2016

Me es muy difícil revisar los sucesos del día en orden invertido cuando hago los ejercicios nocturnos. ¿Es eso absolutamente necesario? ¿Por qué?


PREGUNTA Nº 150:  Me es muy difícil revisar los sucesos del día en orden invertido cuando hago los ejercicios nocturnos. ¿Es eso absolutamente necesario? ¿Por qué?

Respuesta:  En el ejercicio nocturno el discípulo examina y juzga la vida de ese día.
Entonces está haciendo el trabajo que ordinariamente debería realizarse en el Purgatorio y en el Primer Cielo. Allí se vive la vida hacia atrás, de los efectos a las causas, para que podamos ver cómo y por qué resultan ciertos sufrimientos de nuestros errores. Revisando diariamente nuestra vida, en orden invertido, de los efectos a las causas, notaremos que todas nuestras molestias y pruebas han sido causadas por los actos anteriores, bien sean de ayer o de algún otro día de nuestra vida.
Nuestro deber es encontrar esa causa y analizar las razones que conducen a todo desenvolvimiento, de manera que podamos saber en el futuro cómo aprovechar las oportunidades de crecimiento anímico cómo evitar el mal. De manera, pues, que si seguimos las experiencias de cada día en orden invertido nos aprovecharemos de las experiencias obtenidas inmediatamente, en vez de tener que esperar a que hayamos pasado al más allá, donde nos veremos obligados a recoger los frutos de nuestras obras en el Purgatorio y en el Primer Cielo.

Max Heindel
FILOSOFÍA ROSACRUZ EN PREGUNTAS Y RESPUESTAS TOMO PRIMERO


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viernes, 26 de febrero de 2016

Evolución de la vida y de la forma material.


EVOLUCIÓN DE LA VIDA Y DE LA FORMA MATERIAL

Cuando estudiamos el origen de la materia física partiendo del átomo en sus muy diversas combinaciones para formar tantas clases de materia que, a su vez, evoluciona y forma parte de los cuerpos habitados por los diferentes reinos, lo lógico es que reconozcamos que todo esto no puede proceder de un algo ininteligente o de un caos sin principios ni leyes. Tiene que proceder de algo maravillosamente inteligente y tiene que entrar dentro de un esquema cuya meta debe ser algo perfecto. El mineral tiene vida aunque su cuerpo sea totalmente sólido; el vegetal tiene vida y un cuerpo sólido y líquido que nace se desarrolla y muere; el animal es similar pero puede moverse, procrear y tener sentimientos y deseos; el hombre es similar al animal pero, además, tiene voluntad propia, es auto-consciente y razona. Es decir el mineral tiene cuerpo físico; el vegetal tiene cuerpo físico y etérico, el animal tiene cuerpo físico, etérico y de deseos; y nosotros tenemos esos mismos cuerpos más la mente y la autoconciencia que adquirimos cuando nuestra conciencia (hace millones de años) era similar a la de nuestros animales actuales.

¿Por qué existen esos reinos y esas diferencias? Porque es la Vida diferenciada “por” y “de” Dios la que utiliza la materia como vehículo para, según evoluciona, desarrollar la conciencia. Cuando esta vida ha experimentado a través de infinidad de cuerpos de muy diferentes grados de desarrollo y especies y alcanza el estado de conciencia humano (autoconciencia) nace el Yo superior y a partir de ahí comienza a renacer como hombre. Y es esta nueva especie humana la que tendrá que aprender a dirigir la mente para gobernar su cuerpo de deseos y vencer su naturaleza animal para, así, desarrollar la espiritual hasta que consiga unirse y reconocer a su Yo superior o Alma. Queda claro pues, que primero se forma la materia que será utilizada por la vida para desarrollar la conciencia del mundo físico, y cuando esa conciencia y vida comienza a utilizar los cuerpos físicos, es como decir que se está preparando para individualizarse y ser auto-consciente como un Yo separado de los demás. Así es que, estas líneas de desarrollo tienen un mismo fin y este es que las vidas creadas por Dios alcancen su propia conciencia y lleguen a la perfección y con sus poderes divinos desarrollados.

¿Puede ser esto fruto de unas fuerzas ciegas? No es fácil, pero si es fruto de alguna inteligencia no queda otra posibilidad que admitir que debe ser un Ser o Deidad con el poder de crear, al menos, un sistema solar donde nuestro planeta está involucrado. Hay una Fuerza oculta que “presiona” en el átomo, en el hombre, en el planeta y en el universo para que todo se mueva hacia una meta y para que todo evolucione hacia arriba cuyo final no puede ser otro que la perfección del creador de esa fuerza y de todo este esquema.

Hay diferentes teorías sobre la materia y la vida, la primera solo da importancia y credibilidad a la materia física y no dice nada sobre el Espíritu o sobre Dios; la segunda hace hincapié en el Espíritu y en Dios pero no da importancia a la materia, situando a Dios como el creador pero fuera de su obra; y la tercera, la que da la misma importancia a la vida y a la materia cuya procedencia es la misma, es decir, Dios, pero compenetrando Éste Su obra con Su Vida y Su conciencia. De forma similar, nuestro verdadero ser, el Yo superior, también compenetra los cuerpos en los que manifiesta su inteligencia. Algún día la ciencia descompondrá los componentes del átomo hasta tal punto que descubrirán un nuevo mundo etérico y su inteligencia, como ya se demuestra cuando un átomo de hidrógeno tiene que “elegir” entre otros para formar determinadas sustancias. El átomo evoluciona gracias a su vida interna y a su relación con otros átomos, o sea, como nosotros como sociedad; es en su estructura como nuestro sistema solar y también irradia energía. Estos tres aspectos están evolucionando en muy distinto nivel pero los tres tienen una fuerza o vida interna que se manifiesta de diferentes formas.

El ser humano utiliza la forma (la materia o cuerpo) para expresarse en el mundo físico a la vez que experimenta, selecciona, aprende, etc., hasta el momento en que esa vida interna, el Yo superior, comprende que ya no le es útil y lo abandona para asimilar la quintaesencia de la vida. Algún científico opinó hace años que el átomo muestra, en cierto grado, inteligencia y deseo, si esto es así como yo también pienso ¿No se puede afirmar que hay una vida dentro de esa diminuta forma? Todo lo que vive tiene su vida interna que se intentará manifestar según su estado evolutivo, digo más, es la vida misma quien construye la forma como ocurre con nuestro cuerpo y como hace el caracol cuando construye su concha de él mismo. ¿Cuál puede ser el propósito de que la vida construya la forma para utilizarla? No es otro que el desarrollo de la mente, de la conciencia y de la voluntad; desarrollo de los poderes latentes del creador, y la manifestación de la naturaleza divina en el hombre. Lo mismo que nosotros, como vida interna, nos expresamos de muy variadas formas, así mismo Dios lo hace en el planeta a través de la diversidad de reinos, razas, culturas, religiones, filosofías, etc. pero es gracias a Su Vida y Conciencia como todos evolucionamos.

