sábado, 11 de febrero de 2017

El éter químico - Parte I




PARTE I
EL ÉTER QUÍMICO

1) La Naturaleza de la Visión Etérica

En 1918 Max Heindel escribió: “El proceso de preparación para la Era de Acuario ha comenzado ya; y como Acuario es un signo aéreo científico e intelectual, se da por descontado que la nueva fe debe estar afincada en la razón y ser capaz de resolver el enigma de la vida y de la muerte en una forma que satisfaga tanto al intelecto como al instinto religioso. “Así como en el pasado hemos desarrollado cinco sentidos por medio de los cuales nos ponemos en contacto con el presente mundo visible, así desarrollaremos en el lejano futuro otro sentido que nos capacitará para ver a los habitantes de la Región Etérica, incluyendo aquellos seres queridos nuestros que han abandonado el cuerpo físico y habitan el éter y el Mundo del Deseo inferior durante el primer estadio de su carrera en los reinos espirituales.

Acuario es un signo aéreo que tiene regencia especial sobre los éteres. El diluvio que sumergió al antiguo continente de Atlantis, que es el diluvio de la Biblia, secó la atmósfera hasta cierto grado al depositar la mayor parte de la humedad que contenía en el mar; pero cuando el Sol entre en Aquarius por precisión, todavía más humedad será eliminada y las vibraciones visuales que son más fácilmente transmitidas por la atmósfera etérica seca se harán más intensas, y así las condiciones serán más particularmente convenientes para producir la ligera extensión de la visión física necesaria para abrir nuestros ojos a la Región Etérica. La producción de psíquicos en California es un ejemplo de este efecto de una atmósfera seca y eléctrica, aunque, por supuesto no es tan seca como será el aire en la Era de Acuario.

Pero es bueno comprender que mediante la aspiración y la meditación, los que están esperando ansiosamente ese día están tomando la ocasión por los cabellos y pueden muy fácilmente sobrepasar a sus semejantes que no saben lo que les está reservado. Estos últimos, por otra parte, pueden retrasar el desarrollo de la extensión de la visión, si creen que están sufriendo de alucinaciones cuando comienzan a tener sus primeros vislumbres de las entidades etéricas, y si tienen miedo de que si cuentan a los demás lo que ven, los consideren locos.

Por lo tanto la Fraternidad Rosacruz ha recibido el encargo de parte de los Hermanos Mayores, de promulgar el evangelio de la Era de Acuario, y de dirigir una campaña de educación y de iluminación para preparar al mundo para lo que le está reservado. El mundo debe ser leudado con las siguientes edades:

1 ) Las condiciones en la tierra de los muertos que viven no están envueltas en misterio, sino que podemos saberlas como se sabe lo que relatan los viajeros acerca de países extranjeros;

2) Estamos cerca del umbral en el que todos conoceremos estas verdades; y

3 ) Lo más importante de todo, a saber, que apresuraremos el día en nuestro propio caso por medio del conocimiento de los hechos concernientes a la experiencia post-mortem y las cosas que podemos esperar ver; porque entonces sabremos qué es lo que podemos esperar y cuando comencemos a obtener los vislumbres de estas cosas no temeremos, ni nos admiraremos, no seremos incrédulos.

Sin embargo, maravillosos como son estos desarrollos –y precisamente porque son maravillosos– van acompañados de una cierta responsabilidad. Los estudiantes deben comprender que una seria responsabilidad acompaña a la posesión del conocimiento, porque “a cualquiera que fue dado mucho, mucho será vuelto a demandar de él” (S. Lucas 12:48); y si enterramos nuestro talento, ¿no debemos esperar una merecida condenación? La Fraternidad Rosacruz puede llenar su misión únicamentecuando cada miembro haga su parte difundiendo las Enseñanzas (y viviendo la vida); por lo tanto, es de esperar que esto pueda servir para llamar la atención de los estudiantes a cuestión de sus deberes individuales.

