jueves, 15 de junio de 2017

Jehová Dios el Espíritu Santo


Los Habitantes de los Planos

El Mundo del Pensamiento

Capítulo IV

Jehová Dios el Espíritu Santo

El nombre Jehová se deriva de las antiguas escrituras hebreas en las que Dios era representado por medio de cuatro letras sagradas JHVH. Estas se denominan en griego, el Tetragrámaton y no eran pronunciadas en las lecturas orales de las Escrituras. En lugar del Nombre sagrado significado por medio de estas cuatro letras los hebreos usaban la palabra Adonai que significa Señor; y así también encontramos en las traducciones inglesas de la Biblia que la palabra Señor ha sido substituida por JHVH. Cómo era correctamente pronunciado el nombre JHVH era algo que conocían solamente el Sumo Sacerdote y unos pocos Iniciados de confianza pero los arqueólogos han encontrado el nombre YAHVEH inscripto en antiguos documentos desenterrados en Palestina; de suerte que los eruditos modernos creen que Yahveh, o Jahveh, es la forma correcta para el Nombre. El nombre Jehová sin embargo no es de ninguna manera una palabra hebrea. Fue creada por los traductores europeos quienes intercalaron los puntos vocales de Adonai en las cuatro sagradas letras. Ni Jesús ni Sus discípulos usaron nunca esta palabra, Jehová, pero en todas las iglesias cristianas y en las sinagogas hebreas, el Tetragrámaton o el nombre Jehová significa el Gran Ser Único, Dios.
En ocultismo sin embargo se reconoce que Jahveh o Jehová, aunque es un gran Ser Cósmico, no es Dios. Aquí es identificado como uno de los Elohim y se nos dice que estos Elohim son en realidad un círculo de dioses, Seres creadores a Quienes el Libro del Génesis hace decir: "Hagamos al hombre a Nuestra imagen".

Son en efecto los dioses Jerárquicos del Zodíaco, de Aries a Piscis, Quienes colectivamente representan a un Hombre Cósmico, desde la cabeza a los pies. Enfocados a través de los signos del Zodíaco, las luminarias y los planetas, son las Potencias del horóscopo. Dondequiera que la palabra Elohim aparece en las Escrituras, los traductores generalmente usan la palabra Dios.

Esotéricamente Jehová es el Líder de los Ángeles, Quienes fueron la humanidad del Período de la Luna. El, es el tercer Aspecto de la Trinidad Solar residente en el Sol; pero es llamado el Regente de la Luna porque trabaja desde el Sol con todos los planetas que tienen lunas. La reproducción biológica o generación, es gobernada por las fuerzas lunares y por lo tanto el trabajo de Jehová con la generación humana no pudo comenzar hasta que la Luna fue expulsada al espacio, en la primera parte de la Época Lemúrica.

Jehová es el autor de todas las religiones de Raza, el Dios Padre de todas las razas, no de los judíos solamente. Los Arcángeles le sirven como deidades tutelares o dioses raciales. Espíritus de Raza, como hemos indicado. Los dioses más elevados de los pueblos antiguos fueron Arcángeles. Los dioses menores fueron Espíritus de la naturaleza y Espíritus ancestrales; así como Ángeles. Los Señores de Venus y de Mercurio fueron también reverenciados como dioses, aunque en realidad eran miembros de nuestra propia oleada de Vida de Espíritus Virginales, nuestros "Hermanos Mayores" en la evolución, quienes para la primitiva humanidad tenían apariencia de dioses.

En estas lecciones nos interesa únicamente el tema sobre Jehová Dios, como es revelado en las Enseñanzas de la Sabiduría Occidental; en el Diagrama 14 del Cosmos se enseña que Él funciona en la Región del Pensamiento Abstracto o "Tercer Cielo" que es la base de operaciones, así como el Mundo del Espíritu de Vida es la base de operaciones del Cristo Cósmico y el Mundo del Espíritu Divino, es la base de operaciones del Padre, Jefe de los Señores de la Mente.