En el proceso de involución del Espíritu a la materia, la vida se rodea de materia de diferentes mundos para utilizarla como vehículo, luego viene el proceso de adaptación, y una vez desarrollados los poderes y alcanzado el debido estado de conciencia y espiritualidad, se termina con el proceso de liberación del mundo material. Pero mientras llega el momento de abandonar lo físico, el hombre y el Espíritu están unidos por medio de la mente, el Yo superior es el conocedor, el hombre es lo conocido y, entre ambos, se adquiere el conocimiento que el Espíritu convertirá en sabiduría eterna. Por tanto, la forma material se adapta a las necesidades del Espíritu y permite al pensador, al Ego, utilizarla inteligentemente con un propósito determinado que no es otro que manifestar la voluntad de Dios e identificarse con Su Amor. Lo mismo que hoy el hombre domina y dirige su cuerpo físico, cuando desarrolle los primeros poderes del Espíritu tendrá poder sobre la materia etérica-física, entonces controlará sus deseos y pasiones (el aspecto animal de la personalidad) y, más allá aún, hará lo mismo respecto a la mente. Llegado el momento, el Yo superior solo utilizará la voluntad y la mente pero podrá seguir ayudando a otros seres en los mundos donde hoy está su personalidad gracias a la cual ha adquirido su perfección.

Cuando decimos que todo evoluciona, que toda partícula o materia tiene vida y que toda vida tiene conciencia, estamos hablando de que la materia, la vida y la conciencia son tres aspectos de Dios y que todo tiene su origen y existencia en Él. Como dice la Biblia “En Dios vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser” La forma material, sea el mineral o cualquier otra, evoluciona gracias a los estímulos del exterior (golpes, cambios, temperatura, etc.) La vida evoluciona a través de las formas pero es gracias a los impulsos externos, sin embargo, su verdadero desarrollo lo hace a través de la construcción y la destrucción de las formas pues, la misma vida que habita el mineral algún día animará y crecerá como la planta, sentirá como los animales, y pensará y tendrá conciencia de sí misma como los humanos. A mayor evolución de la vida más liberación de conciencia hay desde dentro de la forma, toda vida que habite en una forma (sea un electrón o un humano) busca su expansión o manifestación de la Fuerza Divina de donde procede, y para ello utiliza las formas porque ellas permiten sentir, intuir, expresarse y, en su momento, pensar. La Vida se esfuerza por obtener cada vez más conciencia de sí misma y de su origen y por participar del gran Plan Divino.

La evolución de la conciencia se consigue gracias a la liberación o manifestación de las fuerzas ocultas del Espíritu según va evolucionando a través de las especies y cuerpos, tanto visibles como invisibles; por tanto, algún día seremos conscientes de Dios por medio de nuestro Espíritu. La vida que evoluciona en el cuerpo de un felino salvaje continuará su desarrollo en un felino doméstico para pasar después a otra especie superior donde pueda alcanzar más conciencia similar a la nuestra conviviendo entre nosotros. La misma vida que habitó un cuerpo de una raza primitiva está hoy en otra raza actual pero a lo largo de ese proceso, tanto en sus renacimientos como después de la muerte, el Alma ha trabajado y colaborado con el resto de la humanidad para construir un mundo como el actual para poder ampliar y manifestar su conciencia a través de sus invenciones y creaciones. El hombre evoluciona en cada renacimiento según el ambiente que se trate, según sus relaciones con determinadas personas, según aproveche las oportunidades y posibilidades, y según sean sus respuestas respectos a los impactos externos y su efecto en su cuerpo de deseos y su mente. Pero es el tipo de respuesta el que facilita la expansión de la conciencia individual, pues es la experiencia en el mundo en cada renacimiento la que nos facilita el acercamiento o desarrollo de la conciencia del Espíritu y de Dios.

La conciencia se puede definir como la parte de la Conciencia de Dios que cada ser humano puede desarrollar y comprender de sí mismo. La conciencia absoluta para un electrón o para un simple átomo de nuestro cuerpo sería su propia vibración y actividad, (como principio) pero la evolución a través de la forma le podría llevar a alcanzar nuestra propia conciencia como meta, puesto que nuestro Yo superior anima el cuerpo físico. La meta o conciencia absoluta de la célula sería la del cuerpo físico. En el caso de la humanidad, hasta que alcanzó la auto-conciencia de ser un individuo separado de los demás, tuvo una conciencia interna similar a la de los animales, es decir, era poco consciente de lo que percibían sus ojos. Pero a partir de esa etapa y aunque tremendamente egoísta, ha ido desarrollando su conciencia a la vez que el cuerpo de deseos y que la mente, de ahí que los deseos, sentimientos y pensamientos actualmente sean casi más solidarios que egoístas. Hoy, gracias a los sentidos, la experiencia, el discernimiento y el poco apasionamiento, no estamos tan egoístamente centrados en nuestra propia vida y negocios, sino que nos interesamos por los demás y colaboramos para ayudarles una vez que somos conscientes de sus problemas y necesidades.

Esto es el desarrollo de la conciencia como lo es el hecho de que un niño de meses vuelva la cabeza al escuchar un ruido y después observe el hecho e incluso toque el objeto en sí. Así se hizo y se hace consciente el Yo superior del mundo físico cuando renace con sus cuerpos, y así la personalidad pensante toma conciencia en un momento dado de su Yo superior. Cuando el hombre comprende que al dejarse llevar por el aspecto material y los deseos egoístas comete errores y sufre y cuando comprende que, aún teniendo todo, siente necesidad de algo más, entonces comienza a escuchar a su conciencia y se deja guiar por su Alma, la cual acelerará el desarrollo de la misma. Una vez se deja llevar por su Alma y conoce y practica toda una serie de ejercicios mentales y espirituales, el hombre desarrolla unos poderes que le permitirán ampliar su conciencia a los mundos superiores y a las leyes que allí rigen, y en una etapa muy lejana aún tomará conciencia del mundo de Dios.