Pero que no haya malentendidos con relación a la naturaleza de este deber. No se nos pide que formemos una organización poderosa, con gran riqueza y cientos de miles de miembros pagando derechos. Nuestro deber es simplemente difundir las verdades que pertenecen a la Nueva Era, en la mejor forma que las circunstancias permitan. No tenemos que mencionar, la palabra “Rosacruz” ni a la Fraternidad Rosacruz; pero si se nos pregunta con respecto de la fuente de nuestro conocimiento, entonces es nuestro privilegio, a la vez que nuestro deber, decir la verdad y dar nuestra filiación espiritual. Y por supuesto, no debemos tratar de imponer nuestros puntos de vista a oídos mal dispuestos.

Los hospitales mentales están llenos hoy día de casos nerviosos y mentales, que en realidad no son otra cosa que personas que sufren por exposición a fuerzas psíquicas que no comprenden y como resultado de ello están agotados nerviosa y emocionalmente sufriendo de miedo mortal. Estas condiciones son producidas por la sobre-estimulación del gran centro nervioso del plexo solar, antes que los centros superiores del cerebro hayan sido suficientemente puestos en movimiento como para ejercer cierto grado de control. Tratamos de este asunto sólo de pasada, como síntoma de la sensibilización que ocurre conforme se aproxima la Era de Acuario. No es sólo el plexo solar el que recibe tal estímulo de las fuerzas cósmicas, sino también otros centros, incluyendo el nervio óptico y las áreas del cerebro que tienen que ver con la visión, que en este caso es la visión extendida a la región etérica.

La visión etérica depende ordinariamente de la sensibilidad del nervio óptico, pero aun cuando el nervio óptico sea defectuoso o esté destruido, puede ser que la visión etérica pueda ser desarrollada mediante el uso de canales nerviosos, sustitutos conectados con la piel. Se nos dice que mucha de la visión defectuosa que encontramos hoy entre nosotros se debe a la creciente densificación de los éteres, que es parte del poderoso efecto de la radiación solar cuando el Sol está en Aquarius en el equinoccio vernal por precesión.

Por medio de la visión etérica es posible ver todo lo que existe en la Región Etérica del Mundo Físico. Cuando esta visión comienza a desarrollarse, revela al éter más inferior o sea el Éter Químico, que en color varía de gris-azul, a azul, o de violeta a azul oscuro que es casi negro. Max Heindel habla del Éter Químico como “oscuro, casi negro”. Debido a la entremezcla de los otros éteres con el Éter Químico, este éter puede también aparecer como azul rojizo, magenta, violeta o púrpura, según la densidad de los éteres.

Cuando alguien contempla un objeto con la visión etérica, ve a través del objeto de una manera parecida a como los Rayos X penetran las sustancias sólidas. De aquí que se le llame visión de Rayos X, aunque ésta no sea de ningún modo una descripción exacta. Al contemplar un objeto con la visión etérica el vidente ve primero la parte externa, luego la siguiente parte adyacente, y finalmente sigue viendo a través del objeto hasta llegar a la parte más distante del objeto. Uno puede tener grados superiores de visión (visión del Mundo del Deseo, mental, etc.), y, sin embargo, no tener visión etérica. Por medio de la visión etérica uno puede ver a través de libros, periódicos, cartas, paredes, o cualquier otra cosa (excepto vidrio, dice Max Heindel), pero a corta distancia.

En la Edad Acuariana, cuando las masas tengan visión etérica, será extremadamente fácil estudiar anatomía y descubrir un crecimiento anormal, una luxación o cualquier condición patológica del cuerpo, porque con esta visión el estudiante podrá estudiar directamente tanto las estructuras anatómicas como los procesos fisiológicos sin obstáculo. 

Conforme prosiga la Era de Acuario, las masas desarrollarán la visión etérica, y con este formidable desarrollo será imposible que uno viva una doble vida y actuar diferentemente en el hogar que en público. Si ahora pudiésemos ver las entidades invisibles que pueblan nuestras casas, a menudo nos sentiríamos avergonzados de las cosas que hacemos y decimos. Las varias clases de entidades que llenan el aire son atraídas a personas que son de naturaleza parecida a la de ellas, sean buenas o malas, y estas entidades no pueden ser tomadas por otra cosa que no sea lo que son en realidad.

