sábado, 1 de octubre de 2016

La Luna en cuarto creciente o menguante



La Luna en cuarto creciente o menguante

Entre los puntos de la astrología que preocupan al principiante, están aquéllos en los cuales la Luna está en cuarto creciente o menguante. En las obras astrológicas se usan con frecuencia estas expresiones al calcular los efectos de las diversas configuraciones. Pero, por lo menos en lo leído por nosotros, no hemos encontrado en ninguna parte su explicación, y confiamos que lo que sigue aclarará el asunto a nuestros estudiantes.

Cada mes la Luna se pone en conjunción con el Sol, y esta conjunción de los luminares se llama lunación de Luna nueva. Después de la conjunción o Luna nueva, puede verse este satélite en el cielo occidental junto al horizonte como un diminuto brillo; día tras día la superficie iluminada se hace mayor, y al llegar el momento de la oposición con el Sol ha aumentado su luz en toda su capacidad, y en aquel momento nosotros decimos que es Luna llena y entonces el luminar menor sale por el cielo oriental al mismo tiempo en que el Sol se pone en el Oeste. Desde ese momento hasta pasada una quincena más se puede observar cómo sale más tarde cada noche, y al mismo tiempo la parte iluminada de su disco disminuye hasta precisamente antes de la próxima conjunción o Luna nueva.
Los muy madrugadores pueden observarla en el cielo del Oriente justamente antes de salir el Sol como un lucerito pequeñísimo sobre el arco del cielo. De modo que la Luna crece en luz desde el momento de su conjunción o Luna nueva hasta la oposición, o Luna llena, y desde la Luna llena hasta la inmediata Luna nueva va decreciendo en luz. Los momentos de la Luna nueva. Luna llena y eclipses se indican cada mes en nuestro libro Astrología Científica Simplificada, al cual remitimos al lector.

Los tránsitos de Neptuno, Urano, Saturno y Júpiter son importantes, y cuando el estudiante se haya familiarizado con los misterios del horóscopo progresado, pero no antes, puede con provecho detallar la posición de las efemérides de los planetas por la parte de afuera del horóscopo progresado y observar su efecto, así como los aspectos de las lunas nuevas. Pero debe cuidar, primeramente, el mantener al horóscopo progresado en los primeros principios solamente, pues los aspectos fantásticos y caprichosos son “la materia de la cual
se componen los sueños”, la urdimbre y la trama de los cuentos astrológicos que se desvanecen a la claridad de la Luna y dejan al astrólogo desconcertado. Es relativamente fácil el fantasear con la lanzadora de la imaginación con los planetas natales, progresados y en tránsito, cada juego con sus correspondientes casas y una multitud de aspectos entre los cuales elegir; pero un simple juicio basado sobre los puntos esenciales de un horóscopo está casi invariablemente justificado por los acontecimientos.

Saturno transitando el radical Sol, Luna, Venus o Júpiter. Estos aspectos disminuyen la vitalidad y actúan como una ducha de agua fría sobre el espíritu de la persona. Durante ellos se manifiestan tendencias hacia resfriados, tristezas y melancolías; entorpecimientos y disgustos, y si Saturno marchase en dirección retrógrada pasando y volviendo a pasar estos puntos, se produciría durante un gran lapso un estado mental de ansiedad y de disgustos.

Saturno transitando en cuadratura u oposición el radical Sol, Luna, Venus o Júpiter. Estos aspectos producirán efectos semejantes a los de la conjunción, pero más intensos, con la adición de que se producen frecuentemente caídas, quemaduras, accidentes o roturas de huesos.

Saturno transitando en sextil o trígono el radical Sol, Luna, Venus o Júpiter. Estos aspectos no producen ningún beneficio según lo observado hasta el día.

Saturno transitando en sextil o trígono el radical Mercurio. Estos aspectos tranquilizan la mente y la hacen más capaz de concentración cuando Saturno marcha directo; pero cuando está retrógrado o aspectado a Mercurio por cuadratura u oposición, resultan miedos, preocupaciones, melancolías, tristezas y disgustos, durante cuyos momentos es peligroso viajar.

Saturno transitando él radical Marte, Urano o Neptuno. Estos tránsitos siempre marcan unas épocas de disgustos, no importa cuál sea él aspecto; pero la naturaleza de estos inconvenientes está mejor determinada por la casa y el signo donde el planeta afligido está colocado.

Saturno transitando él radical Mediocielo. Este aspecto produce siempre escándalos, descrédito y pérdida del prestigio.

Saturno transitando las casas sexta o duodécima o el Ascendente.
Estas posiciones tienen un efecto adverso sobre la salud con arreglo a los signos que están en las cúspides de estas casas.

Júpiter transitando en sextil o trígono el radical Sol, Venus, Mercurio o la Luna. Estos aspectos brindan salud, alegrías y beneficios financieros con arreglo a las indicaciones del radical. Si Júpiter está retrógrado no es tan activo, pero el bien se prolonga por su pasaje repetido sobre los buenos aspectos al tomar la marcha directa.

Júpiter transitando en cuadratura u oposición el radical Sol, Venus, Mercurio o la Luna. Estos aspectos no son muy contrarios porque el mal está fuera de armonía con la naturaleza básica de Júpiter.

Júpiter transitando o aspectando el radical Saturno, Marte, Urano o Neptuno. Estos aspectos no producen resultados apreciables debido a que la naturaleza básica de estos planetas es enteramente diferente. Esto está basado en el mismo principio de que los diapasones afinados a una nota diferente no responden el uno al otro.

Urano transitando el radical Sol y Venus. Estos tránsitos producen uniones románticas, placeres bohemios y experiencias inconvencionales, y cuando Urano está retrógrado pueden durar mucho tiempo; pero, en cambio, cuando está mal aspectado pueden resultar en inmoralidad, escándalo y divorcio.

Urano transitando el radical Marte, la Luna o Mercurio. Estos aspectos de Urano con el radical Marte, Luna o Mercurio, tiene la tendencia de hacer a la persona impulsiva, precipitada, inquieta, temeraria y extravagante, algunas veces hasta el punto de la locura si otros testimonios en el horóscopo concurren, y la fase de la perturbación mental varía desde la violencia, cuando está inducida por Marte, hasta el idiotismo pacífico, cuando está producido por la Luna. 

Urano transitando o en mal aspecto con él radical Saturno, Marte o Neptuno. Estos tránsitos producen inconvenientes y disgustos con arreglo a la casa y signo en que está colocado Urano. Los buenos aspectos no producen ningún beneficio según lo observado hasta hoy por nosotros.

Neptuno transitando el radical Mercurio o la Luna. Estos aspectos brindan un despertar espiritual acompañado por sueños y visiones de naturaleza elevada. Son también buenos para viajar; pero los aspectos adversos hacen que la mente esté perturbada, llena de pensamiento sucios, viciosa y criminal si el horóscopo radical concuerda, de modo que la persona puede cometer hasta un crimen y sufrir encarcelamiento como consecuencia de ello. La mediumnidad es también a menudo el resultado de estos tránsitos.

del libro "El Mensaje de las Estrellas" 
de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel


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