Si actualmente solo somos conscientes del mundo físico y de que somos un yo separado de otros, y comenzamos a intuir que puede haber un Yo superior que se manifiesta de diferentes formas, en su momento seremos conscientes de algunas de las diferentes Jerarquías que existen y colaboran con nosotros desde los mundos superiores. Hoy decimos que somos hermanos y muchas personas ya luchan por que todos tengamos los mismos derechos. Ya se está formando el núcleo que, aunque aún faltan unos siglos, hará que tomemos conciencia de la verdadera fraternidad universal, lo que acelerará el desarrollo de los poderes del Alma en el hombre. Naturalmente que hay otras maneras de desarrollar la conciencia, estás son: Primera: Después de cada muerte cuando sufrimos el mal que hemos hecho a otros e incluso en la vida cuando la Ley de Consecuencia nos trae nuestras deudas maduras y Segunda: También cuando vivimos y grabamos todo el bien de nuestra pasada vida en el cielo después de cada muerte.

La vida de un ser humano primitivo respondía a los impactos externos y, en sus “relaciones”, lo hacía con los peores sentimientos y deseos (egoísmo, cólera, lujuria, etc.) Hoy, sin embargo, manifiesta muchos de los más elevados sentimientos y deseos y rechaza aquellos, ¿y todo gracias a qué? a las experiencias y desarrollo alcanzado a través del renacimiento y de leyes divinas como la de Causa y Efecto. La vida del ser humano primitivo apenas se podía manifestar a través de su cuerpo mental porque éste era aún como un germen, hoy ha aprendido a razonar y a discernir entre lo que es bueno para su desarrollo y lo que no, entre lo que ayuda para la convivencia pacífica y lo contrario, entre lo verdadero y lo falso ¿y todo también gracias a qué? a que ha facilitado la manifestación del Espíritu que sabe cuál es el Plan de Dios. El renacimiento no solo facilita la perfección de las formas (del mundo físico y de los cuerpos) sino que también desarrolla y perfecciona los cuerpos invisibles haciendo que nuestros sentimientos, deseos y forma de pensar sean cada vez más elevadas y sirvan como puerta para poder percibir la voz del Espíritu de Dios. Cuando la vida evolucionante no necesite ninguna otra forma material, es decir, cuando no necesite renacer más en cuerpo físico, continuará su evolución en su cuerpo etérico y después en el de deseos y en el mental hasta alcanzar el máximo desarrollo de la conciencia uniéndose por fin a la del Espíritu. Entonces el Espíritu (creador por Dios y con la conciencia de Dios) que habrá ido asimilando todo el desarrollo del hombre con sus diferentes cuerpos y que habrá manifestado a su vez su poder sobre él, se convertirá en conciencia individual dentro de la Vida y la Conciencia de Dios. Entonces seremos a imagen y semejanza de Dios porque al descubrirnos a nosotros mismos como hijos suyos que han desarrollado Sus poderes, descubriremos a Dios y Él habitará en nosotros.

Es el principio universal por medio del cual la vida evolucionante utiliza la forma como vehículo de manifestación a medida que se desarrolla, asimilando y guardando en sí misma el fruto de las experiencias en dichas formas; esto es “evolución” de la vida a través de la forma material. El fin de cada minúscula vida manifestada, aún siendo parte de la vida de su creador, es la individualización y la obtención de la propia auto-conciencia, y para ello, en cada manifestación física, obtiene cierto poder y grado de conciencia que va sumando a todo lo anteriormente desarrollado. Cuando se obtiene la autoconciencia se dice que nace el “Ego” que es una representación del verdadero Espíritu creado por Dios y que es el que se manifiesta a través de los mundos y los cuerpos mental, de deseos, etérico y físico. El Espíritu contiene todas las posibilidades de desarrollo para ser un Dios, todos los poderes de Su Creador, y todas las vibraciones relacionadas con Dios mismo, de ahí que el hombre evolucionante debe terminar venciendo al renacimiento y descartando los cuerpos para continuar su desenvolvimiento hasta ser uno mismo con su Espíritu. Es, por tanto, la experiencia con los diferentes cuerpos y en los diferentes mundos los que, a través de los choques externos que afectan a los cuerpos, despertarán las vibraciones del Espíritu (Del Dios en formación) y los que, a su vez, crean la autoconciencia y los poderes de Dios en el hombre; de esta forma despertamos y hacemos activos los poderes del Espíritu y de Dios en nosotros.

De esta forma podemos comprender cómo la vida que anima una forma física se hace activa gracias a los estímulos externos y experiencias pero que además, cuando la forma perece, la vida conserva un resumen de sus experiencias, lo que la hace un “alma” de la siguiente forma. Una vez ya en otra forma o cuerpo, manifiesta sus peculiaridades como resultado de todo su anterior desarrollo individual para modelar la forma según sus necesidades de manifestación y de desarrollo tal y como intenta cumplir la Ley de Renacimiento para consumar el Plan de Dios, es decir, evolucionar hasta ser Dios. Una forma vierte también ciertas peculiaridades en cualquier otra que se derive de ella (una semilla que se hace planta o el propio hijo) Sin embargo, nunca se puede decir eso mismo respecto a los aspectos morales, intelectuales y espirituales puesto que un genio puede tener un hijo disminuido física y mentalmente o el hijo de un analfabeto o imbécil puede ser un genio. Son las Leyes de Renacimiento y Consecuencia las que intervienen en este proceso. Lo que hizo un individuo de bien o de mal en otra vida y respecto a otros, las deudas que tenga así como las necesidades de desarrollo, serán las que determinen la elección de los padres para que le faciliten la materia para su cuerpo físico y para que éstos le faciliten el medio social donde debe crecer hasta que, a su mayoría de edad, haga frente a su destino con los poderes de su Alma. Los poderes del Alma (el desarrollo del Ego) que haya alcanzado serán las herramientas con las que debe afrontar su destino.


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¿Por qué la mañana es el momento mejor para la concentración?




PREGUNTA Nº 149¿Por qué la mañana es el momento mejor para la concentración?

Respuesta: El objeto de los ejercicios, tanto el de la mañana como el de la noche, es poner al discípulo en contacto consciente con los mundos invisibles, y no hay momento mejor para ello que la mañana, porque durante la noche el espíritu se retira del cuerpo denso y entra en el mundo invisible; dejando al cuerpo dormido en el lecho, y la vuelta del espíritu por la mañana es lo que hace que el cuerpo se despierte y concentra nuestra conciencia en el mundo material por medio de los órganos de los sentidos.