Engañarse es imposible, porque estas entidades están más abajo que nosotros en la evolución y no cuentan con la inteligencia necesaria para retener un disfraz por mucho tiempo, sino que deben, tarde o temprano, exponer su verdadera cualidad interna.
Pero, sean vistas o no, las invisibles entidades etéricas se alimentan del Éter Vital de las personas hacia quienes son atraídas si se les permite permanecer en el áurea. 

En consecuencia, ellas no sólo tenderán a influir a tales personas hacia el mal, sino que también debilitarán sus cuerpos vitales; y esto conduce a casos de agotamiento nervioso
como resultado de posesión u obsesión parcial. Es tan imposible limpiar el áurea de tales entidades sin una limpieza moral y emocional completa, como poner a raya el paludismo sin drenar los pantanos y charcos donde se cría el mosquito de la malaria.

Dondequiera que la atmósfera esté llena de tales entidades, revelando infaliblemente la condición de impureza psíquica y mental de los que las hospedan, y cuando, en la Nueva Era virtualmente todos tengan el poder de verlas, no habrá manera de esconder nuestro carácter predominante. No habrá aislamiento que no pueda ser violado por cualquiera que quiera vernos. De nada valdrá que enviemos al portero o a la criada a decir a un visitante indeseable que “no estamos”. Todo esto significa que en la Nueva Era la honradez y la rectitud serán la única norma de conducta, porque entonces no podremos hacer mal y escapar a la averiguación. Habrá personas cuya debilidad de carácter las conduzca por las sendas de la maldad entonces como ahora, pero al menos estarán marcadas, de modo tal que uno pueda evitarlas.

Max Heindel dice: que las experiencias han demostrado que las aflicciones del Rayo Estelar de ciertas partes del Zodíaco –ya mencionados– interfieren con la vibración etérica percibida por la retina del ojo, empeorando de este modo la visión física. Si del mismo modo Neptuno es enfocado a través del lugar llamado “mancha amarilla, el cual es ciego porque no responde a las vibraciones etéricas de Mercurio, pero en cambio es sensible al Rayo espiritual de Neptuno –El fuego Espíritu– espinal lo cual permite que una persona miope o aun ciega pueda ver los Mundos espirituales ocultos para la gente cuya vista está siendo afectada por las vibraciones de Mercurio”, por medio de los nervios regidos por Mercurio. Nosotros sólo vemos los objetos físicos que se encuentran ante nuestros ojos (9).

Ellos se reflejan sobre la retina y recién entonces vemos la imagen dentro del ojo. Como la luz es el agente de reflexión los objetos que resisten su paso aparecen opacos. Otras sustancias como el vidrio, son transparentes porque permiten el paso de los rayos luminosos con facilidad. Cuando se usa la vista espiritual, una luz intensísima se genera en nuestro interior, entre el cuerpo pituitario y la glándula pineal. Esta luz enfoca a través del punto ciego directamente sobre el objeto a investigar. La naturaleza de esta luz así como su alcance son completamente diferentes de la luz física, pudiendo penetrar una pared sin dificultad.

Recientes hallazgos parecen indicar que la función de la retina es más analítica y selectiva de lo que se creía. Por supuesto que esto no cambia lo dicho sobre la vista etérica.

2) El Éter Químico en el cuerpo humano

La región etérica de la envoltura planetaria de la Tierra es, como lo sabe todo estudiante de la Fraternidad Rosacruz, parte de la Tierra física misma. No es “espiritual”, excepto en el sentido de que todo el universo viviente es la expresión de la hermosura y de la sabiduría de Dios. Es comúnmente llamada la “más baja” de las regiones invisibles “espirituales” y la visión etérica es también llamada la “más baja” forma de visión “espiritual”. Puede ser “la más baja”, pero revela un mundo que está inmediatamente más allá de la frontera de la visión física que es mágico para aquellos que son lo suficientemente afortunados como para mirar en él.

