jueves, 22 de junio de 2017

El Cristo Cósmico: Ministerio a los Planetas


Los Habitantes de los Planos

Capítulo V

El Mundo del Espíritu de Vida

El Cristo Cósmico: Ministerio a los Planetas

El trabajo del Cristo no se circunscribe exclusivamente al Planeta Tierra. Otros planetas también reciben su cuidado. En el libro "Cristianismo Rosacruz" Max Heindel explica el Ministerio del Cristo Cósmico:

"En la actualidad no podemos soportar mirar directamente al Sol. Nos cegaría.

Pero podemos mirar la luz Solar reflejada a través de la Luna. En la misma forma, el hombre no puede aguantar el impulso espiritual directo que viene del Sol y por lo tanto este impulso tuvo que ser enviado por Jehová, el regente de la Luna. He aquí el origen de las religiones de razas. Después llegó el tiempo en que pudo recibir el impulso espiritual más directamente y Cristo, (el actual Espíritu de la Tierra) vino para preparar el trabajo. La diferencia entre el Cristo de la Tierra y el Cristo Cósmico se entiende mejor por medio de una ilustración.

Imaginaos una lámpara que estuviera en el centro de una esfera hueca de metal pulido. La lámpara emitirá rayos de sí misma hacia todos los puntos de la esfera y reflejará lámparas en todos los diferentes lugares. En la misma forma el Cristo Cósmico, el más elevado Iniciado del Período del Sol, emite sus Rayos. El está en el Sol Espiritual. El Sol es triple. Vemos el Sol externo, el Sol físico tras él, y oculto en él, está el Sol espiritual, de donde viene el impulso del Espíritu del Cristo Cósmico; fuera de estos dos está algo que llamamos Vulcano, que puede ser visto como medio globo. En ocultismo decimos que es el cuerpo del Padre. Entonces allí tenemos al Padre, el Espíritu de Vulcano; al Cristo que está en el Sol y a Jehová el Espíritu de la Luna; que emite la luz reflejada tanto como espiritualmente.

Antes del advenimiento de Cristo todos los impulsos espirituales llegaban al hombre por medio de la luna en forma de religiones de raza. Sólo mediante la Iniciación era posible ponerse en contacto directo con el impulso Solar espiritual.

Un velo colgaba delante del templo.

Cuando llegó el tiempo en que el Espíritu de Cristo pudo ser recibido en la Tierra --cuando hubimos progresado lo suficiente para ello-- entonces un RAYO de Cristo Cósmico llegó aquí y "encarnó" en el cuerpo de nuestro Hermano Mayor Jesús. Después del sacrificio del Gólgota... El Espíritu de Cristo se introdujo en la Tierra.. por lo tanto es el primer ingreso de su impulso espiritual directo".

En "PREGUNTAS Y RESPUESTAS" TOMO 2., Max Heindel compara al Cristo Cósmico con un alquimista que tiene varios potes de metal en proceso de purificación en su laboratorio. El, pasa revista a cada pote por turno y al hacerlo su cara se refleja en cada uno de ellos cuando el metal contenido en el pote alcanza un cierto grado de pureza. Del mismo modo cuando un planeta está preparado para el ingreso de un impulso espiritual directamente desde el Sol Espiritual, un Rayo del Espíritu Cósmico del Sol brilla en ese planeta y es enfocado en él, como la imagen reflejada en el metal del pote.

En "Pistis Sophia" se muestra este Ascenso y Descenso del Cristo tal como fue visto por clarividentes que estuvieron presentes con El, en el momento en que estas cosas tuvieron lugar. En el lenguaje poético de los antiguos escritores, el Cristo deja a un lado sus brillantes Vestiduras una por una a medida que Desciende a través de los planos y se las pone una por una cuando Asciende. Los Habitantes de los planos lo ven por lo tanto con varias apariencias o "Vestiduras" y su semblante difiere de un plano a otro.

El Cristo explica a Sus discípulos de acuerdo con "Pistis Sophia" que El había preparado el Mundo y los cielos para Su Encarnación antes de abandonar el Trono del Padre. Escogió a Zacarías, a Elizabeth y a Juan el Bautista como sus Precursores y había preparado a María y a José para ser padres de Jesús. El también había enviado doce grandes Espíritus para que descendiesen a la encarnación antes de Su venida con el fin de que fuesen Sus Mensajeros para el mundo. Puede deducirse de lo que se dice que estos doce Mensajeros (los Discípulos) eran en realidad grandes instructores espirituales que habían estado antes sobre la Tierra. Todo esto hizo El, preparándose por adelantado para Su propia venida.