 Wordsworth dice en su hermosa Ode to Immortality
(Oda a la Inmortalidad):
“Our birth is but a sleep and a forgetting:
The Soul that rises with us, our life’s Star,
Hath had elsewhere its setting, and cometh from afar:
Not in entire forgetfulness, and not in utter nakedness,
But trailing clouds of glory do we come from God, who is our home:
“Heaven lies about us in our infancy!
Shades of the prison- house begin to close
Upon the growing Boy.
But He beholds the light, and whence it flows,
He sees it in his joy.
“The Youth, who daily farther from the east
Must travel, still is Nature’s Priest,
And by the vision splendid
Is on his way attended;
At length the Man perceives it die away,
And the fade into the light of common day”.


“El nacimiento no es sino un sueño y un olvidar:
/El alma que surge con nosotros, la estrella de nuestra vida,
/Ha tenido su ocaso en otra parte y viene de lejos:
/ Ni totalmente desmemoriados, ni enteramente desnudos,
/Sino trayendo nubes de gloria, venimos de Dios que es nuestro hogar:
/ Los cielos están con nosotros en nuestra infancia.
/Las sombras de la prisión empiezan a cerrarse.
/En torno al niño que crece.
/ Pero aún ve la luz y de dónde proviene
/ Cuando la ve se llena de alegría:
/La juventud que avanza desde el este, debe viajar,
/ es todavía sacerdote de la Naturaleza,
/Y en su camino lo espera la espléndida visión.
/Finalmente el hombre la ve marchitarse
/Y disolverse a la luz del día vulgar.
(E.)

Durante la vida de una persona, los Mundos Superiores están más cerca de ella en los años de la infancia, según dice Wordsworth, porque esa es la mañana de la vida, y así sucede con nosotros; cuando nos despertamos por la mañana estamos en más estrecho contacto con los Mundos Espirituales que en cualquier otro momento del día, y entonces es mucho más fácil volver a ellos. Por consiguiente, el estudiante debe comenzar sus ejercicios apenas se despierte. Debe tener cuidado de aflojar todos los músculos del cuerpo y fijar su mente en un elevado ideal o sobre los primeros cinco versículos del Evangelio según San Juan, bien sentencia por sentencia o bien en total. Esto lo pondrá en contacto con las vibraciones cósmicas. Debe cerrar sus sentidos en tal forma que no vea ni oiga nada en su habitación.
Cuando lo consiga, las escenas del Mundo del Deseo se presentarán ante su visión interna.
Primero espasmódicamente, después más y más claramente, conforme la práctica lo vaya perfeccionando.
Para muchas personas, sin embargo, el ejercicio nocturno es de la mayor importancia y probablemente producirá resultados más rápidos, porque obra sobre la vida que llevamos y nos ennoblece en forma tal que el ejercicio matinal no podría hacerlo.

Max Heindel
FILOSOFÍA ROSACRUZ EN PREGUNTAS Y RESPUESTAS TOMO PRIMERO


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jueves, 25 de febrero de 2016

¿Quién creó al Hombre y para qué?


¿QUIÉN CREÓ AL HOMBRE Y PARA QUÉ?

Todos los humanos hemos sido creados por Dios y todos llevamos internamente la semilla que nos incita o estimula para evolucionar por medio de: La procreación, la experiencia, la maestría en el manejo de la materia física, las experiencias con nuestros hermanos y por medio de la búsqueda de algo más elevado; por consiguiente somos parte del Plan y de la Vida de Dios. Nuestro verdadero Ser hizo un descenso desde los mundos espirituales hacia la materia a la vez que perdía la conciencia de Dios para desarrollar la terrenal o suya propia, ahora estamos en la etapa de conocer y diferenciar el bien del mal y desarrollar los poderes del Espíritu a través de la experiencia en estos mundos. Ahora que tenemos nuestra autoconciencia y conocemos el bien y el mal, solo nos queda ponernos a trabajar en el bien para acelerar el proceso de evolución que nos llevará de vuelta a la Casa de nuestro Padre. 

Según vayamos recorriendo el sendero iremos conociendo las leyes ocultas que nos ayudarán como ayudan las nuevas enseñanzas al estudiante que comienza un nuevo curso. Según vayamos aprobando cursos en esta escuela de Dios alcanzaremos nuevas posibilidades y desarrollaremos poderes que ahora están dormidos, entonces seremos verdaderos creadores en el mundo físico y ayudaremos en un mayor grado de lo que lo hacemos ahora a las vidas que habitan los cuerpos de los reinos que nos siguen. Dios no crea un nuevo Espíritu en cada nacimiento aquí en la tierra sino que creó millones de ellos, algunos de los cuales y a lo largo de la involución y la evolución, se han distanciado más de otros y ahora están evolucionando en diferentes mundos según cuál sea su desarrollo, sin embargo, tarde o temprano volveremos a Él después de haber alcanzado y desarrollado lo previsto por Dios mismo.


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¿Es posible desarrollar la clarividencia por medio de drogas, cristales o ejercicios respiratorios?



PREGUNTA Nº 148:   ¿Es posible desarrollar la clarividencia por medio de drogas, cristales o ejercicios respiratorios? Esos métodos ¿no producen resultados más rápidos que los que usted invoca?

Respuesta: Sí, es posible cultivar cierta clase de clarividencia por los medios mencionados, pero cuando un hombre cultiva el sexto sentido no es dueño de su facultad; el poder que produce la clarividencia está en el cristal y no en el hombre. Este se encontraría en la misma situación que el que aprendiera a domar caballos en una escuela de montar donde los caballos ya están enseñados a dejarse guiar por las riendas. El aprendiz no adquiriría la habilidad de domar caballos, sino que sólo podría guiarlos porque así lo permitía su montura.

Si se aprende a dominar un caballo salvaje se podrá dominar a los demás, y el hombre que así lo haya hecho domina a su caballo; y cuando un hombre emplea el poder de la voluntad, en vez de drogas o cristales, para subyugar su cuerpo y desarrollar la clarividencia, ha adquirido una cualidad anímica que le permitirá ejercer esa facultad en todas sus vidas futuras. Pero el que emplea cristales o drogas se encontrará con que pierde su poder al morir y tendrá que esperar hasta que obtenga drogas o cristales en la nueva vida, para poder así entrenar nuevamente a su cuerpo, de suerte que se pierde mucho tiempo y esfuerzos empleando esos métodos. Y si tenemos en cuenta que las drogas y los ejercicios respiratorios producen un efecto destructor en el cuerpo, se verá que dichos métodos nada tienen de deseables. Muchas personas están hoy en los manicomios o en el lecho, enfermos de consunción, debido a los ejercicios respiratorios, y los efectos de las drogas son ya bien conocidos.