Hay varias clases de visión además de la física que pertenece al ojo humano normal. Hemos dicho que la visión etérica depende en parte de la sensibilización del nervio óptico. Depende también de cierto grado de aflojamiento entre el cuerpo etérico y el físico. En las razas primitivas este aflojamiento del cuerpo etérico hace que poblaciones enteras tengan cierto grado de visión etérica, de tal modo que nunca se duda de la existencia de las hadas y de los espíritus, y florece la magia, tanto blanca como negra. Estas personas son tan sensitivas a la fuerza psíquica proyectada sobre ellas por los practicantes ocultos, que se sabe que se han acostado y muerto sin ninguna causa física que se pueda descubrir. Esta condición es debida a que el cuerpo etérico es extraído de todo o en parte del cuerpo físico, como ocurre también en el procedimiento de la hipnosis. Sabemos de un caso en que una persona, llevando de la mano a una muchacha perteneciente a una raza más primitiva, mediante un pequeño esfuerzo de concentración y sin tener la intención de hacerlo extrajo el doble etérico de la mano y del brazo de la muchacha, que se enfrió, se aflojó y se hizo inerte.

El hipnotismo no debería ser confundido con el mesmerismo o magnetismo; existen verdaderas corrientes magnéticas que fluyen a través del cuerpo vital, que se ven bajo la forma de líneas de fuerza radiantes, y que pueden ser sentidas como electricidad.

Concentradas por medio de un esfuerzo de la voluntad, se hacen densas y casi físicamente tangibles. Muchas personas han visto lo que ellas llamaron “una lluvia magnética” en la atmósfera. Este descenso de fuerza magnética no es lo mismo que los “rayos cósmicos” de los físicos modernos. Sin embargo, es susceptible de ser controlada por medio de la voluntad humana –mientras que, hasta donde se sabe en la actualidad, los rayos cósmicos no lo son– y puede ser dirigida de varias maneras. Las fuerzas magnéticas tienen alguna conexión con los procesos vitales biológicos; no es simplemente electromagnetismo, aunque es completamente capaz de actuar como tal, como se ha demostrado en los experimentos de laboratorio, en los que las corrientes nerviosas han resultado ser una forma de electricidad.
La ciencia oculta ha demostrado –mucho tiempo antes de que la ciencia física entrara en este campo– que las fuerzas que corren a lo largo del sistema nervioso son electromagnéticas por naturaleza, y que su disminución o bloqueo puede causar la parálisis. Esta aura magnética es la que está explorando el biólogo moderno, dentro de la cual todo órgano del cuerpo tiene un polo positivo y negativo; y algunos, como el corazón, tienen más de un par de polos. Se ha encontrado que el corazón tiene doce polos, alternativamente negativos y positivos.

Además, esta aura magnética es la que mantiene las moléculas del cuerpo en sus moldes orgánicos; y el Auxiliar Invisible algunas veces es consciente de corrientes de magnetismo que circulan a través de los planos internos al estar despierto fuera del cuerpo físico por la noche.

Muchas personas que han desarrollado un pequeño grado de visión etérica, han expresado asombro al contemplar por primera vez lluvias de estrellas, de pirámides, de dobles pirámides, cubos y otras figuras geométricas que emanan del cuerpo. Tales figuras son las moléculas desechadas de las cuales su cuerpo está compuesto, y que están siendo excretadas en virtud de la acción de las fuerzas vitales radiantes del cuerpo etérico. Los estudiantes que están interesados en hacer un análisis de estas figuras pueden consultar revistas y libros científicos en los cuales se indica la estructura molecular de la materia. Allí encontrarán que toda molécula tiene su propia estructura atómica característica, la cual los investigadores ocultos han estado describiendo bajo otra terminología.

Nótese que estos cristales microscópicos parecen tener tamaño y forma reales cuando se ven con la visión etérica. (Algunas veces, aparecen como grandes manojos)

Podemos comprender por esto por qué los videntes al principio no fueron capaces de explicar lo que vieron en los términos de la ciencia de laboratorio. Esto no ha sido posible sino hasta que llegó nuestro siglo veinte, con su desarrollo en la física atómica y nuclear.

