martes, 21 de febrero de 2017

El medio ambiente deseado


ECOLOGÍA

EL MEDIO AMBIENTE DESEADO

La Ecología es una parte de la Biología. Estudia las relaciones entre los seres vivos y el medio ambiente, así como sus recíprocas influencias. Se trata de un interesante tema en esta época en que los hombres comienzan a comprender sus errores y se disponen a corregirlos. Algunas contribuciones de hombres notables como Albert Einstein, han sacudido el materialismo llevando a reconocer una inteligencia oculta que es responsable del perfecto equilibrio en la Naturaleza.

En forma paralela se han registrado experiencias frustradas de los hombres, quienes pretendiendo “corregir” o “ayudar” a los procesos naturales, provocaron grandes desequilibrios poniendo en evidencia la precariedad de sus conocimientos sostenidos como civilizados.

Hace muchos años, los habitantes de una región forestal de Kalbad en Arizona (USA) decidieron proporcionar una “ayuda” a la Naturaleza, matando a todos los lobos, coyotes y pumas de esa área, que eran culpados de la muerte de ovejas y alces. Diez años después, los 4.000 alces que vivían en la floresta eran ya 25.000 cabezas y finalmente llegaron a 100.000.

La floresta desapareció devorada por ellos y luego el hambre comenzó a matarlos. En el siguiente invierno murió un tercio de ellos y dos años más tarde todo había sido destruido: vegetación, animales y cursos de agua. La región de Arizona se tornó inhabitable y así permaneció por muchos años. En esa época, pocos supieron comprender el significado de ese episodio, más hoy, luego de innumerables y constantes experiencias, sabemos que eso mismo acontece en muchos lugares y puede muy bien ocurrir en el Planeta entero.

Hace tiempo también en Italia fueron muertos cerca de 100 millones de pájaros. Luego fueron aumentando en ese país el número de insectos incómodos y nocivos y los ecologistas acusaron a los enemigos de los pájaros como responsables por ese hecho. Los legisladores italianos establecieron leyes muy rigurosas para proteger a las aves. Infelizmente fue generalizada, de diversas maneras, la destrucción de pequeños animales, con la complacencia de las autoridades. Es muy evidente la total falta de piedad por parte del hombre que no toma conciencia del rol preponderante que le toca desempeñar en el proceso evolutivo, por pertenecer al reino más elevado, el humano, debiendo ejercer el papel de protector de sus hermanos menos evolucionados.

Somos parte inseparable de la Naturaleza que hace millones de años funciona tan sabiamente. Si dejamos nuestro lugar de ser parte componente de la misma y nos convertimos en conductores de la Naturaleza, creamos desequilibrios y catástrofes.

En fin, como los errores son inevitables en el curso de la acción humana, las buenas tentativas aún se comprenden, ya que luego son corregidas cuando las consecuencias ponen al descubierto las fallas. Es peor cuando el desequilibrio es intencional provocado por el egoísmo y la ambición, tal como viene sucediendo con las industrias, cuyos detritos, el humo de las chimeneas, las fumigaciones de los campos, reconocidas como perjudiciales, son esparcidas sobre los ríos y en el aire sin tener en cuenta el riesgo que implican para la salud de la población.

Otro ejemplo lo constituyen regiones enteras condenadas a la sequía y a la muerte a causa de la deforestación en gran escala de inmensas áreas del Mato Groso de nuestro país (Brasil). Si las leyes de los hombres no pueden preveer tales abusos y hasta los permiten en nombre de un mal entendido progreso, las Leyes Divinas que son justas en forma automática, no se omiten y los efectos desastrosos se encargan de probar la estupidez e ignorancia humanas.

La flor, el árbol, el lago, el insecto, los pájaros, ninguno de ellos necesitan de nuestra ayuda, de nuestras ideas, de nuestra generosidad. Ellos pueden ser dejados como son, espontáneamente en su misma belleza misteriosa. No tenemos que salvarlos de ninguna cosa, lo mejor sería que nos salváramos nosotros de esa manía de salvar el Universo.

Obviamente el hombre tiene que desempeñar un papel en la conquista del mundo que lo obliga con los reinos inferiores. Pero esa conquista, en último análisis, es una conquista de si mismo, respetando de la mejor manera posible las Leyes Cósmicas. El don de la Epigénesis dado al hombre para ser cultivado, debe tener en cuenta todo su amor y ayuda a los reinos inferiores y a las condiciones normales de vida en esta gran casa que es nuestro maravilloso Planeta.

Recordamos la historia de una mujer que al pasear por el bosque, vio y se compadeció de un pichón de pájaro que estaba encogido en un nido, en pleno invierno. Resolvió manifestarle su “amor”y se lo llevó a su casa, para colocarlo envuelto en un paño en un lugar calentito, cerca de una estufa, sin tener en cuenta que el gato de la casa apenas lo vio lo devoró. En ese mal entendido amor, esa mujer no llegó a comprender el desequilibrio que provocó en la naturaleza, dejando muy afligido al pájaro madre (que encontró el nido vacío); no pudo percibir que todo está ordenado en el Universo y su interferencia resultó en una disonancia dentro de esa armonía natural.

Así es la relación con todo, en el medio ambiente en que, al agredirlo, nos agredimos a nosotros mismos; al perjudicarlo, nos perjudicamos, porque estamos totalmente interrelacionados con lo grande que es Dios, “en quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser”.

El equilibrio, dentro de la Ecología, significa tratar de desenvolver nuestro papel dentro del conjunto de la naturaleza, para que todo se desarrolle en forma normal.

Tampoco debemos cruzar los brazos, sino realizar la acción que nos incumbe, dentro del contexto general; ni pasarnos de los límites, agrediendo intereses ajenos, matando y provocando sequías y desequilibrios.

Debemos tratar de que los ríos se mantengan limpios para que los peces puedan vivir normalmente en ellos, canalizarlos para que se constituyan en medios propicios para la navegación y para generar electricidad, de modo de contribuir a una manera de proporcionar energía y bienestar para un justo progreso humano.

Tema traducido de la Revista Servicio Rosacruz del Centro Fraternidad Rosacruz del Centro de San Pablo, Brasil.-


FRATERNIDAD ROSACRUZ MAX HEINDEL
Calle Colombres 2113 – Bº Lomas de San Martín
5.008 – Córdoba – República Argentina

Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este aporte

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