domingo, 8 de mayo de 2016

Espíritus encadenados a la Tierra

PREGUNTA Nº 4: ESPÍRITUS ENCADENADOS A LA TIERRA
¿Por qué dice usted que algunas personas después que pasan a la otra vida quedan apegados a la Tierra? ¿Hay algo que aquí podamos hacer por cuyo medio tal condición pueda evitarse en lo futuro?

Respuesta: ¡Sí, por cierto! Las personas encadenadas a la Tierra tienen sus tesoros en ella, en vez de en el cielo. Todas ellas han dejado algo atrás. Puede que no siempre sea dinero; pueden tener otros lazos en la tierra, alguien del que ellas creen ser dueñas -su esposa, su esposo, sus niños-. Su idea es que: porque te amo, tienes que hacer lo que yo quiero. No consideran que la persona que aman tenga ningún derecho. Más tarde cuando fallecen, esa relación continúa, y se esfuerzan en impresionar a los que aman, en mantenerse cerca de ellos, y estar en su compañía tanto como les sea posible. La gente dueña de Casas, tierras y otras cosas parecidas, están muy apegadas a ellas, son las peores. Vemos en algunas ocasiones que esas personas están cuidando una caja en donde tienen gran cantidad de valores y bonos. Entonces los herederos vienen y toman los bonos y se ríen del viejo tonto para acumular su dinero. O puede ser gente que ha vivido para la sociedad. Tienen joyas, vestidos y otras cosas. Todavía las quieren y sienten que no pueden partir sin ellas; por consiguiente están atados a la tierra tanto tiempo como mantengan ese sentimiento.
Lo mejor es regalarlo todo. Por supuesto tenemos que cuidar de no colocarnos en una posición en la que la gente a quien le hacemos esos regalos nos pongan en la calle y nos haga estar, en nuestra vejez, totalmente necesitados. Pero si tenemos buen juicio, cuando comprendemos que hemos vivido nuestra vida hasta el fin de su utilidad, podremos decir: he aquí estas cosas, ya no me sirven más, y yo ya estoy llegando al fin; ¿dónde puedo hacer el mayor bien con ellas; quién las podrá apreciar mejor, o a quién puedo ayudar a establecerse en algún negocio de manera que pueda hacer algo por sí mismo? O bien podemos encontrar otros modos parecidos para disponer de nuestras cosas. También, en relación con nuestros afectos, debiéramos mantenernos con el necesario dominio para no amar a nadie con amor desordenado, tal como el que hace ídolos de los demás y los pone ante todas las otras cosas. Si de esta manera nos liberamos de todos los lazos terrestres, estamos listos para partir, y somos como la semilla madura que cae de la fruta. Si estamos libre de lazos terrenales, sean financieros, personales, o los que fueren, no podremos quedar atados a la tierra. Empero, si las gentes han cometido crímenes, en algunas ocasiones están inevitablemente apegados a la tierra por asociación con los lugares en donde fueron cometidos y por tratar de deshacer el mal que fue hecho.

del libro "Filosofía Rosacruz en Preguntas y Respuestas" 
Tomo Segundo de Max Heindel


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