En la ciencia oculta, los éteres Químico, de Luz y Reflector, corresponden a los cuatro elementos clásicos: Fuego, Tierra, Aire, y Agua, como se mencionó en la lección anterior. A no dudarlo, una nueva tabla tendrá que ser inventada para acomodar la nueva ciencia de nuestros días, pero para el Ego la antigua clasificación todavía es útil.

El Éter Químico (que corresponde al elemento Tierra) es el éter a través del cual actúan las fuerzas que sostienen y nutren el cuerpo. Este proceso incluye la eliminación dé lo que no es bueno para el cuerpo, y esta eliminación tiene lugar por medio de fuerzas que actúan a través del polo negativo del Éter Químico, como lo leemos en el Concepto Rosacruz del Cosmos, mientras que las fuerzas constructoras y nutriente actúan a través del polo positivo. Cuando el alimento ha sido digerido y ha entrado en la corriente sanguínea, es visible a la visión etérica como una masa de éter que fluye a lo largo de líneas de fuerza magnéticas. Sin esta contraparte etérica de los elementos químicos que se encuentran en la corriente sanguínea, el alimento que ingerimos no sería bueno para el cuerpo. Existen sitios en la profundidad del cuerpo, en los que a la visión etérica la sangre parece ser casi totalmente gaseosa, pero la ciencia biológica por supuesto, no ha encontrado evidencia de esto en la actualidad, en parte porque el biólogo no espera encontrar tal condición, y en parte porque sus instrumentos son
inadecuados para este descubrimiento. El aspecto gaseoso de la sangre podría ser descubierto únicamente en un cuerpo viviente y no mutilado. Los Rayos X no lo pueden descubrir, ni ninguno de los otros rayos de que dispone ahora el físico.

Los venenos que se forman en la sangre son visibles a la vista etérica como miasmas negros, que cuelgan en forma de bucles de las partes afligidas. Para el sentido etérico del tacto este miasma negro se siente pesado, y en realidad la sensación de pesantez que acompaña a la enfermedad es en parte debida a la acumulación de grandes masas de éter negro en el cuerpo. El agua se lleva consigo gran cantidad de este éter, y esta es la razón por la cual los baños proporcionan esa sensación de levedad y alivio; pero cuando el cuerpo está enfermo continúa generando este éter ponzoñoso, que entonces impide el influjo del magnetismo solar limpio, o “éter solar”, como también se le llama. Esto es particularmente cierto del centro de la raíz de la nariz, que se carga de miasmas en un grado superlativo, y cuando mediante la curación espiritual y la manipulación etérica de los Auxiliares Invisibles esta acumulación se elimina, hay una inmediata mejora. Los densos miasmas del cuerpo vital también contribuyen a obstaculizar el desarrollo de la visión etérica, por deprimir la acción de los centros de fuerza etéricos. Coincidiendo con la densificación de los éteres que los convierte en miasmas negros, el resto del cuerpo vital se atenúa, porque el cuerpo denso se está nutriendo de él, del mismo modo que en tiempos de hambre la grasa almacenada en el cuerpo se consume, dejando el cuerpo enflaquecido. Verdaderos “agujeros” se forman en la estructura etérica, indicando que la energía vital no está siendo especializada por el cuerpo vital.

Es desde luego evidente que los miasmas negros pertenecen al Éter Químico, que normalmente, como antes se indicó, varía en color desde gris-azul, pasando por azul-violeta, hasta un azul tan oscuro que es casi negro, dependiendo de la densidad de los éteres.

Varias personas han visto este éter suspendido como un guante azul sobre la mano, como especie de envoltura azul en la cual el cuerpo está encerrado, como una llama de gas baja, apareciendo a lo largo de la superficie de las paredes. Ahora los físicos han mostrado fotografías de electrones libres, y estos electrones libres tienen la apariencia de flamas azules; tal vez no exactamente como las describen las personas que tienen visión etérica, sino como algo parecido, y sugiriendo que el Éter Químico con toda probabilidad consiste en partículas atómicas que existen en un estado todavía no descubierto por la ciencia física; no sólo electrones, sino una amalgama de partículas.