Además, hay varias clases de clarividentes. Hay algunos cuya facultad es de tal naturaleza que puede comparárselos a un prisionero tras las rejas de su ventana. La ventana de su celda da a cierto paisaje; no puede impedir que algo entre en el campo de su visión, porque no puede retirarse de allí. Hay también una persiana en la ventana que él no puede abrir o cerrar a voluntad. Así que cuando la persiana se abre ve lo que está a su vista, agrádele o no. Una facultad de esa naturaleza es casi una maldición, porque a veces se producen las escenas más espantosas ante su visión. El autor recuerda casos de personas que poseían esa facultad.

Mientras una de esas personas estaba dando una conferencia ante cierta concurrencia, en la época en que tuvo lugar la guerra de las Filipinas, se presentó la escena de una batalla ante su visión. Un encuentro tenía entonces lugar entre los filipinos y los soldados norteamericanos.

Veía los caballos con el vientre desgarrado y las entrañas en el suelo, caer por tierra agonizantes, veía a los soldados descuartizados por las armas de los nativos. Incapaz de evitar esta visión se puso intensamente pálido, pero un poderoso esfuerzo de voluntad le permitió acabar su conferencia sin atraer la atención general.

Hay otros clarividentes que tienen sólo un dominio parcial de su visión, los que no pueden contar con su poder en todo tiempo. A esta clase pertenecen los médium ordinarios que prostituyen su facultad por dinero. A veces, cuando el poder funciona, pueden hacer muy buenas observaciones y decir la verdad; pero otras veces, cuando les falta ése poder, la tentación de obtener el dinero que les hace falta para sus gastos personales puede obligarlos
a la simulación. La única manera segura de desarrollar la clarividencia es seguir los ejercicios que dan las escuelas de misterios, pero esos ejercicios y lecciones para desarrollar las facultades superiores nunca se venden por dinero ni por ninguna otra consideración material.

Siempre se dan libremente como recompensa al mérito. El hombre que posee esa facultad, obtenida mediante estos métodos, tiene ese poder siempre a su disposición, pero jamás consentirá en emplearlo para gratificar la curiosidad de nadie, ni para someterse a pruebas ni a otras frivolidades. Dirige toda su energía en el sentido de que contribuya a ayudar y a elevar a la humanidad.

Max Heindel
FILOSOFÍA ROSACRUZ EN PREGUNTAS Y RESPUESTAS TOMO PRIMERO


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miércoles, 24 de febrero de 2016

En cuanto a información acerca de otras enseñanzas



EN CUANTO A INFORMACIÓN
ACERCA DE OTRAS ENSEÑANZAS

“Frecuentemente Recibimos cartas de estudiantes diciéndonos que tal o cual sociedad enseña algo con respecto a cierto asunto y nos preguntan si aquello es verdad o como podemos armonizarlo con nuestras enseñanzas o piden explicaciones acerca de porque nuestras enseñanzas son diferentes.

Deseo afirmar otra vez que no nos es posible contestar tales preguntas ya que es contrario a los principios Rosacruces el de discutir las enseñanzas de otras sociedades.

La diseminación de nuestras propias enseñanzas requiere todo nuestro tiempo y si se estudia nuestra literatura, la razón de ser de la misma se encontrará siempre.

No hay afirmación alguna de parte de THE ROSICRUCIAN FELLOWSHIP que no descanse sobre la razón y la lógica, estando siempre listos y más que dispuestos a reiterar y ampliar todo lo que sea necesario lo relativo a su naturaleza, utilizando todos los medios posibles con el objeto de dar satisfacción a nuestros estudiantes, pero no podemos aceptar el explicar ni contravenir las enseñanzas de otras sociedades.

Max Heindel – “Echoes” Septiembre de 1914

Todavía nos adherimos a esta misma actitud y aunque nos damos cuenta de que es muy natural el interés de saber hasta que punto otras sociedades difieren o se asemejan a la nuestra, creemos que la explicación más satisfactoria de los ideales, propósitos, etc., siempre vienen de cada organización misma.

THE ROSICRUCIAN FELLOWSHIP no tiene conexión alguna con ninguna otra organización y siguiendo el ejemplo de Max Heindel, siempre nos limitamos a brindar informaciones y enseñanzas sobre lo que en forma específica contiene la Filosofía Rosacruz, estando completamente seguros de que los que lean la explicación de Max Heindel apreciarán nuestra actitud.-

THE ROSICRUCIAN FELLOWSHIP

Fraternidad Rosacruz Max Heindel
Colombres 2113 – Bº Lomas de San Martín
5.008 – Córdoba – Republica Argentina


Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este aporte.

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Se recuerdan casos de ciertos individuos que han desarrollado poder espiritual, clarividencia, sexto sentido o como quiera llamárselo, viviendo una vida pura en armonía con las leyes de la Naturaleza



PREGUNTA Nº 147:  Se recuerdan casos de ciertos individuos que han desarrollado poder espiritual, clarividencia, sexto sentido o como quiera llamárselo, viviendo una vida pura en armonía con las leyes de la Naturaleza, y las enseñanzas del ocultismo moderno llenas de términos técnicos ¿no tienen cierta tendencia a producir confusiones más bien que a producir los resultados deseados?