El "Tercer Cielo" puede, por lo tanto ser de denominado el "Mundo de Jehová" o Mundo del Espíritu Santo y cuando hablamos de los "dones del Espíritu Santo" éstos incluyen no sólo la inspiración espiritual y las gracias morales, sino también los dones del conocimiento y de la comprensión -inteligencia- porque éste es el Mundo de la Mente Superior, el Mundo del Espíritu Humano. Tal conocimiento, obtenido por encima del super intelectual es consecuencia de las Ideas Germinales que viven en este mundo y de los Arquetipos creados en el Segundo Cielo.

"Hablar lenguas" no significa caer en trances y hablar necedades, a menudo bajo la influencia del elemental obsesionante, como algunos suponen. Significa simplemente el poder de entender y hablar todas las lenguas, pasadas, presentes y futuras, en total conciencia de vigilia y a voluntad; tampoco debe ser confundida esta facultad con la capacidad temporal de hablar una lengua extraña bajo inspiración espiritual, o recordar una lengua de una vida anterior bajo hipnosis. Sin embargo, algunos de estos fenómenos son en cierta medida genuinos "dones" del Espíritu Santo, aunque no con la plenitud del Don que se obtiene en la Unión completa con el Espíritu Santo.

Como Dios de las Razas, Jehová se interesa especialmente en cualquier raza que esté iniciando un nuevo desenvolvimiento evolucionario. El "escogido" ciertos precursores de entre la antigua raza Lemuriana como "simiente" de las siete razas de Atlantes; luego de entre estas siete razas "escogió" a los Semitas Originales como "simiente" de las siete razas de Ariana; de nuevo, de las siete razas de la Época Aria, escogió la raza que ahora se está forjando por la mezcla de razas en América como "simiente" de la nueva raza de la Sexta Época, que debe hacer su carrera en los milenios iniciales de esa Época, la "Nueva Galilea", después de la cual no habrá más razas. Así pues, hay dieciseis razas incluidas en el régimen de Jehová: una raza en la Época Lemúrica; siete razas en la Época Atlante; siete razas en la Época Aria; y una raza -la última- en la Sexta Época. Sin embargo, en tanto que cuerpos humanos sean generados, la obra de Jehová debe ser continuar y aún en la Sexta Época habrá indudablemente algunos que requieran Sus Servicios aún cuando los precursores estarán trabajando con el Cristo en sus Dorados Vestidos de Boda.

Jehová se convirtió en Jehová-Dios el más elevado Iniciado de la oleada de Vida Angélica, en el Período de la Luna, cuando Él,se unió con el Tercer Aspecto del Logos Solar original. Era, por lo tanto, Líder del trabajo hecho en el Período de la Luna. Otro gran Ángel trabajó con Él, pero fracasó en hacer su unión con la Deidad, se rebajó contra el liderato de Jehová y prosiguió una carrera independiente por su cuenta. Este fue el "Príncipe" Lucifer de la Leyenda Bíblica.
Leemos en "Francmasonería y Catolicismo": "Era el propósito de Jehová moldear la "tierra roja" ... en las cuales aprisionar y apagar los Espíritus en el fuego. Con este fin emitió el Fiat Creador, los prototipos de los peces, las aves, y toda cosa viviente aparecieron, incluyendo aún la primitiva forma humana; todos creados por sus Ángeles; contra este plan se rebeló una minoría de Ángeles, Quienes tenían demasiada afinidad con el fuego como para soportar el contacto con el agua y rehusaron crear las formas como se les había ordenado... " El "Agua" mencionada se refería a la substancia etérica del Período de la Luna en el Globo "D" y también a la ácua substancia del Mundo del Deseo.

Hacia fines del Período de la Luna hubo una división en el gran globo etérico sobre el cual estaba prosiguiendo nuestra evolución junto con otros seres y apareció un satélite que comenzó a girar alrededor de la masa ígnea central; podemos denominar a estos cuerpos, el Proto-Sol y la Proto-Tierra.