Este Éter Químico sería una especie de plasma vital, como se indica en la descripción que hace Max Heindel de la “corriente nutricia” etérica que se mueve en y con la sangre (10).

Una gran cantidad de personas ve los “puntos” en el aire, que parecen ser polvode oro o de plata (o algunas veces multicolores) y que algunas veces se mueven en grandes masas semejantes a nubes ante la visión. Los antiguos videntes descubrieron estas nubes, de las cuales salían “los espíritus de los antepasados” para condensarse y materializarse ante los ojos físicos. Esta es de nuevo una visión del Éter Químico, puesto que aparece en la materialización de objetos etéricos en forma física.

10  La ciencia de hoy tiene varias definiciones para la palabra “plasma”:
1. Parte líquida de la sangre usada en transfusiones (plasma sanguíneo).
2. Estado especial de materia en fusión a muy elevada temperatura en el cual ésta se hace singularmente conductora de la electricidad.
3. Un gas altamente ionizado, que emite un brillo rosado (como un destellador) y que sirve de medio de conducción para las ondas de radio, las cuales pueden, en dicho medio, superar la velocidad de la luz.
Cuando se envían microondas a través del plasma de gas ionizado, el incremento de la velocidad depende de la densidad de los electrones libres.
4. Los astrónomos llaman plasma a una especie de nube magnética en el espacio interplanetario, en la cual se encuentran en suspención partículas positivas y negativas, pero el conjunto es neutro.
Las definiciones 3 y 4 se aproximan a lo que el ocultista llamaría etérico

3) Átomos y moléculas

Sin entrar en discusión sobre la estructura atómica, lo que en todo caso implicaría conocimiento generalizado, es evidente que se puede establecer una correlación a grandes rasgos, entre los cuatro éteres y las varias fuerzas atómicas conocidas al presente. La parte de masa más grande del átomo reside en el núcleo, que consiste en un complejo de fuerzas o partículas: las más pesadas son, en primer lugar, el protón, que pesa 1.840 veces más que el electrón, y luego el neutrón que, como su mismo nombre lo indica, no es ni positivo ni negativo. Los protones y los neutrones son también llamados nucleones, a causa de ser parte del núcleo. Partículas aún más pequeñas han sido descubiertas, unas en el núcleo y otras cayendo a través del espacio.

Los científicos están investigando en éstas para descubrir cuál es la que compone el núcleo, el cual, como hemos visto, no es totalmente positivo, como se creía originalmente, ya que en realidad consiste de algo más que el protón positivamente cargado.

El primer modelo del átomo aceptado popularmente, que se comparaba con el Sol y los planetas, está en discusión ahora también. Según el anterior concepto, el protón representaba el lugar del Sol positivamente cargado, y los electrones circulaban alrededor del protón como los planetas alrededor del Sol. Los electrones tenían carga negativa. Ahora se sugiere que, muy posiblemente, puesto que el electrón actúa tanto como onda así como partícula, y es descripto como un paquete de energía, el electrón puede en realidad ser una onda que rodea completamente el núcleo central, con su complejo de partículas y fuerzas. Los físicos comentan que la estructura del núcleo en particular podría ser comparada a una gota de agua, “el modelo de gota líquida”, debido a la forma en la que estas fuerzas accionan y reaccionan. De nuevo tenemos un vislumbre de lo que ha sido experimentado por muchos neófitos en la Escuela de Misterios, en la cual el espacio parece lleno de lo que llaman “un éter acuoso”. Sin
embargo, si bien hay varios esquemas diagramáticos, o modelos, para representar la estructura atómica, todos están sujetos a comprobación. Puede ser que el antiguo modelo del sistema solar sea útil todavía.

Notamos además, que el físico dice que el aura del electrón de la Tierra se extiende hasta la Luna, y por lo tanto está dentro de la atmósfera electrónica de la Tierra. Ésta es una evidente reafirmación de la enseñanza oculta de que el “cuerpo etérico” de la Tierra se extiende hasta la Luna y además la incluye, siendo además el canal para la interacción magnética continua entre la Luna y la Tierra especialmente tocante a la influencia sobre el crecimiento de los organismos vivientes sobre la Tierra.