Respuesta: En todos los casos el sendero de realización depende del temperamento del aspirante. Hay dos senderos: el místico y el intelectual. El místico carece generalmente de conocimientos intelectuales; sigue los dictados de su corazón y trata de cumplir la voluntad de Dios tal como él la siente, elevándose así inconsciente de una meta definida, pero al final alcanza el conocimiento. En la Edad Media la gente no era tan intelectual como lo es actualmente, y los que entonces se sentían llamados a la vida superior seguían generalmente el sendero místico. Pero durante los últimos centenares de años, desde el advenimiento de la ciencia moderna, una humanidad más intelectual ha poblado la tierra; la cabeza ha aplastado completamente al corazón, el materialismo ha dominado todos los impulsos espirituales y la mayoría de los hombres que no creen en nada que no puedan tocar, gustar o manipular. Por consiguiente, es necesario hacer un llamado a su intelecto para que así permitan a su corazón creer lo que el intelecto ha sancionado. Respondiendo a esta necesidad los sistemas modernos de ocultismo tratan de correlacionar los hechos científicos a las verdades espirituales. En el Occidente predomina, por supuesto, la actitud materialista de la mente, y la Orden de los Rosacruces fue fundada en el siglo XIII para preparar un antídoto contra el veneno del materialismo, antídoto que sería administrado por dosis según fueran las exigencias del caso. Paracelso, Comenius, Heltmont, Bacón y otros dieron en forma velada las mismas enseñanzas que actualmente se promulgan definidamente para demostrar que la ciencia, el arte y la religión son una trinidad en unidad que no pueden ser separadas sin producir deformaciones.
La verdadera Religión encierra la ciencia y el arte a la vez porque enseña una vida hermosa en armonía con las Leyes de la Naturaleza.
La verdadera Ciencia es artística y religiosa en el sentido más ele vado, porque nos enseña a
reverenciar y conformarnos a las leyes que gobiernan nuestro bienestar y explica por qué la vida religiosa conduce a la salud y a la belleza.
El verdadero Arte es tan educador como la ciencia y tan perfeccionante en su influencia como la religión. En la arquitectura tenemos la más sublime presentación de las líneas cósmicas de fuerza del universo. Llena al espiritualista de una profunda y poderosa devoción y de una adoración nacida de una concepción inspiradora y de la abrumadora grandeza y majestad de Dios. La escultura y la pintura, la música y la literatura nos llenan de una sensación del amor trascendental de Dios, la fuente y la meta inmutable de todo cuanto hay de hermoso en este mundo.
Nada menor que esa enseñanza que todo lo abarca puede satisfacer las necesidades de un pueblo creciente y, por consiguiente, la religión técnico devocional es absolutamente necesaria actualmente.

Max Heindel
FILOSOFÍA ROSACRUZ EN PREGUNTAS Y RESPUESTAS TOMO PRIMERO


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martes, 23 de febrero de 2016

¿Por qué estamos aquí?


¿POR QUÉ ESTAMOS AQUÍ?

Normalmente todas, o al menos la mayoría de las religiones, creen que Dios es el creador del universo y que lo hizo porque tiene un Plan para todo lo que en él existe. La ciencia, como normalmente ocurre, no lo cree así y prefiere afirmar algo así como que es el resultado de una serie de combinaciones, casualidades y fuerzas de la naturaleza y que, más o menos, todo procede de la nada y en su momento todo volverá a la nada. La Sabiduría esotérica antigua, también llamada filosofía oculta, dice que todo lo manifestado tiene su origen en Dios mismo y que, como dice la Biblia “En Dios vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser”.

La posición de la ciencia es comparable a la de una célula que esté “evolucionando” y cumpliendo una función, en algún órgano del cuerpo. Podríamos decir que para esas células su mundo (el órgano) ha podido formarse de la nada como efecto de una serie de fuerzas y mecanismos o incluso de casualidad, sin embargo, su vida es parte de la vida del órgano donde se encuentra, o sea, de la vida que anima ese cuerpo; su conciencia es una parte infinitesimal de la conciencia del ser que lo habita; el cuerpo (el universo, para las células) no tendrá límites y por tanto no tendrá fin. Por consiguiente, viven y evolucionan gracias al Espíritu que es el verdadero dueño de esos cuerpos como lo es Dios de todo lo creado dentro de Él Mismo puesto que los mundos donde evolucionamos son campos de expresión y evolución de Dios.

Luego entonces, ¿Podemos considerarnos células que cumplen una función en un órgano de lo que podría ser la manifestación (cuerpo) de Dios? ¿Y si nuestra vida aquí fuera una manera de aprender (como nuestros hijos en la escuela) y de desarrollar el aspecto espiritual para después pasar a otro mundo (clase) también creado por Dios para que alcancemos la perfección? ¿Es posible tanta perfección en el universo, en la naturaleza y en nuestros cuerpos, si hubiera surgido todo de algo que no sea un SER infinitamente superior al hombre?
Todo lo creado tiene su origen en la mente de Dios, como todo lo creado por el hombre tiene su origen en la mente del hombre. La vida del universo es la Vida de Dios, desde las fuerzas que mueven el átomo hasta las que mueven las galaxias tienen su origen en Dios y las manifestó para cumplir un Plan, y ese Plan está dentro de lo que llamamos EVOLUCIÓN. Lo mismo que unos padres tienen un plan para que su hijo pueda llegar a lo más alto posible sin olvidarse del amor hacia ellos, también Dios lo tiene con respecto a nosotros, con la diferencia de que nosotros tenemos sus poderes latentes como la semilla de una encina contiene la encina misma en forma latente. El niño comienza en la guardería y termina en la universidad pasando por una serie de etapas de aprendizaje durante años; nosotros como espíritus, pasamos por cuerpos salvajes y terminaremos alcanzando la perfección pero renaciendo muchas veces y pasando por diferentes etapas (mundos) a la vez que vamos abandonando otras.

Hoy el hombre es capaz de crear infinidad de cosas materiales (en un futuro creará también la vida) pero su origen está en la voluntad (el Espíritu) que utiliza la mente para discernir, investigar, imaginar, etc. Si no hay voluntad (ser espiritual) no se puede utilizar la mente para crear un pensamiento-forma el cual será manifestado físicamente. Eso mismo hace Dios en Sí mismo, crea un Plan de diferentes mundos de materia y hace que sus hijos desciendan, aprendan a crear sus propios cuerpos y los utilicen para desarrollar sus poderes latentes a la vez que espiritualizan toda la creación. Así, el Espíritu que Creo Dios (nuestro espíritu) y que no era consciente de sí mismo se convierte en Dios como Su Padre pero con autoconciencia. Cristo dijo: “Yo y mi Padre somos uno” y también dijo “Las obras que yo hago las haréis y mayores aún”. Eso solo se puede conseguir a través del Plan de Dios. Si todo evoluciona ¿No es lógico que el ser humano evolucione? Pero si como se afirma “Dios es amor”, su Plan también tiene que ser un Plan de amor y, aunque algunos lo duden por su ignorancia, así es.