La Proto-Tierra, que se componía de éter muy denso, casi físico, incluía lo que es ahora nuestra Luna y esta Proto-Tierra es denominada la "antigua Luna", porque nuestra Luna constituye en cierto sentido restos evolucionarios, el foco de las Fuerzas Jehovísticas que tienden hacia la cristalización en formas. Por encima de esta Proto-Tierra etérica, había una especie de "nube", de la cual pendían formas humanas embrionarias sostenidas por cordones etéricos y a través de estos cordones circulaba una "Leche de la Naturaleza" para su nutrición. Esta "nube" constituía la manifestación de Jehová; y, El era entonces nuestro Padre-Madre en una forma muy literal.

Trabajando a través y alrededor de estas criaturas humanas embrionarias estaban las Jerarquías Creadoras que habían estado activas en nuestra evolución desde la aurora del Período de Saturno, unas y otras, asumían un papel dominante de acuerdo con la necesidad.

Durante el Período de la Luna los Señores de la Individualidad de Libra y los Serafines de Géminis fueron las potestades dominantes. Estas Jerarquías constituían un Espíritu-Grupo común que controlaba a la familia humana entera.

Pero "se tenía la intención de que cada cuerpo fuese el templo y dócil instrumento de un Espíritu interno y eso significaba una división en razas, dando a cada grupo la influencia guiadora de un Arcángel y para cada Ego un Ángel Guardián hasta que fuese lo suficientemente fuerte como para gobernarse solo.
Las condiciones del Período de la Luna fueron recapituladas en el Período de la Tierra en las correspondientes Revoluciones y ciclos, principalmente en la Revolución Lunar o tercera Revolución , cuando de nuevo hubo un cuerpo Cósmico que se dividió en dos partes. Esto fue acompañado de una división en el cuerpo de deseos del hombre infante. Los Señores de la mente entonces implantaron en la parte superior del cuerpo de deseos el "germen" de una individualidad separada, que pudiese controlar el organismo hasta que el eslabón de la mente pudiese ser cerebro frontal; pero este trabajo fue hecho bajo la supervisión de los Señores de la Forma, no de Jehová Dios. Las líneas de fuerza del cuerpo de deseos activaron los nervios y músculos voluntarios bajo la Voluntad del Ego interno; pero dondequiera que ahora está un nervio o un músculo, hubo una vez una corriente de deseos.

La siguiente recapitulación Jehovística tuvo lugar en la presente Cuarta Revolución del Período de la Tierra, en la Época Lemúrica, después de que la Luna fue expulsada de la Tierra. Una vez que la Luna fue lanzada al espacio fue posible que la humanidad fuese dividida en sexos y una mitad de la fuerza vital fue enviada hacia arriba para construir el cerebro. Los huesos se endurecieron -habían sido blandos tanto en el hombre como en el animal- y el cráneo comenzó a asumir una forma verdaderamente humana; entonces Jehová y sus mensajeros "soplaron el aliento de Vida" en las criaturas, de modo que los Espíritus de Raza pudiesen entrar y controlarlas; así tuvieron origen las Razas.

Los precursores de Lemuria poseían varios atributos que fueron pre-requisitos para recibir el eslabón de la mente. El Espíritu Humano había sido despertado en el Período de la Tierra y en la Época Polar; el cuerpo de deseos fue dividido en dos partes en la Revolución Lunar -"Concepto Rosacruz del Cosmos"- ahora en la Época Lemúrica este trabajo fue recapitulado y finalizado cuando la parte superior del cuerpo de deseos, actuando como un alma animal, construyó el sistema nervioso voluntario y cerebro frontal; en los precursores éste se había desarrollado hasta el punto que los Señores de la Mente pudieron implantar el germen de la mente permitiendo al Ego entrar en sus vehículos y controlarlos.

No fue sino hasta que la mente hubo sido dada, que los Luciferes pudieron invadir la conciencia humana, que todavía estaba enfocada en el Mundo del Deseo, para tentar al hombre a apartarse de Jehová Dios y de las Jerarquías. La masa de la humanidad estaba menos desarrollada que los precursores y por esto no pudieron recibir el germen de la mente hasta la Época Atlante, después de lo cual ellos también se vieron enredados por los Espíritus de Lucifer.

del libro "Temas Rosacruces" Tomo Segundo, 
de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel


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