La visión etérica revela tanto las moléculas como los átomos y las fuerzas contenidas dentro de los átomos, y otras fuerzas y partículas. Los científicos ocultistas los han descripto lo mejor que pudieron, pero su léxico no es el de la ciencia moderna y hasta tanto que un físico nuclear desarrolle la visión etérica o un ocultista científico se empape del conocimiento de la física nuclear, los estudiantes tendrán dificultades para confrontar su conocimiento oculto con la física y la química modernas. Los ocultistas hace mucho tiempo aprendieron a reconocer que entre las formas geométricas expulsadas del cuerpo, aparentemente de la piel, estaban los cubos de la molécula de sal, por ejemplo.

Kekulé, el descubridor del anillo bencénico, vio la estructura de las moléculas en un sueño, o algo que él llama un sueño. Dice él “Los átomos comenzaron a hacer bufonadas ante mis ojos. Vi cómo dos más pequeños a menudo se unían para formar un par; cómo los dos más grandes se apoderaban de dos de los más pequeños, y cómo los todavía más grandes echaban mano de tres o aun cuatro de los más pequeños, y cómo todos ellos se movían en vórtices. Vi cómo los más grandes formaban una fila, y cómo los más pequeños eran llevados a lo largo de la cadena. Pasé la noche transfiriendo al papel por lo menos los bosquejos de cada uno de estos cuadros oníricos. Así surgió la teoría de la estructura.:. La teoría del benceno tuvo un origen similar... Los átomos todavía hacían bufonadas ante mis ojos. Los grupos pequeños se mantenían modestamente en la parte de atrás. El ojo de mi mente, entrenado por repetidas visiones de clase parecida, ahora distinguía formas variadas y más grandes. Largas filas se unían, haciéndose más compactas; todo moviéndose y volviéndose como una serpiente. Y a todo esto, ¿qué era eso? Una de las serpientes atrapa su propia cola... Desperté como por la luz de un relámpago. Esta vez pasé el resto de la noche tratando de resolver las consecuencias de la hipótesis”.

Max Heindel ha dicho en muchos lugares que los grandes Hierofantes de las Escuelas de Misterios están trabajando con los científicos modernos, y que siempre han trabajado con los científicos en el pasado; con los alquimistas, por ejemplo, durante la Edad Media. Aquí tenemos una muestra de la ayuda del plano interno dada a un científico moderno, cuyo mérito es indiscutible.

Otros científicos también han sido ayudados por su clarividencia en ciernes; usualmente es de naturaleza puramente intelectual, una razón iluminada, pero ocasionalmente uno ve, por un breve momento, la estructura atómica de la materia con la visión etérica, pero no se atreve a publicar esto al mundo.

¿Cuál es la relación de las moléculas y de los átomos con el aura magnética de la cual habla el ocultista y a la cual la ciencia está ahora comenzando a explorar? Aquí estamos ante el umbral del segundo de los cuatro éteres: el Éter de Vida.
Antes de seguir más adelante, sin embargo, revisemos lo que nos ha enseñado la Filosofía Rosacruz, acerca de la propia envoltura etérica de nuestro planeta. La envoltura etérica del organismo humano es de hecho una réplica en miniatura de la envoltura etérica del globo terrestre, y la representa en la misma forma en que se puede decir que una gota de agua representa al océano.