¿No traemos nosotros niños a este mundo sin pensar en el mal que existe y que, por tanto, les puede hacer sufrir? ¿Prohibimos andar a nuestros hijos a partir de las primeras caídas con tal de protegerles o les dejamos que sigan intentándolo hasta que aprendan? Si siendo imperfectos como somos, actuamos como lo hacemos ¿Cómo no va a ser el Plan de Dios perfecto si Él es perfecto? Si el hombre ha creado y caído en el mal deberá experimentar cómo le afecta y limita ese mal hasta que aprenda a diferenciarlo del bien y pueda corregir su destino pero, aún así, el Espíritu siempre nos habla para que sepamos elegir el camino del bien. ¿Por qué estamos aquí? Porque, como todo lo que se inventa, hay que ponerlo a prueba para ver los resultados y corregir lo necesario para hacerlo lo más perfecto posible según el fin con el que se haya creado. Nuestro cuerpo no puede vivir toda una eternidad porque envejece y se cristaliza, porque enferma y porque llega un momento en que ya no funciona, de ahí la necesidad de renacer con un cuerpo nuevo y asimilar el fruto de la experiencia después de su muerte. Estamos en un cuerpo físico y tenemos que renacer porque estamos evolucionando en el más denso de los mundos, y lo necesitamos porque tenemos que desarrollar la voluntad y la mente y, porque si no experimentamos no evolucionamos.


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La contemplación del Dios interno, si se efectúa persistentemente, ¿conduce al crecimiento espiritual llevándolo a uno al adeptado?




PREGUNTA Nº 146: La contemplación del Dios interno, si se efectúa persistentemente, ¿conduce al crecimiento espiritual llevándolo a uno al adeptado?

Respuesta: Estamos viviendo actualmente en el activo mundo occidental, en el cual nuestro deber es ejecutar cualquier tarea que tengamos que hacer. Cada uno de nosotros tiene su obra que hacer, y si la descuidamos para buscar en cambio una introspección mórbida no sólo no creceremos, sino que degeneraremos espiritualmente.
Desgraciadamente, algunas personas creen justificado que pueden abandonar sus deberes terrestres cuando se imaginan que el progreso espiritual las llama, pero hasta que no hayamos cumplido con todos los deberes que tenemos aquí no podremos desarrollarnos espiritualmente de verdad; cualquier cosa que así pueda parecer se convertirla al fin en polvo y ceniza.
El lejano Oriente ilustra, con horrible ejemplo, los malos resultados que produce el descuidar los deberes materiales por lo que imaginan ser poderes espirituales. Allí se maceran y deforman el cuerpo con prácticas tales como la de mantener un brazo estirado basta que se seque. No es verdadera espiritualidad la que no produzca el bien para todo el mundo. Algunas veces se dice que “todo pescado debe estar colgado de sus agallas y que toda barrica debe estar parada sobre su propia base”. Pero también es cierto que todo aquello que no tienda a elevar a todos no eleva a nadie. El deseo profundo que sale del corazón para ayudar a aumentar el bien común es la única justificación para emplear las propias fuerzas en el desarrollo del poder espiritual. Se habla de reuniones de madres en las que se iba a discutir cómo cuidar mejor del hogar y de los propios hijos, mientras que sus hijitos se encontraban en una casa sucia, sin que nadie les prestara el menor cuidado. Esos relatos no son simples exageraciones o burlas; contienen más verdades que poesía. Y las personas que ansían la espiritualidad, que desean contemplar al ángel interno, mientras descuidan a su familia y otros deberes, van a la par que dichas madres. Cuanto más pronto despertemos a la verdad de que ningún deber presente, por humilde que sea, puede ser descuidado impunemente para dedicarse a la obra espiritual, por exaltada que sea, tanto mejor para nosotros. Aconsejaríamos al lector que leyera el poema de Longfellow, la “Blessed Visión”, que viene muy al caso. Un monje está arrodillado sobre el piso de piedra, cuando una hermosa visión de Cristo se le aparece precisamente al mediodía, cundo el sonido de la campana lo llama a la puerta donde los pobres están esperando sus limosnas que dicho monje tiene el deber de darles cada día. Entonces el monje se pregunta si se quedará con su inefable visitante o si lo dejará para ir a llevar el sustento a los pobres hambrientos. Pero una voz interna le dice:
“Haz tu deber lo mejor que puedas “Dejando al Señor el resto”.
Sigue entonces el consejo de esta vos dejando a la visión en su celda, dudando de que cuando vuelva la encuentre nuevamente allí. Sin embargo, siente que es su deber ayudar a los demás; sin importársele lo que él mismo pierda con ello, y cuando después de haber entregado las limosnas a los pobres vuelve a su celda la visión lo saluda con estas palabras:
“Si aquí te hubieras quedado “Yo me hubiera ido”.

Max Heindel
FILOSOFÍA ROSACRUZ EN PREGUNTAS Y RESPUESTAS TOMO PRIMERO


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lunes, 22 de febrero de 2016

Si cultivamos la clarividencia en esta vida ¿para qué nos servirá en la vida post -mortem?


PREGUNTA Nº 145:  Si cultivamos la clarividencia en esta vida ¿para qué nos servirá en la vida post -mortem?

Respuesta: En muchas formas nos será de utilidad. En primer lugar, muchos hombres tienen un gran miedo a la muerte, la sola mención de la palabra muerte les produce escalofríos y tratan siempre de evitar ese asunto. El miedo de la muerte genera imágenes o formas mentales horrendas, y cuando una persona abandona el cuerpo al morir y entra en el Mundo Invisible ve todas esas formas horribles en torno suyo como otros tantos diablos, lo que a veces lo deja casi enloquecido. Sin embargo, son su progenie y no puede librarse de ellos hasta que aprende que no tienen ningún poder sobre él y que puede expulsarlos sin miedo alguno. Entonces se desvanecen como las tinieblas ante el Sol.
El hombre que ha cultivado la clarividencia durante la vida terrestre a veces es atormentado en su primera entrada en el Mundo Invisible por varias entidades elementales que adoptan las más horrendas formas. Reconocen en el neófito a un posible señor futuro y tratan de disuadirlo de ese propósito intimidándolo; pero como generalmente no falta algún instructor que lo ayude enseñándole que esos seres no tienen poder alguno sobre él, muy prontamente se sobrepone al miedo. Cuando más tarde deja su cuerpo al morir y entra en el Mundo Invisible ya se ha familiarizado con todas las cosas de allí, pero sobre todo no tiene miedo alguno que lo acobarde.

