jueves, 14 de abril de 2016

Cuando un perro o gato muere ¿muere al mismo tiempo el espíritu-grupo a que pertenece?



PREGUNTA Nº 169: Cuando un perro o gato muere ¿muere al mismo tiempo el espíritu-grupo a que pertenece? Además, ¿en qué se convierte el alma del animal? El amor humano y los cuidados que se le han prestado ¿lo ayudan en su jornada post-motem?

Respuesta: La pregunta demuestra que el preguntante no tiene una idea exacta sobre lo que es el espíritu-grupo. Así como nuestro cuerpo está compuesto por innúmeras células, teniendo cada una su propia vida celular, si bien todas están sujetas a nuestra inteligencia central, así también el espíritu-grupo de una especie de animales es una entidad espiritual que pertenece a una evolución diferente y que tiene un cuerpo espiritual compuesto por muchos espíritus animales evolucionantes. A estos espíritus animales los va haciendo encarnar de vez en cuando en los cuerpos animales de su tribu, un espíritu de cada cuerpo, y al morir retornan al espíritu colectivo, habiendo obtenido un mayor grado de conciencia que el que tenían al nacer.

Esto ayuda a evolucionar al espíritu-grupo, quien en justa retribución dirige a los espíritus de los animales individuales de su tribu. Como todos los demás espíritus, el espíritu colectivo no puede morir. Es el guardián de los espíritus animales, y conforme éstos evolucionan el cuerpo espiritual del espíritu- grupo sufre una metamorfosis. Cuando los espíritus animales separados se han desarrollado suficientemente, se individualizan como seres humanos, pero continúan a cargo del mismo espíritu colectivo, pues las naciones y las razas están bajo el dominio de un espíritu racional o “racial”. Y no se libertan de este dominio hasta que se hayan desarrollado hasta tal punto que estén más allá del punto de tener familia u otros lazos nacionales. Por esta razón dijo Cristo:

Salvo que el hombre deje padre y madre, no puede seguirme”, porque el padre y la madre sólo son cuerpos: son lazos que obstaculizan. Los espíritus no tienen ni padre ni madre, pero todos son uno en esencia.

En cuanto a lo que el alma del animal se convierte después de la muerte, podemos decir que, después de salir del cuerpo, pronto vuelve al espíritu- grupo, y el amor y cuidado que le hayamos prestado naturalmente lo ayuda muchísimo en su evolución, porque mientras que el animal salvaje obra completamente bajo los dictados del espíritu-grupo que llamamos

instinto, los animales domésticos muestran cierta capacidad para pensar, completamente fuera de su evolución normal en la actualidad. Y esa capacidad la han recibido de nosotros, según el mismo principio que hace que cuando tenemos un alambre muy cargado de electricidad y colocamos otro cerca de aquél también se electriza por inducción con una corriente eléctrica de menor voltaje. De parecida manera el animal que se pone en contacto con los seres humanos no es capaz de pensar, pero aprende a hacerlo mediante dicho contacto. Y puede deducirse fácilmente que esos animales domesticados, a su debido tiempo, serán los instructores de sus menos avanzados hermanos.

Max Heindel
FILOSOFÍA ROSACRUZ EN PREGUNTAS Y RESPUESTAS TOMO PRIMERO

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