La Tierra física está rodeada y compenetrada por un globo invisible que se extiende en el espacio a una gran distancia más allá de la atmósfera; tradicionalmente hasta la Luna, que está incluida dentro de la envoltura etérica de la Tierra. Este es el cuerpo vital de la Tierra. Este globo está compuesto de éter, del cual hay cuatro grados:
el más denso es llamado el Éter Químico, y es el más cercano a la Tierra. El siguiente es el Éter de Vida; luego sigue el Éter de Luz; y finalmente el cuarto y más sutil, más atenuado, que se llama el Éter Reflector. El Éter es substancial, pero no físico en el sentido en que lo es la materia tal como los conocemos. Sin embargo, para el clarividente entrenado es tan tangible como los sólidos, líquidos y gases de nuestra común experiencia. En estos éteres el clarividente ve las fuerzas vitales que dan vida a las formas minerales de la planta, del animal y del hombre. Los cuerpos etéricos de todos los seres que existen sobre la Tierra participan del cuerpo vital de la Tierra en su estructura, y de las fuerzas cósmicas que fluyen a través del cuerpo vital planetario.
El cuerpo vital no tiene poder por sí mismo; es el canal a través del cual las fuerzas vitales del Sol fluyen en el cuerpo físico, y también es el canal a través del cual la energía dinámica del cuerpo de deseos actúa sobre el físico para impulsarlo a la actividad. El cuerpo vital determina la dirección en que es usada una fuerza determinada, pero esa fuerza debe ser suministrada desde el exterior, o desde “arriba”, si estamos pensando en términos de las fuerzas espirituales, mentales y psíquicas más elevadas.

Así como la envoltura de la Tierra tiene sus polos positivo y negativo en cada capa desde el Éter Químico hasta el Reflector, que son conocidos en el nivel físico como los polos magnéticos del globo terrestre, así también cada capa o nivel del cuerpo etérico del hombre tiene sus polos negativo y positivo, que se manifiestan como polaridad opuesta en los dos sexos. El Éter Químico es predominantemente positivo en la estructura masculina, y negativo en la mujer. Los órganos del cuerpo físico tienen cada uno su propio campo magnético dentro del cuerpo etérico en general, cada uno con un par de polos por lo menos y algunos con más de uno.

Hemos indicado que el Éter Químico es el medio de manifestación de las fuerzas químicas que producen la formación de los cristales, poéticamente expresada como los amores y los odios de los átomos. Otras fuerzas en este éter promueven la asimilación, la excreción y el crecimiento. El Color del Éter Químico es púrpura oscuro, o índigo; algunas veces amatista o violeta claro, claro y transparente en su estado normal, pero de oscuro a negro cuando lleva enfermedad, que es cuando se le llama miasma. El miasma es tan denso que es realmente tangible aun para personas sin ningún desarrollo oculto particular. Max Heindel describe un caso de enfermedad en la que el miasma negro circundaba el cuello del paciente como si fuese un collar. También lo describió como colgando del cuerpo en forma de bucles, forma en la cual exudaba de los vórtices atómicos magnéticos del cuerpo vital de la persona afectada.

Las “fuerzas” que actúan en el Éter Químico y a través de él serán descriptas en una futura lección. Podemos decir de paso, sin embargo, que estas fuerzas son inteligencias vivientes, una clase de espíritus de la naturaleza generalmente denominados gnomos en la mitología fantásticas de los pueblos; y otras inteligencias más elevadas que dirigen sus actividades, entre ellas los Ángeles y los Espíritus humanos de aquellos que llamamos “muertos” (11).

11  Es frecuente mencionar el magnetismo, cuando en realidad a lo que nos referimos es al Éter del cuerpo Vital. Los curadores magnéticos hablan de “despojos magnéticos” para indicar que los éteres enfermos son retirados del cuerpo Vital del paciente y arrojados. Esto, como los estudiantes habrán notado, no es científicamente correcto, según lo expuesto sobre los dos éteres inferiores, pero como es tan sólo un modo vulgar de decir las cosas, también debe ser tomado como vulgaridad. Max Heindel nos aclara que este miasma, cuando es sacado del cuerpo del paciente, queda sujeto a la gravedad y lugar, pudiendo ser quemado o arrojado al agua. Para la visión espiritual, es un fluido oscuro, algo así como una especie de jalea negra, que yace vibrando y brillando sobre el piso. Si ahora el paciente ya restablecido se detiene en el mismo sitio donde el así llamado magnetismo ha sido arrojado, entonces el miasma se reintegra al cuerpo y la persona quedará en peores condiciones que antes.

del libro Temas Rosacruces UNO
 publicado por Estudiantes de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel


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