Max Heindel
FILOSOFÍA ROSACRUZ EN PREGUNTAS Y RESPUESTAS TOMO PRIMERO


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Las enseñanzas esotéricas están a disposición de todos



LAS ENSEÑANZAS ESOTÉRICAS ESTÁN
A DISPOSICIÓN DE TODOS

Pregunta: No entiendo porque las enseñanzas esotéricas se conservan secretas y únicamente se les da a los Iniciados y quizás a algunos escogidos. Si son buenas para algunas personas: ¿por qué no son buenas para todos?

Respuesta: Las enseñanzas esotéricas no se conservan solamente para algunos, están de la misma manera que los intrincados cálculos matemáticos se conservan secretos solo para el niño que está en los primeros grados de la escuela.

Cuando por medio del servicio altruista, el desarrollo del amor desinteresado y haciendo los ejercicios adecuados, que están siempre a disposición de quien se tome el trabajo de realizarlos, es posible poner en acción a las dos glándulas de secreción interna, que son el Cuerpo Pituitario y la Glándula Pineal, habiendo desarrollado de esa manera gran cantidad de poder dinámico, se le muestra como debe liberar esa energía acumulada

Esto, en forma natural, eleva su estado de conciencia y abre su visión clarividente, que depende de las actividades de las ya mencionadas glándulas.

Así vemos que las enseñanzas esotéricas están a disposición en todo momento de quienes están dispuestos mediante el ejercicio de su voluntad a ponerse en contacto con ellas.-
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LA FUENTE DEL CALOR DE LA SANGRE

Pregunta: ¿Cuál es la fuente del calor en la sangre y por qué es necesario este calor?

Respuesta: La sangre es el instrumento directo del Ego o Espíritu Interno, la que es utilizada por éste para guiar y controlar sus vehículos. Esto se realiza por medio del calor que el espíritu genera en la sangre.

Cuando se realiza el acto de pensar, el Espíritu dirige la sangre a la temperatura adecuada, regulada por si misma hasta el cerebro, siendo este calor el que eleva la vibración de las células del cerebro y estimula la actividad mental.

La mayor proporción de la cantidad total de sangre siempre es dirigida a la parte del cuerpo donde, en cualquier momento, el Espíritu desea acelerar cualquier actividad particular. El calor en la sangre es necesario a fin de que el Espíritu pueda funcionar en su vehículo físico.-

Fraternidad Rosacruz Max Heindel
Colombres 2113 – Bº Lomas de San Martín
5.008 – Córdoba – República Argentina

Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este aporte.

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domingo, 21 de febrero de 2016

¿qué es lo que las enseñanzas rosacruces pueden dar al que al presente no goza de buena salud física?


PREGUNTA Nº 144:  Siendo un cuerpo vigoroso y sano necesario para el desarrollo espiritual ¿qué es lo que las enseñanzas rosacruces pueden dar al que al presente no goza de buena salud física? El estudio de esa filosofía y la práctica de sus enseñanzas ¿mejorará la salud como resultado y tenderá a mantener a la persona en buena salud?


Respuesta: El preguntante comienza por expresar un malentendido: que un cuerpo vigoroso es necesario para el verdadero desarrollo espiritual, y, probablemente, también olvida la distinción entre Vigoroso y sensitivo. Muchas personas de escaso desarrollo tienen un cuerpo sanísimo y lleno de salud, pero no son absolutamente sensibles a las vibraciones espirituales.
Una ilustración para aclarar el punto: El autor ha tenido un reloj despertador, de esos baratos, durante varios años. Muchas veces ha sido empaquetado y metido en un baúl, que ha sido manipulado por cocheros, porteros, etc.) Con el descuido proverbial, y aun así, cuando lo sacaba del  baúl, a pesar de las sacudidas y de los malos tratos, seguía marcando el tiempo pasablemente, es decir, siempre que no importara minuto de más o de menos. Ese reloj era fuerte, vigoroso, pero no exacto.
Por otra parte, un cronómetro de los que se emplean a bordo es sumamente delicado.
Reposa sobre suspensores que lo mantienen siempre en posición horizontal y que compensan hasta el más ligero movimiento del barco, de manera que el cronómetro marque
el tiempo con toda exactitud, pues hay muchas vidas que dependen de la extraordinaria exactitud de ese instrumento. El capitán que se encuentra en medio del océano sabe a qué distancia se encuentra al Este o al Oeste de Greenwich (Inglaterra), por medio de ese exactísimo cronómetro.
Cuando calcula la diferencia entre el medio día del lugar en que se encuentra el buque y el momento que señala el cronómetro encuentra la medida exacta del lugar que ocupa el buque, medida de la que dependen las vidas de todos los pasajeros y los millones de dólares que vale el buque y el cargamento a su mando. Comparando ese sensibilísimo cronómetro con el despertador barato y grosero, se ve claramente la diferencia que existe entre “sensitivo” y “vigoroso”.
Cuando comprendemos las filosofías superiores, cuando vivimos la vida que ellas enseñan, nuestro cuerpo se hace extremadamente sensible y hay que prestarle muchos más cuidados que los que necesita el cuerpo de un indio o el de un negro en los bosques africanos. Estos no tienen el sistema nervioso delicado que tiene la raza blanca. Los que se interesan por el desarrollo espiritual especialmente tienen una gran sensibilidad y, por consiguiente, conforme progresan tienen que cuidar más y más ese instrumento. Pero también aprendemos las leyes de su naturaleza y cómo sujetarnos a ellas. Si aplicamos nuestro conocimiento es posible tener un instrumento sensible y mantenerlo en salud comparativamente buena.
Hay casos, sin embargo, en los que una enfermedad es necesaria para producir ciertos cambios en el cuerpo, cambios que son precursores de un grado más elevado de desarrollo espiritual, y bajo tales condiciones la enfermedad es por supuesto, una bendición y no una maldición. Sin embargo, en general puede decirse que el estudio de las filosofías superiores tenderá siempre a mejorar la propia salud, porque “saber es poder”, y cuanto más sepamos tanto mejor podremos dominar todas las condiciones, siempre que llevemos nuestros conocimientos a la práctica y vivamos la vida; que no seamos siempre oyentes del verbo, sino obreros también, porque ninguna enseñanza nos beneficia absolutamente, salvo que las llevemos en nuestra vida viviéndolas diariamente.

Max Heindel
FILOSOFÍA ROSACRUZ EN PREGUNTAS Y RESPUESTAS TOMO PRIMERO


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