Uno de los extraños dichos de estos discursos es que el Cristo drásticamente alteró las esferas planetarias y las órbitas de los cielos. Esto fue la causa de las tinieblas y del tumulto por el tiempo en que El,Ascendió a lo alto. El hizo posible que los hombres rigiesen sus Vidas y les dio una nueva ciencia de las estrellas. "Porque --dijo El-- he cambiado sus influencias y sus regiones... y sus Eones". "Yo he cambiado sus órbitas para la salvación de todas las almas... si Yo no hubiese cambiado sus órbitas una multitud de almas habría sido destruida". Aquí hubo una insinuación de algún gran cambio astronómico necesitando una nueva técnica para la interpretación del horóscopo, las influencias ahora controladas por el Poder de Cristo.

La ciencia oculta hace mucho tiempo que ha tenido noticia de una evolución que existió con anterioridad al presente Universo que vemos a nuestro alrededor, un proto-Universo consistente en una proto-nebulosa, un proto-Sol y proto-planetas. Los proto-planetas eran denominados antiguamente "antiguas Lunas". Hoy día la astronomía de nuevo ofrece a la humanidad un acertijo que no puede ser resuelto por medio de información inmediata. De nuevo el concepto de un nuevo mundo se requiere para restaurar el significado del antiguo Libro de los Cielos.

El hecho de que el Mundo del Espíritu de Vida sea la base y el foco del Cristo Cósmico para nuestro sistema Solar explica porqué El es el Salvador no sólo de nuestro propio pequeño Mundo físico, sino también del sistema planetario entero: el Cristo Cósmico es el Salvador de nuestro sistema total, no sólo de la tierra. La tierra está compenetrada de un aura compuesta que consta de la Región Etérica, Mundo del Deseo, Mundo Mental, Mundo del Espíritu de Vida y Mundo del Espíritu Divino. Lo mismo sucede con cada uno de los otros planetas. Pero de estas envolturas, el Mundo del Espíritu de Vida es el primer "Mundo" universal; las envolturas inferiores son separativas, encerrando al planeta individual como dentro de una concha. Así pues, el Mundo del Espíritu de Vida es el océano en el cual están sumergidos todos los cuerpos del Sistema Solar; de esta manera, cuando cualquier Ego es capaz de penetrar dentro de la Conciencia Crística, esta Conciencia incluye los otros planetas de nuestro sistema Solar, lo mismo que la Tierra, es decir no sólo los planetas como son ahora, sino como han sido en el pasado y como serán en el futuro.

La razón para esto es que el Mundo del Espíritu de Vida contiene la Memoria de la Naturaleza perteneciente no sólo al Período de la Tierra como sucede con el registro conservado en el Mundo del Pensamiento, sino también la Memoria del Día de Manifestación en total, desde el comienzo del Período de Saturno y aún más atrás y hacia adelante hasta la consumación del Gran Plan final del Período de Vulcano. El Cristo Cósmico pudo prever la necesidad de Sus Servicios redentores a la humanidad de nuestra Tierra debido a que El, conocía todos los elementos que contribuyen a ese problema desde el remoto pasado; y pudo ver en el futuro del tiempo la consumación del Plan de Salvación de Dios. Este Plan resplandeció en los Cielos y los sabios y los videntes de todos las épocas desde la llegada de los Luciferes lo han visto y conocido. El Gran Espíritu de Cristo fue visto de pie al lado del Trono de Dios, en la esfera Solar, preparado para descender a través de los Mundos cuando el tiempo estuviera en sazón, de acuerdo a Enoc.

..."y he aquí, un Trono que estaba puesto en el cielo, y sobre el Trono estaba UNO sentado.

Y el que estaba sentado, era al parecer semejante a una piedra de jaspe y de sardío y un arco celeste había alrededor del Trono, semejante al aspecto de la esmeralda.

Y alrededor del Trono había veinticuatro sillas, y vi sobre las sillas veinticuatro ancianos sentados, vestidos de ropas blancas; y tenían sobre sus cabezas coronas de oro.

...y siete lámparas de fuego estaban ardiendo delante del Trono, las cuales son los siete Espíritus de Dios.

Los veinticuatro ancianos se postraban delante del que estaba sentado en el trono, diciendo:

Señor, digno eres de recibir gloria, honra y virtud: porque Tú criaste todas las cosas y por tu Voluntad tienen ser y fueron criadas".

--Apocalipsis 4:2-11--

del libro "Temas Rosacruces", Tomo Segundo, 
de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel


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