sábado, 22 de julio de 2017

Las relaciones humanas



LAS RELACIONES HUMANAS

Muy estimados amigos: 

Según nos informan las enseñanzas de la Sabiduría Occidental, luego de este peregrinaje realizado en esta maravillosa escuela de experiencias de la vida que estamos atravesando todos los seres humanos, la gran meta última de este momento particular de nuestra evolución, es la reunión con el Dios de los Espíritus Virginales, que sabemos han sido diferenciados dentro de Si Mismo en sus varios rayos, habiendo sido enviados a recorrer su largo y solitario viaje a través de la materia. 

Todo ese extraordinario peregrinaje que tiene lugar durante el dilatado proceso evolutivo admite ser resumido en una sola palabra: RELACION, ya que ningún hombre es una isla en si mismo. Luego es muy lógico admitir que es mejorando nuestras relaciones con nuestros semejantes, la manera en que nos elevamos muy por encima de los instintos animales de auto-conservación, hasta la más sublime elección del sacrificio de nosotros mismos por el bien común.

Existe una forma muy práctica que nos permite lograr un gran adelanto en este problema de las relaciones. Cristo enseñó a sus discípulos a poner la otra mejilla, con el fin de vencer el mal con el bien. Un aspirante a la vida superior dice: “Si alguien me agravia, pienso; hermano, es tu problema, no el mío. Mi problema es lo que Dios piense de mi reacción”.

Cuando hayamos crecido hasta la estatura en la que ante un agravio que nos hagan podamos sin ira, resentimiento o deseo de venganza, comprensivamente poder apreciar en nuestro hermano un problema por dominar, siendo posible bendecirlo y honestamente tratar de ayudarlo por medio de nuestra propia actitud bondadosa y alegre, de esa manera nos será posible apreciar el cambio operado en nuestro medio ambiente, al transmutar la discordia que produce úlcera en nuestro ser interno, a la buena voluntad gloriosa generada por la ayuda mutua.

Cuando tu hermano de mal carácter observe que en realidad estás ignorando su rencor, su actitud de modo invariable se verá sujeta a una posibilidad de cambio.

Existe algo poderosamente contagioso en el buen humor y el aspirante, una vez que descubre este sistema, encuentra que se ha liberado para siempre de las acciones de los demás, porque su propia relación es justa con Dios.

“Porque si vosotros no perdonais, tampoco vuestro Padre que está en los Cielos os perdonará vuestras ofensas”.
Marcos 11:26

Fraternidad Rosacruz Max Heindel
Ciudad de Córdoba-República Argentina

Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este aporte

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