miércoles, 2 de noviembre de 2016

Afecciones cardíacas, oxigenación insuficiente, afecciones de los ojos y muerte



AFECCIONES CARDÍACAS, OXIGENACIÓN
INSUFICIENTE, AFECCIONES DE LOS OJOS Y MUERTE

Buenos aspectos: Marte en trígono con la Luna y sextil con Saturno; Urano trígono con Neptuno y Júpiter sextil con Neptuno y Urano.
Malos aspectos: La Luna en conjunción con Antares y oposición con Saturno y Venus; el Sol en conjunción con la Cola del Dragón y en cuadratura con Júpiter y Mercurio en cuadratura con Marte.
La Luna en el Ascendente en Sagitario hace al paciente inquieto e inestable, pero no incapaz, debido a que la Luna forma también un trígono con Marte. Este aspecto da a la enferma mucha más energía que la que por regla general poseen los do Sagitario. Aun la oposición de la Luna con Saturno y Venus, que roba a la vida su alegría y la hace melancólica, es, en cierto sentido, una ayuda; pues le da una persistencia y resistencia que no la dejará caer en poder de la enfermedad. Mercurio en cuadratura con Marte indica que tiene un temperamento muy vivo, y como Mercurio está en Tauro, el signo de la voz, esta desgracia característica se manifestará en una lengua indomable. Esto la dañará seriamente desde un punto de vista físico, por no decir nada de las injurias más deplorables espirituales, porque Marte está en Leo, el signo del corazón, y esto siempre predispone a palpitaciones. Está en sextil con Saturno, pero aun los buenos aspectos con Saturno son enemigos. El Sol, que es el regente del corazón, está en conjunción con la saturnal Cola del Dragón.
Los nervios también están afectados por la cuadratura de Marte con Mercurio, de aquí que el corazón esté muy lejos de estar normalmente equilibrado y los impulsos del temperamento que esta persona está propensa a exteriorizar a la menor provocación, ocasionarán en algún momento algún serio ataque al corazón, sometiendo a este órgano a una tirantez extraordinaria y restringiendo la ya perezosa circulación, que está señalada por la cuadratura de Júpiter con el Sol y la Cola del Dragón y también por la conjunción de Venus con Saturno y su oposición con la Luna, pues Júpiter y Venus son, respectivamente, los regentes de las circulaciones arterial y venenosa.
La cabeza está congestionada especialmente debido a la conjunción del Sol con la saturnina Cola del Dragón que ocurre en Aries, el signo de la cabeza; y Saturno, el planeta de la obstrucción, está en Géminis, el signo de los pulmones, en conjunción con Venus. Esto indica una interferencia con la circulación de la sangre venenosa en los pulmones. La Luna, que gobierna el aire, está en oposición, indicando que se inspira en los pulmones una cantidad insuficiente de aire para purificar la sangre de su carga de venenoso dióxido de carbono; y la presencia de Saturno señala un endurecimiento de los tejidos que puede degenerar en tuberculosis. Llamamos también la atención del lector de que Júpiter, el regente del Ascendente, está en la casa octava y en cuadratura con el Sol y la Cola del Dragón en la casa cuarta y todos ellos son signos cardinales.
Esto es un testimonio claro de muerte accidental, y Marte en la casa octava es el signo de Leo, que rige al corazón, e indica que una hemorragia puede ser la causa que produzca el fin de la vida física.
Si a esta persona se la hubiera tratado a tiempo y enseñado el dominio propio, esta situación comprometida podría probablemente haberse evitado; aun ahora una manifestación franca acerca del gran peligro a que la expone una gran excitación podría conseguir una determinación de la paciente para dominar su temperamento y de este modo alargarse la vida.
La Luna en conjunción con Antares y en oposición con Saturno, indica que los ojos están en peligro también, y Saturno en Géminis, que es un signo mercurial, señala afección nerviosa. La conjunción de Venus podría sugerir una congestión de los músculos de los ojos, lo cual puede ser grandemente aliviado por un tratamiento osteopático.
Un sanador con Leo saliendo y cuyo Saturno no estuviera en Géminis, sería el más indicado para tratar este caso.

del libro "El Mensaje de las Estrellas" 
de Augusta Foss de Heindel y de Max Heindel


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