PREGUNTA Nº 80: "EL MAR YA NO ES"
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En el Apocalipsis San Juan dice "El mar ya no es". ¿Que significa eso?
Respuesta: Significa exactamente lo que dice, pues la propia Tierra está pasando por un número de estados de evolución que suministran las necesarias condiciones para nuestro desarrollo.
Hubo la edad oscura durante la cual el material de nuestro planeta fue colectado y estaba en una condición fermentativa y germinadora que produjo calor de tal modo que en cierto punto, cuando fue pronunciado el fiat Creador, "Hágase la Luz", este material se volvió una luminosa niebla ígnea que rotaba sobre su eje calentando la atmósfera circundante que entonces se enfriaba por el contacto con el espacio exterior. De esta manera se generó la humedad, y cayó sobre el planeta resplandeciente con el resultado de que salía hacia afuera un vapor, una neblina ígnea.
Durante eones de tiempo esta evaporación y condensación siguió hasta que se formó la corteza de la Tierra y se convirtió en lo que conocemos como tierra seca de la cual salía una neblina, lo que también se menciona en la Biblia. Esta se enfrió y condensó convirtiendo a la tierra en un diluvio y finalmente aclaró el aire y nos dio las condiciones atmosféricas que prevalecen hoy. En el pasado tuvimos cuerpos que nos capacitaban para vivir en los variables ambientes de la Tierra y ahora, nuestros vehículos están mayormente compuestos de agua, como lo están los cuerpos de los animales y de las plantas. No obstante, la Biblia nos dice que la carne y la sangre no pueden heredar el Reino de Dios. Se nos dice que abandonaremos el cuerpo físico y que seremos arrebatados en el aire; también como usted indica, "el mar ya no será". Así, pues, las condiciones generales son puestas ante nosotros y hay algunos pocos signos de que estos cambios se están gradualmente manifestando, con seguridad están viniendo. Los científicos están comenzando a reconocer la realidad de que la Tierra está siendo privada de su humedad. Dice Selecciones Literarias. (Literary Digest): "Muchas autoridades reconocen el hecho de que la Tierra está perdiendo gradualmente la humedad. Como ocurre esto lo explica parcialmente C. F. Von Hermann que dice en Science (New York), que por la acción de las descargas eléctricas al descomponer el vapor, uno de los gases componentes, el hidrógeno, es muy ligero y se eleva a los límites superiores de la atmósfera de la tierra donde por fin es arrojado. Esta pérdida de hidrógeno significa al fin y al
cabo una pérdida de agua. La descomposición de la humedad de la tierra, con pérdida final, es también algo que dicen otras agencias, siendo notables los efectos de los rayos luminosos de la parte superior del espectro. El Sr. Von Hermann cita a un autor en Umschau, el Dr. Karl Stoeckel, quien dice: "Se cree que los rayos ultravioletas de la luz solar que caen sobre el agua en los estratos inferiores de la atmósfera de la tierra, descomponen una pequeña parte de ella para producir hidrógeno, el cual se eleva a grandes alturas."
Sobre esto el Sr. Von Hermann comenta como sigue: "No creo que haya sido señalado anteriormente que la superficie de la tierra debe estar continuamente perdiendo hidrógeno por la descomposición del vapor del agua en cada relámpago. Pickering, y otros, han reconocido las líneas de hidrógeno en el espectro del relámpago, y las más grandes obras sobre metereologia mencionan el hecho de que dichos relámpagos descomponen algo de agua.
"El hidrógeno formado por cada relámpago se eleva rápidamente a la atmósfera superior y se pierde para la tierra. Considerando la frecuencia de tormentas eléctricas durante el verano en ambos hemisferios y en todas las épocas en las regiones ecuatoriales, la pérdida de hidrógeno en esta forma no puede considerarse como insignificante. En tanto que las condiciones sobre la tierra permanezcan tales como para hacer posible las tormentas eléctricas, la gradual desecación de la tierra tiene que continuar".
De esta manera, las enseñanzas de la Biblia son vindicadas en cada uno de sus puntos esenciales a medida que la ciencia adelanta. Los hechos descubiertos muestran cómo han sido descriptos el pasado y el presente con exactitud. Esto nos da razón para nuestra fe de que el futuro desarrollo se encontrará alineado con las verdades enseñadas en la Biblia.
del libro "Filosofía Rosacruz en Preguntas y Respuestas"
Tomo Segundo, de Max Heindel
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